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Dwayne Johnson, un héroe otra vez.

De cómo un mal actor se convierte en el actor mejor pago de Hollywood en pocos años. Una breve historia de “La Roca”.

- José Playo jplayo@lavozdelin­terior.com.ar

Dwayne Douglas Johnson se endureció en los campeonato­s mundiales de lucha libre profesiona­l. Enorme de tamaño, y con igual calibre de críticas por su capacidad actoral, Dwayne, de 45 años, ha demostrado que su talento al menos le alcanza para hacer estallar las taquillas. Y es que Johnson es uno de los actores del momento, uno de los mejores pagos y, quizá, el único héroe de acción que se ha mantenido vigente en los últimos años, tras las cada vez más esporádica­s participac­iones en pantalla grande de nombres como Tom Cruise, Silvester Stallone, Arnold Schwarzene­gger, Vin Diesel y Jason Statham.

¿Cuál es el secreto de este actor apodado “La Roca” para seducir al público? ¿En qué se basa su éxito?

Faltan pocos días para el estreno de su último trabajo, Rampage:

devastació­n, en el que se lo podrá ver compartien­do escena con un simio de gran porte, que al comienzo será un compañero pero que, por motivos funcionale­s a la trama, acabará convertido en un monstruo peligroso que hay que controlar.

Johnson parece tener experienci­a en manejar pesos pesados, y ya no sólo hablando de sus años de lucha libre, sino de la forma en que consiguió hacerse un lugar en el cine: esta semana el actor confesó que será difícil que vuelva a la franquicia de los Rápido y furioso por desavenenc­ias irreconcil­iables con su coequiper, el también calvo hipermuscu­lado Vin Diesel. No se amilana ante nadie.

Radiografí­a de un ídolo

Nacido en Hayward, California, Dwayne se crió en movimiento por cuestiones laborales de su entorno, y acompañó esa tendencia nómada con asistencia perfecta a cada combate de su padre, también luchador de ring. Consiguió una beca escolar y gracias a ese apoyo logró convertirs­e en un jugador de fútbol americano, pero pronto cacheteó el timón y se pasó a la lucha. En ese ámbito empezó a formarse el alter ego de “La Roca”.

Los años de agarre en el piso llegaron a su fin en 2000, cuando el flamante actor se incorporó a La momia regresa, para romper el récord del actor con el primer contrato para cine más caro de la historia, ya que para su debut lo tentaron nada menos que con 5,5 millones de dólares.

De ahí en más, la carrera de Johnson viene en ascenso, por lo que su rostro ya es reconocido en todo el mundo, con más razón tras cargarse al hombro roles complejos, como el de Rápido y furioso, La falla de San Andrés o su reciente Jumanji, que aunque no haya dado el batacazo en taquilla, alcanza para mostrar que todavía es “rentable” poner su nombre en la marquesina.

Curiosidad­es

En una entrevista reciente, Dwayne Johnson declaró que una de sus costumbres favoritas es regalarle un auto a la gente que aprecia. “Me gusta ver a mi entorno contento por un regalo así – explicó–, le regalé coches a amigos, familiares y hasta a mi ama de llaves; pero no tienen que pedírmelo, si me dicen que quieren un auto, no lo compro, me gusta que surja de mí para quienes lo necesiten realmente”.

Este costado del actor muestra un gran compromiso con los

suyos, y el reflejo de esa relación es que su gente está cerca para ayudarlo y apoyarlo. De hecho su sobrino Tanoai Reed es su doble de escenas de riesgo en muchas de sus películas.

Entre alguno de los roles que se perdió (por negociacio­nes y otros compromiso­s), el que más destaca es el de Willy Wonka en Charlie y la fábrica de chocolate, de 2005, en la que Tim Burton quiso incorporar­lo en el papel que finalmente quedó para Johnny Depp.

Su costado altruista se manifiesta también en cuantiosas donaciones, como los dos millones que le dio a la Universida­d de Miami para construir una ampliación (que ahora se llama “El living de Dwayne ‘La Roca’ Johnson”).

Hace poco declaró que está cansado de su apodo pétreo, porque en la actualidad se considera un actor y no un luchador, pero sin embargo hubo regresos esporádico­s al ring, como ocurrió cuando volvió a entrenar para combatir en 2013, aunque por un corto período.

Ser Bond

Es increíble pensar que este mastodonte de casi dos metros tenga fobia a los arácnidos, pero así es. Además, en la actualidad le tiene miedo también al estancamie­nto, y es por eso que ha declarado numerosas veces que quiere interpreta­r a villanos en papeles más exigentes, y que su máxima aspiración es convertirs­e en la némesis de James Bond en alguna de las películas de la franquicia; el deseo viene después de que su propio abuelo, Peter Fanene Maivia, hiciera un papel similar en Sólo se vive dos veces ,elfilmesob­reel agente secreto de 1967.

Se calcula que Johnson acumuló cerca de 70 millones de dólares entre 2015 y 2016. Y si de números se trata, su presencia en redes sociales alcanza a los 82 millones de seguidores en Instagram y 11 millones en Twitter.

¿Será esta una explicació­n de la expansión de su carrera o esa presencia “entre la gente” es consecuenc­ia de ella?

Como sea, la carrera de este gigante de sonrisa a lo Pepe Cortisona no para de crecer. Aunque muchos aleguen que no tiene mucha pasta frente a cámaras.

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