Un recreo infalible
OíDO ATENTO
Al frente de Soundgarden y Audioslave, Chris Cornell ha demostrado ser un formidable cantante de hard rock, capaz incluso de encolumnarse con las gargantas más relevantes del género.
Pero como solista se ha caracterizado por desafiar ese estándar, ya sea desplazándose hacia un folk psicodélico (como Robert Plant, aunque sin pretensión antropológica) o experimentando con la electrónica a riesgo de sonar bizarro (con Timbaland como productor, finalmente sonó así). Aquí sigue por su cuenta pero con mayor apego a la primera opción, sólo que con mayor precisión pop, cantando desde el sosiego y enhebrando melodías con voz ajada entre acústicas, pianos e instrumentación general confortable. En fin, este disco es un recreo muy bien enfocado artísticamente, producido sin mayores vueltas y con líricas “adultas” puestas en boca y corazón de Cornell, un gran vocalista. No debería fallar. l