VOS

Mañana será la final del ¿último? “Bailando”.

- Ernestina Godoy Punto de vista

S i hay algo que quedó claro para el fiel seguidor de ShowMatch es que el programa no escapa a la realidad del país. A pesar de los bailes, los brillos y las luces encegueced­oras, los problemas políticos y económicos complicaro­n la emisión del programa más importante de la Argentina de las últimas décadas.

Más allá de los detractore­s del ciclo, el peso que tiene a la hora de marcar la agenda televisiva es innegable. Sin embargo, ningún otro año de ShowMatch fue tan difícil como este. El comienzo un poco tardío del ciclo en el nuevo estudio La Corte fue la primera señal de un año atípico. Pero los eternos elogios hacia el estudio de los participan­tes y la producción fueron tan resonantes que parecían auspiciar un año excelente para que el “Bailando” brillase como nunca.

Luego vinieron los problemas personales de Marcelo Tinelli que hicieron dudar acerca de su continuida­d en el ciclo: los fuertes rumores sobre su salud, el alejamient­o del mundo del fútbol y, a modo de broche de oro, los problemas económicos producto de la venta de Ideas del Sur al Grupo Indalo. La figura del conductor no parecía ser tan intocable después de todo.

Con respecto a la salud, se vivió uno de los momentos inolvidabl­es del año cuando Tinelli se quedó sin voz en medio del programa. El conductor fue asistido por el médico y dejó el timón en manos de Moria Casán. Ese momento casi anecdótico se dio en el marco de su conflicto con la AFA y del poco apoyo que encontró en sectores políticos.

Semanas después se conoció la renuncia del bolivarens­e de todos sus cargos en el mundo del fútbol. Pero una vez apagado ese incendio, el conflicto con el grupo empresaria­l se avivó con todas las fuerzas. Esta vez el problema fue mayor: miembros claves del staff –jurados, conductore­s de programas satélites y técnicos- estuvieron durante meses sin cobrar sus sueldos.

Las declaracio­nes de Tinelli dejaron traslucir sin reparos la difícil situación en la que se encuentra, lo que rompe con el bajo perfil que solía tener respecto de las negociacio­nes empresaria­les. En el mes de octubre, por caso, utilizó su cuenta de Twitter para manifestar su enojo: “Te dan cheques sin fondos, no te pagan lo firmado y desaparece­n. Después aparecen otros nuevos y te extorsiona­n. En 35 años no vi nada igual”.

La semana pasada, en la entrega de los Premio Tato, agradeció el galardón haciendo un balance del año: “Estamos muy felices, muy contentos de que en un año muy complicado de la productora podamos estar haciendo este programa (...) Este programa es posible gracias a todos los que trabajan y se matan día a día por hacerlo, con la mejor onda, como si absolutame­nte nada pasara”.

En ese aspecto Tinelli hizo lo que pudo y pagó de su bolsillo los costos para continuar con ShowMatch al aire, aunque a media máquina. Cada emisión en vivo cuesta tres millones de pesos, costo que se reduce con las dos emisiones grabadas a la semana. De todos modos, dos emisiones en vivo semanales fueron suficiente­s para ser lo más visto de la televisión argentina en 2017.

Otra consecuenc­ia de esta medida fue la suspensión del ritmo aquadance, ya que exige un presupuest­o por encima de lo factible. Además, varios programas satélites al “Bailando” vieron en riesgo su continuida­d, debido a la ola de despidos necesarios para reajustar los gastos.

Cuestión de números

Pero el show debe continuar y continuó. El rating de ShowMatch mantuvo a El Trece líder durante la mayor parte del año, y sólo perdió seguidores cuando compitió con partidos de fútbol colosales. La única amenaza en el horizonte fue la ficción turca El Sultán de Telefé, aunque nunca llegó a vencerlo en las planillas de rating finales.

Hasta el momento, Tinelli está comprometi­do con la continuida­d del programa en 2018. Luego de rescindir el contrato que lo mantenía atado al Grupo Indalo, analiza armar una pequeña productora o recibir mayor apoyo financiero de El Trece para garantizar sin sobresalto­s el ciclo y los programas satélites el año que viene.

Lo que aún no es seguro es que el ciclo siga bajo la denominaci­ón de ShowMatch. A raíz de la reciente convocator­ia a acreedores que solicitaro­n los nuevos dueños del Grupo Indalo, Tinelli podría perder la marca que mantiene desde 2005, cuando dejó VideoMatch. Lo que sí es seguro es que no hay cambio de canal y que el conductor más famoso del país está redoblando esfuerzos para poder continuar.

Este año quedó claro que el “Bailando” no es solamente un show televisivo. Las luces de las cámaras ponen en marcha en cada emisión un engranaje de acuerdos y alianzas que lo hacen un componente más de la realidad política argentina. Están los bailarines, los reidores, los productore­s que se enamoran de bailarinas, y los artistas de segunda selección que esperan ser besados por la cámara. Pero eso se sostiene con un entramado político y económico que, si todo continúa según los planes de Tinelli, no serán un obstáculo para la edición 2018.

TRAS RESCINDIR EL CONTRATO CON EL GRUPO INDALO, TINELLI ANALIZA ARMAR UNA PEQUEÑA PRODUCTORA O RECIBIR MÁS APOYO DE EL TRECE.

 ??  ?? En dudas. Cómo afrontaría el compromiso de “ShowMatch” durante 2018 es un interrogan­te que ni Tinelli puede responder hoy.
En dudas. Cómo afrontaría el compromiso de “ShowMatch” durante 2018 es un interrogan­te que ni Tinelli puede responder hoy.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina