La canción y la calma
El pianista y compositor entrerriano Carlos “Negro” Aguirre se presenta esta noche a las 21 en el Centro Cultural Córdoba, en una serena versión en trío.
“Es muy importante que la música se genere en el tiempo que ella proponga, que no se aborten procesos porque se está apurado por mostrarlos”. Carlos “Negro” Aguirre no se lanza desesperado sobre la música, sino que la deja llegar, rondar por sus dedos y su corazón hasta alcanzar la altura de los conceptos, cuando el sonido, las notas, se vuelven también pensamiento.
Es la manera de sentir y de crear de este talentoso músico argentino que es uno de los referentes insoslayable para muchos de sus pares, en cuanto a un modo de ser artista se trata.
El entrerriano tiene un largo camino hecho. Se ha reunido con sobresalientes sudamericanos como Hugo Fattoruso, Quique Sinesi y Lucho González, y ha dejado varios testimonios grabados.
La música de su región empapada de ríos está presente con claridad en sus rastros, aunque sus cursos se abren en otros cauces, como el jazz y más entusiasmos.
El modo inquieto de su búsqueda de algún modo siempre está cercado por el remanso original, como si fuera su sino de hombre de provincia que elige vivir en un rincón de Paraná, su ciudad. “Tengo la suerte de vivir en un barrio de pescadores, a la vera del río, donde la gente camina por el medio de la calle y resuelve todo aquí, sin ir al centro”.
A veces ese remanso se vuelve una urgencia expresiva, como en este tiempo. La propuesta del trío que encabeza está señalado por la calma. Como que así se llama, Calma, el disco que ya han grabado junto al santafesino Fernando Silva, en contrabajo, y al villamariense Luciano Cuviello, en batería, y que pronto saldrá a la luz.
“Despojado sería una palabra posible para intentar describir lo que hacemos. El virtuosismo en lo que se refiera a velocidad en el modo de tocar las notas no es la intención del trío, sino que el eje está puesto en la melodía, en hacer que fluya lo más pura posible”.
Los artilugios de los que habla se parecen a los disfraces: “En el piano es elocuente: se puede vestir una melodía que no tiene tanto peso con un montón de fantasía. Nuestra idea es que tenga su propio peso para despertar el interés del que escucha. Incluso en los solos que hacemos con el trío, se trata de construir una melodía que alguien, incluso, pudiera silbar”.
El trío nació hace cuatro años para publicar un disco con estas músicas que Aguirre tenía apuntadas, pero los atrapó el camino. “Felizmente voy consiguiendo aliados que tampoco tiene apuro”.
Mientras, el pianista que hace un par de años publicó junto a Coqui Ortiz un delicioso trabajo sobre coplas del poeta Aledo Luis Meloni (La palabra echa a volar
en el canto), tiene otros proyectos que en proceso de maduración.
Uno es un quinteto de guitarras. “Es un lenguaje bien folklórico y para mí es una posibilidad de ampliar mis fronteras de la composición”. El otro es una banda “con una impronta más afro, sobre folklore latinoamericano”.
Mientras, sigue adelante con el catálogo del sello Shagrada Medra, en el que a partir de la presencia de algunos sobresalientes como Jorge Fandermole, sostiene un caudal abierto para que queden registradas otras propuestas, nuevas y consolidadas, que apuntalan una manera de entender el arte, la música argentina.