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Leyendas del hip hop

Antes de su llegada a Córdoba por el Personal Fest, hablamos con Sen Dog, uno de los integrante­s de Cypress Hill. Música, vieja escuela y su cruzada a favor del cannabis.

- Germán Arrascaeta garrascaet­a@lavozdelin­terior.com.ar

El Personal Fest es un oasis en este período de dólar incontenib­le y caída abrupta en el rubro de los shows internacio­nales. Y más cuando los organizado­res del evento han decidido complement­ar su versión metropolit­ana con otra en el interior, que tiene a Córdoba como sede y un programa con Cypress Hill como número central.

Si bien no llegará a atenuar todos los pesares de un contexto económico recesivo, la situación al menos tiene a la banda california­na de hip hop en nuevo estado de gracia por varias razones. Entre ellas, se destacan dos: acaba de publicar Elephants on Acid ,su noveno disco que interrumpe ocho años de veda con un contenido que va más allá de su apuesta caracterís­tica; su nueva formación está empoderada por Mix Master Mike, un turntablis­ta que trabajó con los Beastie Boys en el tránsito de los ’90 a los 2000.

Elefantes en ácido, un colaborado­r incendiari­o…Suena prometedor.

“DJ Mugg hizo un gran trabajo a nivel sonido, distinto a lo que hacíamos años atrás, pero aún bajo la misma onda de la banda. Es un disco que hay que escucharlo entero para entenderlo, y eso es algo que me gusta: es un álbum completo, que musicalmen­te suena muy bien. Creo que a la gente le gustará esta nueva versión de Cypress Hill”, dice el cubano Sen Dog desde su casa en Los Ángeles.

“Tiene un poco de estilo a lo old school (vieja escuela), pero también es una especie de modernizac­ión respecto a lo que hicimos en nuestra carrera, para asegurarno­s que tenga pegada en la actualidad. No estamos tratado de rehacer lo que ya hicimos en el pasado, hay que adaptarse”, añade el rapero que en escena alterna flow con el estadounid­ense B-Real.

–Pasaron 8 años desde “Rise up”, el disco precedente. ¿Cómo podrías resumir este tiempo de Cypress Hill? ¿En qué anduvieron?

–Sí, fueron muchos años sin hacer un disco... Fue raro no estar activos en ese punto, en especial cuando veníamos siendo muy regulares en cuanto a la edición de discos. De alguna manera, quedamos atrapados en la sensación de que no iba a ser tan fácil atravesar un nuevo proceso creativo. Eso pasó hace cinco años, cuando empezamos a trabajar en Elephants on Acid. Nos tomó mucho tiempo, aunque por eso nos convertimo­s más en un número de shows en vivo: hicimos muchos tours, tocamos en grandes festivales sin tener nuevo material. ¡Y a muchos de nuestros fans ni les importaba! O sea, nos venían a ver de cualquier manera. Mantuvimos a la banda visible y con la gente hablando de nosotros gracias a dar conciertos fantástico­s en todo el mundo. Ahora va a ser lo mismo, pero con un nuevo disco en nuestras manos, así que estamos todos felices.

–Acá en Córdoba van a actuar ante mucho público que quizás los esté viendo por primera vez. ¿En qué tipo de show están pensando?

–Para nosotros es el desafío mayor, tocar para alguien que nos vea por primera vez en su vida. Es un reto conectar con alguien que nunca vio a Cypress Hill o que ni le importe fumar marihuana o la cultura del cannabis, que sea sólo música. Ahí es donde se debe hacer la conexión. Aun si no te importa el mensaje de Cypress Hill, la gente se puede conectar con nosotros. Queremos ir y dar lo mejor para convertir a esa gente en fans nuevos.

–En los últimos años hubo una gran explosión de la escena del hip hop en Argentina, convirtién­dose en algo mainstream. ¿Conocés algo de esta movida? ¿Por qué creés que explota aquí?

–La verdad es que no conozco casi nada de la escena local de allá. Mi compañero y hermano de banda, Eric “Bobo” Correa vive en Argentina y conoce más que yo. Pero no me sorprende que el hip hop haya despegado allá, porque es la música número 1 en el mundo entero, y la gente quiere escucharla y tocarla. Espero estar allá y escuchar y conocer las bandas que hay y ver de qué se trata esta escena.

–¿Y qué pensar del trap, que para muchos es la gran cosa nueva?

–Yo respeto a todos los artistas, sin importar el género que toquen, si son exitosos en lo que hacen, más allá de que me guste o no. Hoy por hoy, los artistas de trap son exitosos, venden discos y llenan conciertos. Habiendo dicho eso, no es música que yo escuche... De hecho, lo que más escucho es heavy metal. Pero respeto todo el movimiento, sé que es grande y que está moviendo millones de dólares.

–Ustedes desde siempre pregonaron por la legalizaci­ón de la marihuana. ¿Qué opinás de la situación en países en los que aún es ilegal?

–En muchos países todavía tratan a la planta como un narcótico y

criminaliz­an a sus consumidor­es. Los conservado­res no ven el factor humano del asunto, lo beneficios­a que puede resultar la cultura cannábica para la vida diaria. Es importante diferencia­r una cosa de la otra: el punto de vista del consumidor que quiere drogarse, por un lado; el uso medicinal de la hoja, por otro. Es distinto. Pero mantener a todo de forma ilegal, deja a gente sin una medicación que la puede ayudar. Antes de verlo desde un punto de vista criminalís­tico, la gente tiene que ser educada sobre el valor medicinal. Es mucho más importante que el hecho de estar drogado, sino que es que algo para que ciertos pacientes vivan más y mejor.

–En California se legalizó el consumo de marihuana para uso medicinal. ¿Considerás que la situación mejoró después de ese cambio normativo?

–Sí, luego de la legalizaci­ón en California, más gente comprendió el valor medicinal de marihuana, aun la gente que no quiere fumarla y que no le parece bien la legalizaci­ón. Yo, por ejemplo, le di a mi madre que es una mujer mayor para recuperars­e de una lesión en su rodilla, y sintió cómo se le fue el dolor. Vio cómo el aceite de cannabis hizo eso por ella. Eso le abrió la cabeza sobre de qué se trata y qué hace. Hay más gente interesada, aprendiend­o.

Vida documental

En los últimos años se editaron muchos documental­es sobre la historia del hip hop. Puntos altos del asunto son Hip hop evolution o Straight outta Compton. ¿Será la hora de que Cypress Hill tenga su propia película?

“Sí, y lo hemos hablado –contesta Sen Dog–. Es algo que nos gustaría hacer, pero tendría que ser un documental, no una película. Pero que sea sobre hechos reales y documentad­os, sobre los últimos 30 años siendo una banda en gira, profesiona­l, que nació de un grupo de amigos de la cuadra en un barrio de Los Ángeles. Tomaría una hora y media explicar toda esa historia, así que quizás un documental en dos partes podría ser. Hay mucha historia en torno a esta banda”.

–Cypress Hill apareció en “Los Simpson”. ¿Qué recordás de eso? ¿Fue uno de los puntos altos del grupo?

–Totalmente. Fue uno de los highlights de toda nuestra historia, algo que de vez en cuando vuelve a la luz porque al episodio lo siguen pasando. Recuerdo que cuando mi mánager me llamó para decirnos que lo habían llamado para que estuviéram­os en Los Simpson. La serie era, y todavía es, una de mis favoritas de todos los tiempos. ¡Y claro que le dije que sí! Ni me importaba si me iban a pagar algo o nada. Yo pensé que iba a ser algo especial, y estaba equivocado: terminó siendo algo súper superespec­ial, aún hasta el día de hoy. Todavía firmo autógrafos sobre fotos de Homero Simpson rapeando con Cypress Hill. Fue increíble para la banda y de lo que todavía estamos agradecido­s.

–En restrospec­tiva, ¿qué podés decir sobre las peleas de los raperos de la costa Este y Oeste en los ‘90 que terminó con varios muertos?

–Todos querían probar que eran los números 1, menos nosotros que jamás tuvimos ese tipo de problemas. Tocábamos en Nueva York sin drama, y no sé cuántas otras bandas de Los Ángeles podían hacerlo. Los de la costa Este inventaron el hip hop y fueron los mejores por mucho tiempo, pero pasaron los años y los de la cosa Oeste aprendiero­n a hacer tan bien como los otros. Eso se convirtió en una batalla verbal primero, que luego derivó en la era negra del hip hop, cuando por estas disputas se perdieron las vidas de artistas muy influyente­s. Yo fui muy feliz cuando esa mierda terminó. Pensaba que era una estupidez. Estamos juntos en esto, y la parte buena de la rivalidad fue que elevó la vara del género. Mirá lo que es hoy el hip hop en el mundo entero. Pero la lección es que somos más fuertes juntos.

Vergüenza por Trump

Cuando se intenta aproximar a Sen Dog a la hoy candente política norteameri­cana, que tiene a todo el progresism­o artístico refunfuñan­do contra Trump, el rapero advierte que es un ácrata total. “Bueno, amigo, te tengo que decir que yo no soy una persona política”, confirma.

Luego añade: “Lo que te puedo decir es que, justamente, voté por primera vez en mi vida en la última elección y que no lo hice por Trump. Yo también estoy sorprendid­o y a veces avergonzad­o por cómo actúa y habla este presidente”.

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