Cómo es “Do it”, que se ve en el 220.
En 220 Cultura Contemporánea se presenta una muestra basada en instrucciones ideadas por creadores de todo el planeta. El proyecto “Do it” gira por el mundo y llega por primera vez a Argentina, interpretado por un grupo de artistas locales.
Hacer una fiesta. Disponer cosas de color rojo. Sacarle fotos a estudiantes a punto de recibirse. Planchar camisas según un método muy preciso. Tomar leche fresca y limpiar el piso de rodillas. Bailar con un pedazo de tiza gigante en una mano. Reproducir en una acción a dúo 46 posiciones sexuales, procurando no dejar de tocar en ningún momento el cuerpo de la pareja.
Algunas de las instrucciones de “Do it” son herméticas como un poema místico, otras intentan guiar las acciones hacia el mundo cotidiano, escribirse una carta a uno mismo o disparar la fabricación de un artefacto volador. En todos los casos se trata de invitaciones a una zona de encuentro: de un lado los autores de las consignas, del otro lado los artistas que siguen las instrucciones. El resultado es una rara interferencia que transforma y enriquece la idea de creación, desplaza momentáneamente las supersticiones sobre la originalidad e impulsa una concepción del arte como colaboración.
“Do It”, la muestra que se puede visitar en 220 Cultura Contemporánea, es como un sistema de covers, pero mucho más abierto e imprevisible. El formato de exposición fue ideado en 1993 por el curador Hans Ulrich Obrist y los artistas Christian Boltanski y Bertrand Lavier, quienes diseñaron un dispositivo de consignas que pudieran ser interpretadas por diferentes artistas en distintos momentos y lugares del mundo. Las instrucciones se tradujeron a varios idiomas, se fueron incrementando y desde entonces circulan en forma de libro, como una manera de polinización creativa a distancia.
Versión local
En Córdoba, sede de la primera experiencia de este tipo que se realiza en la Argentina, “Do it” tiene como curadora a Romina Castiñeira, responsable del diseño expositivo y de la selección de artistas locales encargados de interpretar las consignas. Los elegidos y elegidas para trabajar fueron Adrián Manavella, Catalina Urtubey, Cecilia Cordi, Christian Román, Cuqui, Dianela Paloque, Elian Chali, Eugenia González Mussano, Gerardo Repetto, Gisella Scotta, Javier Ingignoli, Javier Rodríguez, José Pizarro, José Quinteros, Luciano Burba, Majo Arrigoni, Martina Faux, Rocío Moreno y Santiago Viale.
Del lado de los creadores de instrucciones hay algunos nombres fulgurantes de la escena internacional, como Yoko Ono, David Lynch, Marina Abramovic, Sol Lewitt, Tracey Emin, Ai Weiwei, Louise Bourgeois o Ylia Kabakov. Los argentinos en la lista son Amalia Pica, Jorge Macchi y Tomás Saraceno.
Entre las instrucciones figura una nota muy escueta del artista cubano Félix González-Torres, que indica: Conseguir 80 kilo gramosde una marca local de caramelos envueltos y ponerlos en una esquina. En la ejecución local, que estuvo a cargo del equipo de producción de “Do it” Córdoba, se siguió literalmente la consigna.
La montaña de golosinas, que irán decreciendo a medida que el público se las vaya comiendo, es una referencia directa a una famosa instalación de GonzálezTorres,
fallecido a causa del sida a los 36 años. El artista concibió en 1991 un conmovedor homenaje a su pareja Ross Laycock, quien había muerto cinco años antes que él. Retrato de Ross en Los Án
geles es una pieza icónica del arte contemporáneo que incorpora la experiencia biográfica y habla de la dolorosa pérdida del ser querido mediante una pila hecha con los caramelos preferidos de su novio (79 kilos, el peso de Ross antes de morir), amorosamente envueltos en celofán multicolor.
Otras obras de “Do it” se apropian de las consignas con bastante libertad. Es el caso del trabajo que elaboró Cuqui a partir de las notas de Marina Abramovic. La escritora y performer cordobesa asumió uno de los heterónimos que utiliza para escribir, Charlotte von Mess, puso a jugar a un traductor imaginario, y compuso un texto que relata acciones realizadas en su casa y asimismo confronta (en un ejercicio de estilo y delirio alucinantes) con las indicaciones. Rociar con orina de la mañana las pesadillas nocturnas, inhalar el polvo del piso, hacerse un corte en una mano o ingerir nueve ajíes rojos de cara a la pared son algunas de las extravagantes peticiones de Abramovic, una sacerdotisa del arte de acción
ENTRE LOS NOMBRES DE LOS CREADORES DE INSTRUCCIONES HAY GRANDES FIGURAS INTERNACIONALES, COMO YOKO ONO Y MARINA ABRAMOVIC.
LAS REGLAS DE “DO IT” SON ESTRICTAS: NINGUNA OBRA SOBREVIVIRÁ UNA VEZ TERMINADA LA MUESTRA. SÓLO LAS INSTRUCCIONES.
que lleva a un extremo “la impostura del performer sufriente”.
Catalina Urtubey cumplió con todo rigor, el día de la inauguración, la consigna de otorgar una fiesta planteada por Amalia Pica. Hubo diversión, tragos, buena música, papel picado. Lo que puede verse hoy en 220 Cultura Contemporánea es una especie de resaca aún viva de esa celebración, expresada en un cementerio de botellas de todos los alcoholes posibles y vasos semi vacíos con mezclas indescifrables. La “ambientación” podría resultar sórdida pero el efecto es más bien encantador, como si algo de la fiesta flotara todavía en una media luz.
Político, íntimo, creativo
Una serie de instrucciones para bloquear cámaras de seguridad es la propuesta de Ai Weiwei, disidente chino y miembro pleno del
star system artístico planetario, quien detalla cómo construir con elementos caseros un sistema telescópico que permite rociar con pintura en aerosol los ojos electrónicos que abundan en muchas ciudades.
De ese llamado al sabotaje el cordobés Elian Chali, conocido por sus intervenciones en el paisaje urbano, tomó el “espíritu” y buscó que los visitantes de la muestra experimenten el dispositivo de vigilancia y castigo que funciona en Córdoba. Poner en foco la “militarización” de la zona céntrica es uno de los objetivos de su sofocante instalación audiovisual, a la que se suma una hoja de texto con un análisis del control social en curso y, en su reverso, un mapa de la ciudad que lleva sobreimpreso el número 4960, la cantidad de víctimas del aparato represivo del Estado a nivel nacional desde 1983 hasta diciembre de 2016.
El recorrido por “Do it” se vuelve más íntimo y se hace pieza literaria en el escrito a mano de Luciano Burba provocado por la instrucción de Jorge Macchi: “Envíe una carta de intimidación a sí mismo intentando ocultar su propia identidad”.
Globos, amor y murales
Santiago Viale le dio curso a las especificaciones de Tomás Saraceno para crear un globo impulsado por energía solar con polietileno negro (el que se usa para bolsas de consorcio), que permita volar con amigos.
Undúo , la coreografía que propone Eszter Salamón, encontró en un video de Martina Faux una delicadísima interpretación que muestra a una pareja bailando “posiciones” de cama que podrían ayudar a entender cómo se va del sexo al arte de amar. La proyección encontró además un lugar ideal en una de las bóvedas de la ex Vieja Usina.
En base a la consigna de Sol Lewitt, José Pizarro trabajó en una hipnótica pintura mural que merecería permanecer en el subsuelo de la Plaza de la Música, aunque las normativas de “Do it” son estrictas en relación a la subsistencia de las obras: ninguna sobrevivirá una vez terminada la muestra. Sólo quedan las instrucciones y la legión de artistas virtualmente infinita que las cumplirán o las versionarán a su manera cuando la muestra vuelva a activarse en algún otro lugar del mundo.