El número 1

Este fin de semana, Abel Pintos realizará dos funciones en el Orfeo cordobés en el pico más alto de su carrera.

Ningún otro artista argentino puede animarse hoy a programar dos estadios de River Plate como Abel Pintos. Pocos artistas extranjeros tampoco, y eso sólo acrecienta la hazaña de este joven artista que ha llegado cómodamente a ser el número 1, al principio del folklore, hoy de todo.

Honesto, querible, talentoso, arriesgado, Abel ha sabido caminar cada paso de su carrera con un horizonte claro. Reniega de los rótulos, y lo bien que hace: aunque se volvió más romántico en sus últimos discos, planea un disco de canciones folklóricas para el año próximo.

El disco 11 le puso la corona, pero ya con Sueño dorado, Reevolución y Abel fue diseñando a la gran estrella que llegó a sus picos de popularidad (que lejos de caer no han parado de crecer).

Sin dejar de ser el mismo, de paso; sin divismo, con generosidad para sus colegas que admira o para los jóvenes que ve en el horizonte de la música argentina (como el cordobés Juan Ingaramo, a quien destacó recientemente).

Abel Pintos cerrará el año (que tuvo otro Gardel de Oro) con dos estadios, pero este fin de semana se presenta en Córdoba con dos Orfeos.

A la agencia Télam, el artista dijo que lo de River es una cuestión conceptual. “Cuando hicimos los 12 Ópera, en capacidad podríamos haber hecho una única función en Vélez, pero el estadio abierto no se ajustaba a la intención de ese concierto”, señaló.

Con el disco caminado, aprendido de pe a pa por sus fanáticos, mostradas en un ambiente más íntimo, con varios hits, “esas canciones pasan al plano de las de siempre, pasan al festejo más que a la atención”.

Pintos agregó que “ese tipo de concierto sí da para hacerlo en un contexto en el que te das vuelta para atrás y te volvés loco con las luces y la gente que hay detrás. Por eso hacemos estadios cada tanto: porque confiamos en la convocatoria y porque musical y artísticamente hay un concepto. Si fuera por la cantidad de gente podría echarme dos meses en un teatro.

Mañana y el domingo, el Orfeo mostrará un anticipo del gran cierre del año. Para cantar y bailar.