Todo el mundo habla de ella
Taylor Swift está de vuelta. Con la publicación de la canción Look what you made me do, la rubia parece haber dejado bien atrás 1989, su exitoso último álbum. Eso muestra, al menos, el primer adelanto de Reputation ,que tiene poco que ver con la atmósfera entusiasta de su anterior trabajo. Oscuro y por momentos desnudo hasta los huesos, el track es una declaración de principios y también un giro brusco desde lo sonoro. Definitivamente alejada de su pasado country, no se muestra soñadora ni naif. Suena furiosa, transmite rencor y la sed de venganza se respira en cada instante. ¿Qué pasó en el medio? La buena de Taylor tuvo que aprender a reinventarse a partir del escándalo. Kim Kardashian, Kanye West y Katy Perry se convirtieron en sus enemigos públicos y la dejaron en ridículo frente a la misma audiencia que la consagró. La trataron de falsa y mentirosa y la convirtieron en un emoji con forma de víbora. Pero Swift no se quedó atrás y en su regreso a la canción descargó todos sus cartuchos con maestría y sangre fría. Look what you made me do se convirtió en el video de YouTube con más reproducciones en su primer día. Mucho de eso tiene que ver con los celebrados cambios de vestuario y una narrativa propia de los años dorados de MTV. Sin embargo, cada frase de la canción fue reproducida y analizada hasta el hartazgo con el fin de entender a quiénes van dirigidos los dardos disparados a través de su letra. Artículos y videos siguen multiplicándose y la conclusión parece ser la misma: Swift redobló la apuesta y convirtió bullying en fuente de inspiración. ¿Cinismo o mecanismo de defensa de un ego dolido? Difícil saberlo. Mientras tanto, su música y sus palabras vuelven a ser trending topic global. A mucha honra.