Homenajea a Falú y a Di Fulvio.
Guillermo Dezi Codaro y Orquestarte abordarán obras de Falú y de Di Fulvio. Será esta noche desde las 21 en el teatro Real.
La guitarra argentina, nutrida de la savia de estas tierras y de las vibraciones clásicas de sus cuerdas, supo levantar sus alas hasta alcanzar un cielo propio. Ha dejado para el arte argentino notas, acordes, nombres y partituras que a veces se quitan el polvo del silencio y vuelven a asomarse al balcón de nuestros sonidos.
La noche en que el guitarrista Guillermo Dezi Codaro regresaba desde Buenos Aires al cabo de asistir al entierro del gran maestro Eduardo Falú, en la oscuridad insomne del ómnibus, sentía que tenía una misión clara: “Sentí como la obligación, por haberme distinguido con su amistad, de seguir tocando sus cosas”.
El de Eduardo Falú es uno de esos nombres señeros de la guitarra argentina. Otro es el de Carlos Di Fulvio, con quien también Dezi Codaro pudo sostener una fecunda amistad.
Pues de esos dos nombres se nutre “Folklore en concierto”, el espectáculo que esta noche presentará este guitarrista santafesino, formado en Rosario y desde hace poco tiempo vecino de Cosquín. Será en el Teatro Real a las 21.
Lo hará junto a una formación de Orquestarte, que conduce Adrián Zatti, y que dispondrá una línea de cuerdas, flauta, corno francés, clarinete y percusión para que suene lo pensado por los autores y arregladores.
“La estrella son las obras”, dicen tanto Dezi Codaro como Zatti. Y ellas son: Suite del Altiplano a la Pampa, para cuarteto de cuerdas y guitarra solista, de Di Fulvio. Y de Eduardo Falú: Variaciones de milonga, para quinteto de cuerdas y guitarra solista; y Suite argentina N° 2 Norteña, para orquesta de cámara y guitarra solista.
Zatti destaca que se trata de obras que han sido tocadas en muy contadas ocasiones. “Incluso algunas son inéditas”, señala, y agrega: “Es muy rica la música folklórica argentina, y en esta puesta, lo popular subirá a un escenario clásico”. Orquestarte es un cuerpo, un espacio formado por músicos que toma parte de distintos proyectos, según los requerimientos artísticos.
Escuela argentina
Volvamos a la huella de la guitarra según Dezi Codaro. “Fue en el Festival de Cosquín de 1988 que conocí a Falú. Estaba entonces en el segundo año de la carrera de música de la Universidad de Rosario, y ese encuentro me cambió las estructuras. Decidí seguir su escuela, por mis propios medios. Al año siguiente, conocí a Di Fulvio, de quien también me hice muy amigo, a quien acompañé entre 2004 y 2007, incluso en el disco De la Patagonia a la Puna”.
Y sobre Falú, el guitarrista dice: “Alcanzó una mixtura de la música de raíz con lo clásico, tanto en lo técnico como en lo armónico, y desde ese punto, hizo una escuela propia. Con muchos recursos técnicos muy particulares, como, por ejemplo, el punteo de doble cuerda con el pulgar. La gran inflexión se dio cuando estudió armonía con Carlos Guastavino: entonces, ya no sería el mismo que apareció a comienzos de los ‘50. Falú no es sólo un artista del folklore, sino que forma parte de la gran música argentina junto a Guastavino y a Alberto Ginastera, admirado en el mundo”.
Sobre Di Fulvio: “Viene de la escuela yupanquiana, es más tradicional. Creo que su época de madurez artística se empieza a ver con el despuntar de los ‘80. Entonces, no se parece a nadie, como lo demuestra en algunas composiciones contundentes como la chacarera Vientito porfiáu”.
“Van mucho más allá de los temas populares que todos conocemos; han escrito obras integrales que son una belleza”, dice.
De todos modos, habrá un espacio para repasar algunos de esos clásicos populares, y para eso habrá invitados especiales, como la voces de la cantora lírica Andrea Boban, y los coscoínos Jorge “Toca” Pedraza y Hugo Scotto, así como el guitarrista Ariel Bombini y los bailarines Catalina Oyola y Franco Moreschini.