Espacios emergentes y su reclamo a Mercado de Arte
Proyectos y galerías jóvenes de Córdoba señalan que se sienten excluidos.
La curadora de la feria, Carina Cagnolo, cree que el reclamo carece de fundamentos.
Un poco de humor, más allá del malestar. Una pieza de cerámica de Pablo Curutchet, que reproduce un popular gesto cordobés relativo al acto sexual (se forma un círculo con el pulgar y el índice, mientras otro dedo cruza por el medio), es la foto de portada que se ve en el muro de Facebook creado por un grupo de artistas cordobeses. Ese muro es la caja de resonancia de un reclamo de mayor presencia de espacios locales en la próxima feria Mercado de Arte, cuya quinta edición se realizará en agosto en el Cabildo.
El reproche surge de galerías emergentes y espacios autogestionados de Córdoba que postularon pero no fueron seleccionados para la Zona Bonino, segmento que reúne a los proyectos “jóvenes”.
Entre los 15 espacios elegidos, sólo tres son locales: la galería Esaa de Unquillo, Soltar de Villa María y Flores, arte & ocio de la ciudad de Córdoba. Quedaron fuera de la selección Casa de Cosos, Bitácora de Vuelo, Criatura extraña, El Club del Grabado, Obrar coworking de artistas, BUCLE, Mommia, Astronotus, Un globo rojo, PinBall, Sacha Mistol, Casa Taller y Tienda de arte y libros, entre otros que se consideran injustamente excluidos.
El descontento se expresó en una carta. “Desde el inicio de este proyecto hace cinco años, fuimos los que construimos este espacio con nuestro trabajo, con nuestros medios y con la representación de la mayor parte de artistas activos de la escena local cordobesa”, señalan. Y añaden: “No comprendemos la contradicción de fomentar desde la actividad municipal un espacio público de exposición que excluye a los participantes cordobeses autogestionados que no puedan costear un stand”.
La feria, organizada por la Municipalidad de Córdoba junto a la Fundación Pro Arte Córdoba, con el apoyo del Ministerio de Cultura de la Nación y la UNC, otorga stands sin cargo a los expositores de la Zona Bonino. El segmento “principal” de la feria se denomina Zona Crespo. Allí los stands tienen costos que arrancan en los 14 mil pesos.
El mensaje divulgado en Facebook también reprocha que un evento de carácter público financiado con fondos estatales incumpla su objetivo declarado de promocionar y dar visibilidad a artistas y proyectos locales.
El jurado de selección de Zona Bonino estuvo integrado por Catalina Urtubey (de la galería local El Gran Vidrio), Analía Solomonoff (directora del Museo Rosa Galisteo de Santa Fe) y Clarisa Appendino (curadora rosarina).
“El año pasado en Zona Bonino hubo más de 20 espacios, y alrededor del 50 por ciento eran cordobeses. Está bien si quieren darle una mirada federal, pero no me parece bien que este año sólo el 20 por ciento de los espacios sean locales”, argumenta Juan Juares, quien postuló sin éxito a la feria con el proyecto curatorial Criatura extraña, luego de estar varias veces en Zona Bonino con Mini Contemporáneo. “No van a estar al menos 10 espacios y unos 50 artistas que trabajan activamente y con muy buena calidad en la escena local, por lo cual la feria, en lo que hace a Zona Bonino, se vuelve muy poco representativa de lo que sucede en Córdoba”, opina el artista, que dejó picando la idea de organizar una feria paralela.
Otra mirada
La curadora, docente universitaria e investigadora Carina Cagnolo es la curadora general de Mercado de Arte. Cree que la queja que plantean los espacios cordobeses no seleccionados carece de fundamentos y repasa las acciones que incluirá la feria.
“Si pudiéramos medir el alcance de Mercado de Arte en toda su dimensión, se comprendería que no es un reclamo razonable”, señala Cagnolo. Y agrega: “Se reacciona al hecho de haber sido excluidos de una zona dentro de un evento que contempla una programación vasta y compleja. Esta edición incluye, por ejemplo, Zona Habitada, una residencia coordinada por Lucas Di Pascuale que comienza 15 días antes de los días de la feria, para la cual han sido convocados siete espacios autogestionados y dos instituciones de Córdoba. Estos espacios funcionan como anfitriones de residentes de otras provincias y de países limítrofes, a la vez que proponen artistas emergentes de Córdoba para participar de las diversas instancias de la residencia. De 17 artistas residentes, 9 son cordobeses”.
Asegura que en otras instancias de la feria la participación cordobesa también es de magnitud. Y expresa: “Es necesario que la dimensión local se comprenda en su roce con lo regional, nacional y latinoamericano. Es el modo en el cual se pueden realizar diagnósticos de situación hacia el interior de la escena, con el fin de saber en qué posición estamos, en un concierto de actores que exige que nuestras voces se amplifiquen. Esta complejidad organizacional y curatorial de Mercado de Arte en toda su amplitud es la que debe entenderse como un programa financiado y llevado adelante por el Estado”.
Y añade: “Cuando un espacio aplica, acepta las condiciones de este reglamento. Hay un jurado, independiente y autónomo, que establece criterios y luego emite un dictamen. Este dictamen es inapelable. Considerar injusto quedar afuera de Zona Bonino (no necesariamente del evento en su complejidad) es pensar que, por haber apoyado la gestión de la feria, la participación en un stand está asegurada. Esto no sería propio de un proceso de selección, con un jurado autónomo; sería engañarnos a nosotros mismos”.
“Aquí no se trata de un curador o curadora que elige, con un criterio unidireccional, un conjunto de galerías. Hay tres personas que deben acordar entre ellas qué proyectos serán seleccionados”, enfatiza. Y argumenta que Zona Bonino ha crecido a nivel federal, y revela que incentivar los vínculos regionales fue uno de los criterios del jurado en línea con un objetivo central de Mercado de Arte.
La feria establece que los espacios y proyectos emergentes puedan participar hasta tres veces en Zona Bonino. Luego son invitados a aplicar en Zona Crespo, donde se presentan las galerías con más trayectoria. “Esto no es arbitrario –explica Cagnolo–. La organización otorga un stand a un espacio que recién comienza, con la posibilidad de que aplique tres veces y construya una trayectoria. Si un proyecto está conformado por los mismos artistas y gestores, pero cambia de nombre, mantenerse en Zona Bonino traicionaría la finalidad de una continua transformación y de recambio dinámico”.
Los artistas disconformes podrían reunirse el lunes con autoridades del área de Cultura de la Municipalidad, para acercar posiciones.
La discusión está abierta.
NO ME PARECE BIEN QUE ESTE AÑO SÓLO EL 20 POR CIENTO DE LOS ESPACIOS DE ZONA BONINO SEAN LOCALES. Juan Juares, artista
HAY UN JURADO, INDEPENDIENTE Y AUTÓNOMO, QUE ESTABLECE CRITERIOS Y EMITE UN DICTAMEN. Carina Cagnolo, curadora general de Mercado de Arte