Reinvención y COLABORACIÓN
La contingencia ha llegado a desbaratar el mundo como lo conocemos. No es necesario ahondar en esto, porque la vida de todos se ha visto afectada de alguna manera desde marzo pasado. También, sobra decir que muchas de las industrias dejarán de existir como las conocíamos. Los esfuerzos y la creatividad para reactivar y dar continuidad a aquellas que han sido afectadas por el COVID-19 han sido admirables y el arte no se ha quedado atrás. Ahora es cuando lo necesitamos más que nunca. El arte no solo nos consuela y nos arropa en momentos difíciles como este, también cuestiona nuestra realidad, nos sensibiliza a ella. El arte seguirá siendo un agente de cambio.
DAVID ZWIRNER – PLATFORM
David Zwirner, uno de los jugadores más importantes del arte contemporáneo, con seis espacios alrededor del mundo fue uno de los primeros galeristas que percibió la importancia de crear comunidad dentro del circuito de galerías al inicio de la pandemia. Zwirner ha sido precursor en el uso de medios digitales para la expansión de su negocio a nuevas zonas geográficas y clientelas fuera de sedes o de las ferias en las que participa. Buscando aliviar el reto económico al que se enfrentarían las galerías jóvenes de Nueva York, Zwirner creó Platform, New York a la que invitó a 12 galerías a ocupar sus espacios digitales con un artista diferente en cada cuarto virtual y así ofrecer una propuesta distinta a su gran mercado digital. Platform es un espacio para “amigos, vecinos y compañeros”. La iniciativa ahora también está activa en París / Bruselas, L.A. y Londres y es un trabajo realizado de manera pro-bono por sus empleados. Platform ha generado ventas que aligeran la carga económica de estas galerías más pequeñas para cubrir costos como renta, sueldos y, sobre todo, apoyar a artistas quienes se ven afectados por el COVID-19.
NADA: FAIR
También están las ferias, un modelo controversial. Aunque pareciera imposible no estar en ellas para sobresalir entre la inmensa competencia de galerías que existen hoy en día, las ferias representan un compromiso económico inmenso para los participantes. NADA (New Art Dealers Alliance) es una iniciativa sin fines de lucro, que entre otras actividades realiza ferias presentando trabajo menos convencional que Basel Miami o The Armory Show. Desde que comenzó la contingencia, ferias como Art Basel Hong Kong y Frieze N.Y. fueron canceladas y llevadas al espacio online. Y ahora Art Basel Suiza, que se había cambiado a septiembre, también ha sido cancelada. NADA a diferencia de estas, llevó a cabo una feria virtual, pero surgió con un modelo económico horizontal que apoya a todas las galerías participantes. El modelo obedece la siguiente distribución: el 10% de las ganancias se asignarán para apoyar la organización NADA, 20% se distribuirá de manera equitativa entre todas las galerías participantes, 20% será asignado directamente a los artistas participando en la feria, y el resto irá directamente a las galerías, para ser dividido como es común entre galería y artista. El éxito de este modelo dependerá de las ventas como las de cualquier otra feria, pero es valioso ver una propuesta que proteja y fomente la colaboración entre las galerías para mantener la vitalidad de su negocio.
Me emociona imaginar el arte que resultará de este momento. La gran mayoría de los artistas como todos nosotros se encuentran en aislamiento, probablemente trabajando en sus estudios sin el ruido de un sistema sobresaturado de viajes, inauguraciones, bienales y ferias. ¿Me pregunto si podremos dejar este ritmo atrás una vez que superemos la pandemia? ¿Podremos instituir estas iniciativas colaborativas como nuevas prácticas comunes para crear un mercado más equitativo e incluyente? El mensaje en este tiempo de crisis es claro: juntos somos más fuertes, juntos podemos más.