Sergio Zuliani estrena ciclo de El Doce
El conductor arranca en El Doce con “Entre gallos y medianoche”, su nuevo programa de televisión. “Maltratamos la tevé cordobesa, pero la vemos”, asegura.
–Comenzás un nuevo ciclo de tevé. ¿Cómo podés sintetizar lo que vamos a ver al aire?
–Como un show de noticias, música y humor. Una mesa con profesionales del periodismo, el derecho, la política, el deporte, el humor que discutirán sobre dos grandes ramas temáticas: la agenda de la semana y la agenda propia. Matizado por segmentos de humor y canciones del “Greco”. En el arranque me acompañan Nico DiFiore, Pepe Reyna, el doctor José Dantona, Ani Carrizo y Mar Tarrés.
–La expresión “Entre gallos y medianoche” se usa para decir que se hacen las cosas de manera solapada. En este caso, ¿cómo juega el título a la hora de los temas que van a tocar? ¿Te permite licencias para ser más crudo o directo?
–Sí, totalmente. Amén de que la expresión correcta sería “entre medianoche y gallos”, porque la madrugada se ubica cronológicamente así. Es gracioso. Pero sí. No hay que olvidar que debuté en ese horario y vuelvo a casa, Audiovisión, con Jorge Zapata, el tipo que me sacó de un diario y me sentó frente a una cámara de tele. La mesa de debate sobre temas crudos la hicimos en 1990 con Miguel Clariá, Ricardo Césari, Tere Belloni, Aldo Lumbía y Gonio Ferrari. La crudeza de aquellos temas quizás sería demasiado fuerte para hoy. Pero vamos por ese camino. En el primer programa tratamos de responder una pregunta: “¿Es tan sencillo armar en Córdoba una banda de ladrones comando como la que produjo el sangriento asalto en Nueva Córdoba?”. Se van a sorprender.
–Decís que es el programa que Córdoba estaba esperando, ¿qué busca en definitiva el televidente?
–La mirada cordobesa de los contenidos globales es fundamental. Lo “glocal” (global-local) es mi obsesión, en todos los órdenes de la comunicación. Los cordobeses vemos televisión cordobesa. La maltratamos un poco a la hora de opinar sobre ella, pero la vemos.
–Hacés radio y tevé, ambas en formatos tradicionales. ¿Creés en ellos como vigentes aún? ¿O pensás que el futuro estará en productos híbridos o que mezclen un poco de todo?
–Empecé periodismo con máquina de escribir, cuartillas y mesa de armado. Y me fui adaptando a la tecnología con la mejor predisposición. La amo. Pero si me apagás todo hoy te resuelvo las cosas con la Biblioteca Mayor, recortes de diario y reuniones cara a cara con las fuentes. Está muy bueno poder echar mano a todas las herramientas que fui conociendo. No reniego de ninguna. Ni del café con la fuente en off ni el prestarle atención a las métricas en redes. A fin de cuentas, el contenido es cada vez más importante. Y a eso me dediqué siempre.
–Todos los años tenés tu programa de tevé, ¿se puede hacer televisión en Córdoba o es una batalla muy complicada?
–Sí. Definitivamente. Porque cuesta plata y conseguirla es dificilísimo. Hablo no de poner una mesa con un potus o un plasma detrás. En la primera temporada de 70/80 éramos muy secos con Mario Almada, pero inventamos el programa de una hora... ¡a una cámara! Era la piecita, ¿se acuerdan? Los años anteriores le metimos mucho pesto escenográfico y edición. Hoy este regreso a lo grande de Audiovisión se va a notar. Vamos con todo.
–Con respecto a los contenidos, tanto radiales como de tevé: ¿en qué lugar pensás que
está Córdoba?
–Es la segunda plaza del país. Tiene la principal radio y el principal medio gráfico del interior. Dos canales importantísimos. Por desgracia quedan pocos espacios en esos canales, pero estas son las reglas así que si los ocupamos tiene que ser con lo mejor.
–El anuncio del supuesto retiro de Mario Pereyra movilizó bastante las aguas en la radiofonía. ¿En qué medida te afectó y cómo ves el panorama de cara a un futuro retiro real?
–En lo humano fue una noticia fuerte, más allá de lo anecdótico de mi ida y demás (ya pasaron cinco años), fueron 17 años de compartir el volante de una Ferrari que va seis horas diarias a 400 kilómetros por hora. Y tuve la enorme fortuna de poder manejarla. Pero el tiempo es inexorable, qué se yo. No especulé con el retiro de Mario estando en Cadena 3, menos voy a hacerlo ahora.