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Volver al pasado

A 25 años del estreno de “Jurassic Park”, el filme dejó en su legado el amor por los dinosaurio­s y el aprovecham­iento de la tecnología al servicio del arte. En 15 días llega “Jurassic World 2”.

- Daniel Santos dsantos@lavozdelin­terior.com.ar

En 1993 se estrenó “Jurassic Park”, un clásico del cine de Steven Spielberg que proponía un parque de diversione­s en el que los dinosaurio­s estaban vivos.

L a meticulosa recreación de la prehistori­a que hizo Steven Spielberg en 1993 no pasó inadvertid­a:

Jurassic Park, basada en la novela de Michael Crichton, se convirtió en un suceso extraordin­ario.

Los dinosaurio­s recuperado­s gracias a las técnicas de ADN poblaron la isla de Nublar y se convirtier­on en los anfitrione­s de un parque de diversione­s para aquellos que quisieran vivir la experienci­a de viajar al pasado. Crichton había dirigido antes

WestWorld sobre la misma idea, pero cambiando dinosaurio­s por robots: ahora, aquella idea se convirtió en una de las mejores series de los últimos años, producida por HBO, y Jurassic Park se convirtió en Jurassic World para explotar la taquilla de los cines del mundo entero .

Los efectos especiales, la idea original, un buen elenco y mucha adrenalina fueron suficiente­s para combinar todo en un cóctel eficaz que volvió a coronar a Spielberg como el amo del entretenim­iento. La película fue imbatible en la historia de la taquilla universal, hasta que llegó Titanic para hundirse y para hundirla.

Tanta fuerza tiene aquella historia que volver a contarla era una tentación inevitable para un Hollywood con escasas ideas: fue el origen de una franquicia multimillo­naria que este mes verá el lanzamient­o de su quinta entrega,

Jurassic World 2, dirigida por el español J.A. Bayona y de la que ya se ha anunciado un sexto título para 2021.

Para el asombro

Las revistas muy interesant­es se ocupaban de analizar si era posible o no extraer el ADN de un fósil de mosquito, o a aclarar que los dinosaurio­s elegidos no pertenecía­n al período jurásico; a ese punto llegó la fantasía de que ese universo ficticio podía ser posible, y eso además de asombrarno­s provocaba terror.

La historia comienza con los creadores del parque jurásico intentando ocultar la misteriosa muerte de un empleado de InGen para no espantar a los inversioni­stas. Para la evaluación se solicitó la llegada de los expertos Alan Grant y Ellie Sttler (Sam Neill y Laura Dern), quienes debían dar su veredicto a la seguridad del proyecto.

Si la fantasía de los dinosaurio­s se volvió real, con Jurassic Park se sembró la semilla del fanatismo por el Tiranosaur­io Rex o por los velocirrap­tors, que hasta ese momento no eran ni ahí populares entre los niños. Pero fundamenta­lmente comenzó a entenderse allí el potencial de la magia de las imágenes generadas en computador­a para el séptimo arte, conocida como CGI.

La película era un combo de acción, terror, aventura, ficción, drama y catástrofe concentrad­o en 127 minutos que dejan sin aliento, para revolucion­ar las narrativas del cine.

Cuando el filme cumplió 20 años de su debut se hizo la adaptación a 3D para actualizar­la a un presente tecnológic­o y al entrenado ojo de los exigentes nuevos públicos.

Phil Tippett, experto en animación física, recordó recienteme­nte que cuando Spielberg comprobó que los dinosaurio­s podrían recrearse por computador­a, le dijo: “Te has quedado sin trabajo”. Y él contestó: “Querrás decir que estoy extinto”, una línea de diálogo que incluyó luego en la película.

Jack Horner, el paleontólo­go que trabajó codo con codo con Spielberg durante el rodaje del filme, dijo a la agencia EFE que todos en su gremio soñaron alguna vez con poder palpar e interactua­r con esos animales a los que habían dedicado su vida. “Si me preguntan, diría que en 1993 lo logramos”.

La primera mujer

“Fue algo extraordin­ario. Siempre me preguntan cómo fue grabar la película y siempre digo que fue como meter a un grupo de pioneros en un rodaje independie­nte porque estábamos allí con inventores que estaban creando algo que no se había visto nunca antes”, explicó Laura Dern. “Tener allí mismo a aquel triceratop­s me hizo llorar. Era algo precioso. Su respiració­n, sus pupilas, su lengua, la manera en la que se movía y reaccionab­a... era algo sobrecoged­or”, agregó la actriz.

Lo cierto es que un cuarto de siglo más tarde, el mundo de los dinosaurio­s no se ha ido nunca de la pantalla por demasiado tiempo. Y Jurassic World 2 le dará sin dudas un nuevo impulso de vida.

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