Embajador electrónico
El DJ Hernán Cattáneo llega a Córdoba en diciembre, en lo que serán sus únicos shows del año en Argentina. En diálogo con VOS, revela la fórmula para mantenerse siempre relevante.
M úsica, fiestas, aviones, habitaciones de hoteles. La enumeración parece el resumen de una vida dedicada al glamour yel hedonismo, pero así son los días de Hernán Cattáneo, jornadas que responden menos al lujo que al oficio que eligió hace varias décadas: como DJ de renombre mundial, su itinerario lo obliga a presentarse en ciudades de todo el planeta y con pocos días de diferencia. A mayor el nivel, mayor la exigencia.
En la música electrónica siempre hay asuntos que motivan debates o puntos de vista, pero pocos discutirían que es el DJ argentino más importante de su generación. Por sus logros y su vigencia, Cattáneo mantiene en alto su prestigio a fuerza de un compromiso que lo acompaña desde sus inicios.
En la previa a sus dos presentaciones en Córdoba (1 y 2 de diciembre en Forja), en lo que serán sus dos únicos shows del año en nuestro país, el DJ se hizo un tiempo entre viaje y viaje para responder algunas preguntas.
–¿Por qué elegiste Córdoba para estos shows? ¿Tiene algún significado especial?
–Estuve mucho tiempo sin presentarme en Argentina, y me pareció que Córdoba era el lugar ideal y accesible para gente de todo el país que no siempre ha podido a ir a mis shows en el pasado. Conozco muy bien a la productora BNP y sé que pueden hacer shows de alto nivel como los que tenemos planeados. Cada evento que hice con ellos en el pasado ha sido inmejorable, y si además tenemos en cuenta la respuesta del público al anunciarlos y la demanda de entradas que hubo, sólo podemos esperar a diciembre con mucha ilusión. Es un gran privilegio para mí tener la oportunidad de volver a Córdoba con semejante marco y expectativa, y acompañado de un seleccionado de grandes DJ y amigos, como Graziano Raffa, Facu Carri, Soundexile, Marcelo Vasami y Mariano Mellino.
–¿Cómo hace un DJ para mantener el nivel? Más allá de la constante actualización en tu música, ¿qué otros factores inciden para seguir ahí arriba?
–Diría que la pasión por compartir la música que a uno le gusta es un motor muy potente. Si a eso le sumás las horas que uno le pone a cada show y el apoyo global que uno recibe, todo te lleva a mantenerte en una posición muy atractiva. También creo que hay que entender que esta es una carrera que puede ser muy larga (si uno la planea de esa forma), y para eso es vital lograr tener una identidad musical muy clara que a la larga generará seguidores fieles en todas partes del mundo. Además, en la música, al igual que en algunas otras artes, la experiencia siempre juega a favor a la hora de subirse a una cabina o a un escenario. Eso hace que, en la mayoría de los casos, los DJ que consiguen mantenerse vigentes mejoran aún más con el avance de su carrera. Por último, soy bastante sano, hago yoga, como lo mejor que puedo, y todo eso también ayuda a sostener un ritmo intenso de viajes y shows.
–De los DJ argentinos de tu generación, sos el que todavía llena grandes arenas. ¿A qué creés que se debe?
–Aquí en Argentina siempre hubo y hay muy buenos DJ, y todos intentamos lo mejor. Supongo que es la suma de varios factores lo que me trajo hasta acá. Diría una vez más que la identidad musical es lo más importante, pero también una dedicación interminable, muchos años de alta exposición en el exterior (te mantienen el perfil profesional alto), un manejo muy cuidado a cada paso, los 17 años de radioshow/ podcast cada semana y, por supuesto, también mucha suerte en varios momentos clave de mi vida, de esos que cuando te vienen a la mente enseguida decís: “Si aquel día no estaba ahí, hoy seguramente no estaría acá”.
–En tus sets suelen sonar tracks de artistas cordobeses. ¿Cómo llegás a ellos?
–Hay varios caminos, y en su mayoría son los artistas que buscan distintas maneras de llegar a uno. A veces, los productores conocen a alguien que conoce a un DJ que me conoce a mí. Además en Sudbeat, nuestro sello, siempre hacemos scouting, y lo mismo hacen muchos otros sellos que luego me envían los tracks para testear en mis sets. También hay compañías de promoción que seleccionan DJ para hacerles llegar lo que consideran adecuado al sonido de cada uno.
–¿Cómo describirías la música que se edita en Sudbeat? ¿Cuál sería su “marca de agua”, por decirlo de alguna manera?
–La identidad musical de Sudbeat es la mía como DJ o productor. No podría jamás editar música que no me represente. No tendría ningún sentido hacerlo. Sudbeat es de alguna forma una continuación de mi carrera, un vehículo más para expresarme o compartir la música que me gusta. Junto con Graziano Raffa, mi coequiper, tratamos de lograr un balance entre nuevos productores y otros más establecidos, pero todos con denominadores musicales muy claros, como la melodía y el groove, que es en definitiva nuestro idioma musical. Lo mismo pasa con los Sudbeat Showcases que hemos llevado alrededor del mundo, en donde participan distintos DJ del sello y también artistas locales de cada ciudad, ya sea en Córdoba, Buenos Aires, Tokio o Atenas.
Vida real y digital –Vivimos en una época de constante exposición. Para los artistas, las redes sociales son fundamentales para comunicar fechas o noticias, pero también puede jugarles una mala pasada. ¿Cómo las manejás vos?
–Me encargo yo mismo de eso, creo que tiene más sentido que tener otro que lo haga. Sería como que alguien más te elija la música. En líneas generales, las uso para comunicar información relacionada con mi carrera o con Sudbeat y, salvo algún caso muy especial, nunca mi vida privada. Son un medio útil para llegar a mucha gente y estar en contacto con los seguidores de todo el mundo, pero no hay que tomárselas demasiado en serio ni dedicarles más tiempo del necesario. Hay cosas que no cambian nunca y lo mejor para un DJ es el contacto en vivo con la gente cada fin de semana.
–Siempre te caracterizaste por tener una personalidad bastante tranquila, fuera de los escándalos. ¿Sos una persona diurna con trabajo nocturno?
–Totalmente de acuerdo. Soy una persona de día que trabaja de noche, porque resulta que lo que más me gusta hacer sucede en ese contexto. Pero si hubiera una audiencia, podría ser DJ de 9 a 18 sin ningún problema (risas).
–Recuerdo leer reseñas tuyas de discos de música electrónica en la revista “Rolling Stone”, varios años atrás. ¿Todavía te gusta escribir de música o es una etapa que quedó atrás?
–Sí, claro, siempre me gustó, solo son épocas en que hacés algunas cosas y luego otras, y no descarto volver a hacerlo, aunque verdaderamente lo que más espero a futuro es algún día volver a hacer un programa de radio o un podcast como el que hacíamos con Big Fabio a fines de los ‘90. Se llamaba
The Beat y cada noche hablábamos de la música que nos gustaba, venían otros DJ y amigos e intercambiábamos ideas y novedades. Definitivamente es algo que haré en otro momento de mi vida, cuando deje de viajar tanto.
–En los últimos años, el rock perdió a varios de sus ídolos, algo que sirvió para tomar noción de que parecemos destinados a ver morir esas figuras, por una cuestión de época. La electrónica, si bien es una cultura con menos años, también vio morir grandes nombres, como Frankie Knuckles. ¿Esa noción de pérdida del rock puede ser transitiva en la electrónica? ¿La nostalgia funciona de igual manera en el dance?
–Seguramente sí, lo que pasa es que los grandes íconos de los comienzos de la música electrónica no eran tan populares como los del rock. De ahí que cuando murió Frankie Knuckles, por ejemplo, sólo repercutiera fuerte en el mundo de los DJ y algunos fans, no en un ámbito mucho mayor. De aquí a 20 años creo que será diferente, ya que muchos DJ y productores han alcanzado una notoriedad altísima, infinidad de seguidores, y también está el hecho de que la música electrónica en sí ya es mucho más relevante en cualquier ámbito que unas décadas atrás.
–Más allá de la música, ¿has desarrollado alguna otra afición en estos años?
–Lo que más me importa es mantener un buen balance entre mi familia y mi carrera. El ritmo de un DJ global es muy vertiginoso y hace que casi todos los fines de semana esté en una o dos ciudades del mundo, por lo que todo el tiempo libre que me queda se lo dedico a mi mujer, a mis hijas y a mis amigos. Veo mucho cine y series en los vuelos. Me gustan mucho Scorsese, los hermanos Cohen y también los documentales de música.