San Francisco, California,
En la Costa OESTE de los Estados Unidos, esta ciudad resplandece con los colores del AMOR. Cuna de movimientos que marcaron la historia de la humanidad y espacios idílicos, este es el destino ideal para enamorarse
En la Costa Oeste de los Estados Unidos, esta ciudad resplandece con los colores del amor. Cuna de movimientos que marcaron la historia de la humanidad y espacios idílicos, este es el destino ideal para enamorarse.
Hablar de amor, es hablar de San Francisco. Si existe una ciudad en la que se respire este sentimiento en cada espacio, y haya sido cuna de nuevas formas de pensar cómo nos relacionamos íntimamente con otros individuos, las coordenadas apuntan a esta encantadora metrópoli californiana.
El Summer of Love de 1967 es uno de los movimientos contraculturales que perpetuaron a San Francisco como el epicentro del amor y la paz, desde los principios de la consciencia entre los habitantes de este planeta. En los calurosos y polémicos días de aquel año, los hippies dieron fe –desde el distrito de Haight-Ashbury– que desde la espiritualidad, la comunidad y la hermandad se pueden generar cambios positivos. Es precisamente esta conocida zona donde se puede iniciar un recorrido por las sendas del amor de esta ciudad portuaria, y enamorarte de sus impresionantes parques coronados por árboles de coníferas, el Golden Gate Park y el Buena Vista Park son dos ejemplos de ello.
Cerca de este vecindario, y ascendiendo sus serpenteantes calles, se encuentra otro colorido distrito residencial, Alamo Square. Caracterizado por su arquitectura victoriana y sus vistas salidas de las postales más coloridas del universo fotográfico, este espacio es poseedor de las famosas Painted Ladies, un conjunto de siete casas armoniosamente ubicadas con una vista espectacular al Downtown.
A unos escasos diez minutos de distancia de ahí, en la ultra cool calle de Divisadero, puedes deleitar tu paladar con uno de los platillos de Nopa, el restaurante de nicho de la ciudad en el que cada tarde puedes sorprenderte con su versátil menú. Si tú y tu pareja (o parejas) no son afortunados en obtener una de las codiciadas mesas, los platillos y las bebidas que se ofrecen en la barra dejarán un grato sabor a su visita. Descendiendo desde esta zona, la Castro St. destella con los tonos del arcoíris. Sí, la zona gay por excelencia mundial, resplandece para recordarnos que el amor es un derecho universal que ha tenido que vencer batallas para concientizar al mundo que #LoveisLove.·