Un viaje cósmico de rock and roll
“Todos tenemos espinas, y sin espinas, no hay rosas”, dice la voz grave de Lalo Mir sobre el riff pesado que lleva el tempo de la canción Rosas de sangre de la banda cordobesa Jorge a Marte.
Editado el año pasado, pero con presentación oficial esta noche,
Generación frenesí es el álbum debut de la banda que condimenta su rock con un poco de funk y pop.
Y si el debut puede ser un desafío para cualquier banda que muestras sus cartas por primera vez, lo de Jorge a Marte es al menos, promisorio. Es que la banda juega en un lugar incómodo: en el remanido rock and roll de guitarras filosas. Y es justamente ahí donde hay que mostrar alguna cara nueva para poder diferenciarse de lo que suena a lugar común.
Más allá del tema Castillo (corte del disco) o Generación
frenesí, canción que da título a la placa, el viaje de los chicos se vuelve interesante cuando se despojan un poco del vibrato distorsivo y ponen la voz clara al frente.
En el track list del álbum, Sirio (con Nahuel Barbero de Hipnótica), es el primer agujero negro en este cosmos, la pausa que penetra a la escucha superficial y nos pone atentos. Más adelante llegará La oscuridad, la otra balada triste que el disco regala.
Pero el viaje es largo y la turbulencia también se vuelve necesaria por momentos, además de las citadas Castillo y Generación frenesí, las piezas Si me dan a elegir y Cóndor (con los Bersuit Daniel Suárez y Germán Sbarbati de invitados) se convierten en una buena previa cancionera para, ahora sí, terminar sacudiendo los cuerpos con
Paradise y Na na na. El viaje de Jorge está iniciando y ahora llega el momento de plasmar en el vivo todas las buenas intenciones que quedaron registradas en sus canciones originales. Es así que sobre las tablas confirmarán, o no, que salir al espacio es cosa seria.