Tiempo de FLORECER
Mientras la moda latinoamericana danza al compás de la sostenibilidad, su EQUILIBRIO y permanencia exige legislaciones y regulaciones con más PESO que garanticen su desarrollo
Exponer el lado sostenible de la moda latinoamericana no es una tarea difícil, ya que si algo tenemos claro es su inherente ADN artesanal. Pero si bien es verdad que la moda de nuestra región aventaja por su riqueza milenaria, su espíritu atemporal, su tradición textil y su ímpetu local, en este año tan crítico para el desarrollo sostenible resulta inevitable cuestionarse hacia dónde se dirige exactamente.
Y es que en este evidente panorama de desarrollo algo no termina de encajar. La realidad es que las buenas intenciones no trascienden si no hay detrás un aporte mayor. ¿Qué falta para consolidar como un eje crítico las prácticas laborales justas, el comercio ético, la producción mesurada y todos los demás pilares que conforman lo que ahora tan comúnmente llamamos moda sostenible? La respuesta tiene la misma complejidad que cuando hablábamos del boom de la moda latinoamericana y yace en la importancia de las políticas públicas, legislaciones y regulaciones. Así como una parte importante recae en la figura creativa y otra en el consumidor, hay un tercer activo que es quiénes establecen los márgenes. Es ahí donde, con todo y las crisis que los países del sur de nuestra región viven, se necesita más atención. Los proyectos están ahí, solidificándose, madurando y reuniendo las herramientas para exponer lo mejor que nuestra región tiene para ofrecer. A menudo me encuentro con proyectos de moda que han incorporado esta visión desde sus inicios pero que se han visto frenados por la falta de herramientas por parte de los gobiernos. Si ahora se le quiere poner más atención, es la esfera política la que debe construir los fundamentos para permitir que las industrias creativas se desarrollen y verdaderamente adopten este valor. En efecto, la
lograrlo.·ATENEA moda latinoamericana quiere florecer pero, también, debemos reconocer que hace falta trabajo para