VOS

Tevé. Una opinión sobre el reality de Luli Salazar.

- Cristina Aizpeolea caizpeolea@lavozdelin­terior.com.ar

“Yo creo que cambiar os pañales de mi hija nomevaa producir nada. Reconozco que tal vez el de otro bebé que no sea mío me va a generar un poquito de asquito, pero el de mi hija seguro que no (...). Creo que voy a ser una gran mamá: dedicada, sensible y con mucho amor para Matilda”.

La frase funciona como una declaració­n de principios, a la que le seguirán otra serie de confesione­s sobre su ansiedad primeriza. Estamos en la era mediática donde vale compartir todas las intimidade­s y Luciana Salazar es una estrella de ese firmamento. Está a punto de ser mamá y tiene mucho para contar. Tanto, que se planeó un especial de seis capítulos sobre su debut maternal. Finalmente quedó reducido a un programa de 60 minutos, un

reality con el foco en la frivolidad, que parece protagoniz­ado por una Barbie jugando a las muñecas.

Luli es la madre de una beba hermosa, Matilda, gracias a la subrogació­n de vientre, una técnica de fertilizac­ión asistida que en Argentina quedó en medio de una disputa moral-legistativ­a en la reforma del Código Civil (fue eliminado a último momento del articulado), pero que en Estados Unidos se oferta abiertamen­te en los congresos de la especialid­ad y se consigue sin problemas, a cambio de 50 o 70 mil dólares.

El costo de esa práctica impide que numerosas parejas que no pueden concebir accedan a esa ayuda de la ciencia (en Argentina sólo se logra mediante acciones judiciales muy puntuales), pero es noticia corriente porque permitió que artistas como Flor de la V, Marley o Luli Salazar hicieran realidad su deseo.

Rodeada de asistentes y productore­s, amigas que parecen esclavas, gente que la peina, la viste, le pone crema en las piernas y sonríe cuando la maltratan, Luli expone toda su neurosis prenatal. Ella se ufana haber “vuelto loca” a la pastelera de la torta del Baby Shower, a sus hermanas, a la diseñadora de la habitación de la bebé que ideó un guardarrop­a con luces “para que sea adicta a la ropa como la mamá”, y a todos los que orbitan a su alrededor, listos para atajar el próximo estallido.

Luli está por ser mamá y no soporta la suciedad, no soporta el desorden, no soporta la impuntuali­dad, no soporta perder el control, no soporta los olores. Lo dice, lo repite frente a cámara. Luli es transparen­te, franca, pero evita la palabra caca. Prefiere decir popó.

Nace la nena y la conocemos. Es una muñeca y somos testigos de su primera producción para la revista Hola.

El reality continúa con secciones increíbles: “Accidentes de madre, dificultad­es con el chupete”, “Complicaci­ones de madre: Matilda llora por la noche”, o “Un poco de relax y placer: en yate por el Caribe”, donde Luli deja a la gordita durmiendo un rato y sale a navegar y a brindar con champán con un amigo.

Buenos deseos

Más que en los mandatos, me gusta creer en los deseos, en las búsquedas que iluminan el camino. De verdad pienso que las personas no necesitan un hijo para realizarse en la vida (y no digo “mujeres”, para no dejar afuera a los varones o a las parejas del mismo género), pero sé que cuando se presenta ese deseo, es tan poderoso que es capaz de nublarlo todo.

Ya de este lado del río que divide a los que tenemos hijos de los que no, confirmo lo que dicen todos: llegan a nuestras vidas y nos cambian para siempre. Cuando eso ocurre, vemos los hilos invisibles que nos unen con cualquier otro padre del mundo. Nos alegra que al hijo del otro le vaya bien y somos capaces de sufrir por la madre de un jugador ignoto de fútbol que erró un penal en el último minuto.

No dudo del deseo de Luli Salazar (a nadie le importaría tampoco), pero desconfío de su falta de empatía con los que están en su misma situación y no pueden ir a Miami a buscar su muñequita.

Luli está feliz porque su nena no vomita con olor feo. “Es inodora mi hija”, se alegra. Eso sí que es una suerte para una Barbie.

 ??  ?? Madre e hija. El reality expone las ansiedades y actitudes de Luciana Salazar frente a la maternidad.
Madre e hija. El reality expone las ansiedades y actitudes de Luciana Salazar frente a la maternidad.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina