Que la industria no manche un gran legado
Días atrás se cumplieron 30 años de la edición de Faith, primer álbum solista de George Michael. Con la muerte del cantante británico, era de esperar una edición conmemorativa de ese exitoso disco. Sin embargo, Columbia Records no siguió la lógica del aniversario y publicó un pastiche que será recordado por su oportunismo e inconsistencia. Listen without prejudice /
MTV Unplugged es el título elegido para la reedición del segundo trabajo solista de Michael (originalmente lanzado en 1990). La nueva versión incluye, como es de esperar, el concierto filmado para el canal de música, pero también aprovecha para hacer uso de material descartado y rarezas. ¿Qué tiene que ver un
unplugged registrado en 1996 con el segundo álbum del cantante? Poco y nada. Pero eso no es todo. El disco que incluye el concierto acústico cierra con una nueva versión de Fantasy, un lado b de
Listen without prejudice que fue abordado por Nile Rodgers y convertido en un hit atemporal en potencia. Por supuesto, no tiene nada que ver con el registro del show filmado para MTV.
En el tercer CD que se puede encontrar en la edición deluxe (o en Spotify), el desconcierto es aún mayor. Entre “radio edits ”y diferentes mezclas, se incluyen tres versiones de Freedom ‘90 y otras dos de la mencionada
Fantasy. ¿Hace falta? En estos casos, vale preguntarse cuál es el objetivo de una reedición. ¿Se intenta revisar una obra desde una perspectiva histórica? ¿Se busca profundizar la mirada sobre un trabajo puntual? ¿O es más bien una simple excusa para conseguir ventas fáciles acudiendo a movimientos de archivo?
George Michael es uno de los cantantes más importantes en la historia del pop. Que el hambre voraz de la industria discográfica no logre manchar un legado de vanguardia, sensualidad y sofisticación.