Una cordobesa en Mar del Plata.
Cecilia Barrionuevo fue elegida como la próxima directora creativa del mayor festival de cine de la Argentina. Los desafíos por venir.
Sólo una edición y menos de un año duró el estadounidense Peter Scarlet al frente de la dirección de Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, una decisión incomprensible en su momento para un festival que arrojó cierta disparidad. Sin embargo, Scarlet continuará vinculado como asesor.
En las últimas horas se conoció cuál sería el reemplazo, y todas las miradas apuntaron hacia Córdoba: Cecilia Barrionuevo, que acaba de terminar su labor como programadora en el Lincoln Center de Nueva York, fue el nombre elegido para la dirección artística del mayor evento cinéfilo de la Argentina, cuya edición 33ª se realizará del 8 al 18 de noviembre.
El presidente del Incaa, Ralph Haiek, dijo que la cordobesa “conoce y quiere al Festival de Mar del Plata y es una programadora extraordinaria con reconocimiento internacional. A pesar de su juventud, tiene una experiencia y un recorrido que pocos poseen y se respalda en un gran trabajo de equipo con los programadores que hizo que Mar del Plata tenga una programación de excelencia en los últimos años”.
Barrionuevo, que lleva ocho años vinculada al festival marplatense, se convertirá además en la primera mujer al frente de la dirección artística, cuya presidencia mantiene José Marínez Suárez (uno de los principales impulsores de la elección).
Desde Nueva York, Barrionuevo agradeció la elección: “Sé que, de alguna manera, este honor no se me concede a mi sola, sino a un equipo de programadores que viene trabajando desde hace muchos años con dedicación, compromiso y pasión por el cine”. El vicepresidente del Incaa, Fernando Juan Lima, agregó que “se trata de una gran noticia para el festival y para la cinefilia argentina y del mundo y es un reconocimiento al gran trabajo que realiza un sólido equipo”.
Cecilia comenzó su carrera en el cineclub El Ángel Azul, que dirigía Daniel Salzano, y con él y un equipo trabajó en lo que luego sería el Cineclub Municipal Hugo del Carril.
Sobre su experiencia en Mar del Palta, contó a Número Cero: “A los pocos meses de volver de España me llamaron para que me sumase al equipo. Fue una gran sorpresa. Yo había asistido como espectadora tanto al Festival desde su retorno como al Bafici desde sus inicios. Que me llamaran para trabajar era como una especie de sueño impensable. Comencé en 2010. Fue repentino y tuve que formarme rápidamente. No hay una carrera que te enseñe cómo se hace un festival de cine. Se aprende haciéndolo”.