VOS

Escuela de rock

Creedence Clearwater Revisited llega al Cosquín Rock con la chapa de ser una leyenda y con un repertorio de canciones inolvidabl­es. Charla con Doug Clifford, baterista y miembro original del grupo.

- Andrés Fundunklia­n afundunkli­an@lavozdelin­terior.com.ar

“EL PROYECTO NACIÓ PARA REVISITAR LA MÚSICA DE CREEDENCE. ASÍ QUE NO, NO HAY CANCIONES NUEVAS”.

H ay pocas bandas de rock que pueden jactarse de tener un legado tan importante como el de Creedence, con canciones que ya acreditan más de medio siglo y siguen totalmente vigentes. Tan es así, que hace unos años uno de esos temas (Bad moon rising) traspasó todas las fronteras y llegó a las canchas de fútbol, convirtién­dose en un himno de la hinchada argentina en el Mundial 2014.

Es cierto que Creedence Clearwater Revival duró solamente cinco años, pero también hay que decir que el período fue muy prolífico, con siete discos de estudio y decenas de hits radiales. Aunque sus integrante­s siguieron activos, no fue hasta 1995 que dos de ellos se propusiero­n volver a recrear esas canciones. Tras la negativa de John Fogerty (cantante y principal compositor), el bajista Stu Cook y el baterista Doug “Cosmo” Clifford decidieron armar otro proyecto: Creedence Clearwater Revisited se puso en marcha. Hoy, casi 25 años después, la banda llega por primera vez a Córdoba para tocar en Cosquín Rock.

“Estamos muy excitados. Absolutame­nte. Siempre que vamos a Sudamérica pasamos un gran momento y nos encanta ir a lugares nuevos”, introduce Clifford del otro lado del teléfono, todavía en su casa a orillas del Lago Tahoe en la zona montañosa de California.

–¿Qué te produce tocar en festivales? Más en uno donde se mantiene un poco ese espíritu del primer Woodstock del que fuiste parte. ¿Qué recordás de ese momento histórico?

–Mientras haya mucha música y muchas ganas del público de escucharla, va ser genial. Yo vivo en la montaña, así que conozco la atmósfera. Es naturaleza. Mi sobrenombr­e es Cosmo, porque soy un hombre de la naturaleza. El público en Argentina sabe cómo pasarla bien y te lo hacen saber, eso es hermoso. En cuanto a Woodstock, recuerdo que fue un día complicado por las condicione­s climáticas, aunque el concierto fue inolvidabl­e. Esperemos que el sábado (por hoy) esté todo bien.

–Ya son más de 50 años en la música y casi 25 desde que volvieron a girar con las canciones de Creedence con Revisited. ¿Qué te inspira para seguir?

–Creo que lo hacemos todo por los fans. A nuestros shows van tres generacion­es, eso es asombroso. Vemos la familia completa: abuelos, padres y nietos. Humildemen­te, no hay muchas bandas que puedan hacerlo. Eso quiere decir que nuestra música ya pasó la prueba del tiempo. Muchos me preguntan si estoy cansado de tocar y la respuesta es “de ninguna manera”. Hasta que pueda, voy a seguir. No hay garantía de un mañana para nadie, cualquier cosa puede pasar. Ahora mismo pienso en subirme al avión y volar a para tocar en Chile y Argentina. Nada más.

–Publicaron varios discos en vivo con Revisited. ¿Piensan en nuevas canciones?

–El proyecto nació para revisitar la música de Creedence Clearwater Revival, ese es el concepto. Así que no, no hay nuevas canciones. Después de girar tanto, creo que ya nos dimos cuenta que es lo que quiere el público: los hits. Esa canción con la se conocieron con su pareja o con la que bailaron por primera vez en una fiesta. Cada uno tiene su favorita. Pero todos quieren escuchar los hits.

Como hermanos –La música de Creedence influyó a muchas bandas de los últimos años. ¿Alguna te llama la atención?

–No es un artista tan nuevo, pero comparado con nosotros sí lo es. Amo a Bruno Mars. Soy un gran fan de él. Lo tiene todo: canta bien, escribe bien, baila bien, es un gran entretened­or. Con respecto a las influencia­s, tomo como un gran cumplido que músicos más jóvenes nos tomen como referentes. Es un honor y un desafío al

mismo tiempo.

–La base siempre ha sido una marca registrada en Creedence. ¿Cómo es tocar tanto tiempo con un mismo compañero?

–Cuando empezamos con Stu (Cook, bajista) teníamos 15 años, había mucha hermandad y mucha pasión, estábamos muy unidos. Nuestro sonido viene de ahí. Fuimos aprendiend­o a tocar juntos, como un niño cuando aprende a caminar: primero gatea, después se empieza a parar con balanceos y después se suelta y camina por toda la habitación. Fue un poco así, bien natural. Con Stu seguimos tocando por más de 50 años, imaginate. No sólo canciones de Creedence, sino también otros proyectos en la década de 1970. Es un regalo. Un regalo que le queremos dar a nuestro público. Casi como una amistad.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina