7 preguntas a Benjamín Amadeo

El actor y músico habla de su debut discográfico y adelanta que se viene algo nuevo. Mañana actúa en Córdoba.

–Estás cerrando la etapa de tu primer disco, “Vida lejana”. ¿Esperabas tan buena repercusión?

–Se la re bancó. Pasaron un montón de cosas lindas que yo no pretendía, y eso está bueno porque trabajas sin presión. El objetivo siempre fue hacer el mejor disco posible, tomándose todo el tiempo necesario para hacerlo. La ansiedad es un pésimo compañero para los procesos creativos. Tenemos la ansiedad de sentir la aprobación, los estímulos, al público... Pero las cosas que van a perdurar son las más honestas. –¿Qué creés que tiene el disco?

–Muchas cosas se dieron porque había un disco en serio en la calle. Es mucho más fácil a veces ganar atención que ganarse el respeto, pero el segundo camino es más interesante. Es un disco que se ha respetado y eso se disfruta. Desde los premios a las invitaciones que he tenido a cantar con los artistas más grandes del país. Y esto es producto, primero, de una generosidad enorme de ellos, y porque es un disco que tiene aroma de algo en serio.

–Es un disco íntimo y reflexivo, de muchas preguntas, pero también muchas respuestas… –Desde las letras es un disco con mucha reflexión y mucho

aprendizaje. Creo que está mucho más cerca de la reflexión que de la memoria, y eso es una forma de poner el aprendizaje en un estado eterno. Al ponerlo en una canción se lo das a la gente, y me queda a mí cuando lo vuelvo a oír.

–Ya lanzaste “Cada noche”, un tema nuevo. ¿Por ahí vendrá el próximo material?

–Tengo muchas incertidumbres sobre cómo se hacen las canciones todavía, y eso no se me va a ir nunca. Todo el tiempo estás aprendiendo. Hay canciones que nacen desde el ritmo, otras desde la letra... Van cambiando. El anterior fue un disco en el que necesitaba sacar ciertas cosas. Pero lo que me da más placer es que con el tiempo fue disolviendo el prejuicio que un actor puede tener

con la música.

–Hiciste tevé, teatro y cine, ¿cómo te cambió el escenario de la música?

–Me confirmó una sospecha. Antes de mi primer show, que fue en Córdoba, tenía mucho pudor y ahora no me quiero bajar. Esto me confirma la idea que es algo que tengo que hacer para mí principalmente. Y si la gente se suma, es un placer sin comparación.

–Una de las cosas gratas que ocurrrieron con tu disco fue el encuentro con Abel Pintos, ¿cómo se dio eso?

–Fue angelado, porque no me lo esperaba. Su propuesta fue de lo más delirante para mí. Me dijo que quería que lo acompañe en su gira, yo pensaba que era para abrir los shows, pero él me dijo que quería que entre en el medio del concierto, que primero hagamos una canción juntos, luego que yo cante una solo y después una más juntos. Hicimos varias fechas de su gira y me trajo a cantar al Orfeo, algo que jamás pensé que con un año del disco podría pasar.

–Fuiste telonero de Ed Sheeran. Otro artista que te invitó fue Ciro Martínez. ¿Por qué creés que lo hacen? ¿Cariño, respeto, onda?

–No lo sé, me gusta pensar que hay cierto respeto. Conozco algunos motivos de Abel, que me reservo contar, pero que tienen que ver con el trabajo en la música. Además, él instaló en mí una semilla, que creo que a su vez León Gieco se la instalo a él, que me obliga de una sana manera a tener esa conducta con otros artistas. Hoy no creo poder cambiarle la historia a nadie, pero eso de ayudar a otros es algo que ya tengo incorporado.