Exebio con X
La diseñadora e impulsora de ARTE peruano Patricia Exebio, ahora no solo deletrea su apellido, sino también el nombre de su estudio. A sus 49 años, y después de transitar varias disciplinas, y con cuentas como el restaurante Maido bajo el mando, asegura que PERÚ está volviendo por fin a sus orígenes
En plena época de terrorismo, con la peor hiperinflación de la historia de Perú, Patricia Exebio llamaba incesantemente a la tienda que importaba pinturas Pelikan para hacer sus proyectos de universidad. ‘Vuela Paty, llegaron dos botes de azul cobalto y dos de carmín’.
“Los que podían, las traían del extranjero. Los que no, nos amanecíamos en casa de alguno compartiéndolas”, recuerda con nostalgia. Hoy tiene una cartera de clientes que van desde el chef Mitsuharu Micha Tsumura y Rafael Osterling hasta el Hotel B de la red Relais & Chateaux.
Con el boom culinario, para 2018 Perú recibía 4.4 millones de turistas, pero los restaurantes necesitaban evolucionar en sus diseños y propuestas. Exebio ha sido parte de esa labor de crear espacios más cosmopolitas; de crear un branding y una identidad a las marcas que se acercan a su estudio. En su corta existencia, ha pasado de gatear a correr maratones.
“Uno de mis miedos cuando empecé el estudio hace siete años, fue que me dijeron que estaba desactualizada como diseñadora gráfica. Siempre había trabajado en publicidad, iba a empezar de cero. Tenía más de 20 años de experiencia, pero se alarmaban que empezara mi propio estudio. Sola, mujer y después de los 40”. Patricia decidió que su estudio llevara su apellido, Exebio, como un acto de aceptación y de honor a su identidad. De madre Cajamarquina, los primeros años de su vida los pasó en el Colegio Juan XXIII, un colegio de chinos donde se sentía desubicada. Pero aprendió algo muy valioso, entender otras culturas y saber comunicarlas. Además
de su amistad con la diseñadora Sumy Kujón con quien ha producido muchos proyectos.
Hoy tiene un socio, Giorgio Benza, y constituyó una oficina en Madrid para crear un puente creativo entre España y Perú. Pero en un principio, a algunos les parecía que tenía un “tufillo muy latino”. “Me dio orgullo que me dijeran eso, aunque confieso que me ofendí al principio. Pensé en millones de significados de ‘muy latino’. Pero durante un viaje de trabajo a Washington, mucha gente, migrantes, sobre todo, nos abrazaba pidiéndonos proyectos allá con ese tufillo latino”.
Patricia Exebio es parte del boom artístico que vive Perú, que fue país invitado en ARCOmadrid. Con Artus, una asociación sin fines de lucro, busca impulsar el trabajo de artistas peruanos en el extranjero con residencias como Gasworks o Delfina Foundation.
En el diseño gráfico no ha habido continuidad en Perú. Muchas expresiones de los años 70, están siendo estudiadas hasta el día de hoy porque el país se quedó congelado con dos dictaduras militares y el terrorismo.
“Nos desconectamos de quiénes éramos. Creo que el diseño peruano puede llegar a ser tan reconocido como la comida. Creo en nuestros textiles, en nuestra indumentaria… Perú está en un momento increíble”. Exebio ha colaborado en diseños editoriales, en marcas de belleza, de moda, y tiendas también. Pero es un reto. “Hoy es un momento en el que todos estamos apostando por una limpieza en lo político y lo estético. Y por eso fluyen nuevos lenguajes apegados a lo natural, a los orígenes; a los materiales nobles, a la piedra, al cemento, al barro”.