VOS

Matt Groening va de mayor a menor

- Daniel Santos dsantos@lavozdelin­terior.com.ar

No haber sido nunca un fanático de Matt Groening tiene una gran ventaja: nada decepciona en (Des)encanto, la nueva serie que estrenó en Netflix. Los Simpson son buenos, pero no geniales; Futurama no es siquiera buena, pero encontró un nicho interesant­e y un público extremadam­ente fiel, tanto que evitó el final prematuro a pesar del rating esquivo. (Des)encanto tiene una lógica diferente a la de sus predecesor­as, pero un sello Groening imborrable, desde lo estético hasta el humor. El primer episodio de la serie, que presenta a esta princesa Bean, incómoda con los roles a los que le obliga la corona, apenas si hace reír. Y aunque es cierto que la pretensión es ser menos una sitcom animada como la de la familia amarilla, con gags cronometra­dos, también es verdad que es una comedia... y que no es brillante. Casi al borde de la obviedad, la historia se centra en una princesa que prefiere emborracha­rse en una taberna de mala muerte antes que comer perdices con un príncipe bobo. Pero no se queda en esos clásicos tópicos que desde hace muchísimo tiempo se reversiona­n (ya en los tiempos modernos, lo hizo mejor la primera Shrek), sino que aprovecha para hacer sus guiños a Juego de tronos o a sagas épicas fantástica­s como El señor de los anillos. Aunque en (Des)encanto haya inevitable­s marcas de otras produccion­es suyas, lo nuevo de Matt Groening es valorable por el riesgo de probar algo nuevo, cuando podría quedarse sentado en la comodidad del sillón de los Simpson en la incómoda Springfiel­d.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina