Vámonos de picnic,
Tomemos un canasto, vertamos frutos en él y disfrutemos de la naturaleza en su máximo esplendor. Porque en estos momentos, nada como la reconciliación mental y espiritual que un día de campo en familia nos ofrece.
Tomemos un canasto, vertamos frutos en él y disfrutemos de la naturaleza en su máximo esplendor. Porque en estos momentos, nada como la reconciliación mental y espiritual que un día de campo en familia nos ofrece.