VOS

Nos ganó la pereza

- Victoria Conci Punto de vista vconci@lavozdelin­terior.com.ar

Empecé a ver The Walking Dead cuando ya habían estrenado dos temporadas. Para ponerme al día, descargué todos los capítulos disponible­s hasta ese momento y por no prestar atención bajé los episodios doblados al español.

La ansiedad y la pereza me ganó y decidí verlos como estaban.

El resultado fue una incómoda maratón en la que nunca pude acostumbra­rme a escuchar a Rick Grimes diciendo “caminantes”. ¡Caminantes! ¡Son zombis! Acá, en la Quiaca, el infinito y más allá.

En muchos países del mundo el doblaje ha acaparado las pantallas prácticame­nte desde siempre. En España por ejemplo, el franquismo creó una ley con fines propagandí­sticos y desde entonces las películas se pasan en español. La preservaci­ón de la lengua ha sido una de las excusas más usadas para justificar el doblaje.

Argentina siempre se mantuvo firme a la hora de mantener el audio original de las obras, salvo por las películas para niños. Pero de los últimos años a la fecha eso cambió y las cintas dobladas vienen ganando terreno de manera imparable.

En materia televisiva, en 2013 el gobierno reglamentó la ley Nº 23.316 que exige el doblaje al español de películas y series que se emiten por canales y señales en Argentina. En 2015, en tanto, Warner Channel aplicó en su programaci­ón el doblaje argumentan­do que debían adaptarse a las “nuevas necesidade­s y requerimie­ntos del público de la región, que prefiere disfrutar las series y películas favoritas en su idioma”. Así fue que muchos pusieron el grito en el cielo cuando se encontraro­n a Sheldon de The Big Bang Theory oa Rachel de Friends hablando en castellano.

A lo anterior, se suma un dato que reveló Netflix el año pasado sobre el consumo en la plataforma: “La gente tiende a ver más contenido doblado que subtitulad­o en Argentina, lo que es consistent­e con el resto de Latinoamér­ica”.

En materia cinematogr­áfica, un rápido vistazo por la cartelera demuestra que las películas subtitulad­as son minoría en los cines comerciale­s, incluso cuando las salas cuentan con más propuestas para mayores de 13 y 16 años. Por ejemplo, la película del personaje de Marvel Venom, tiene más opciones dobladas que subtitulad­as pese a que está dirigida a un espectador que supuestame­nte ya puede leer. Ni hablar de Un pequeño favor , un filme claramente para adultos que también llegó doblado al español.

Otro ejemplo es el último tanque en aterrizar: Halloween. Para mayores de 16 años, el filme de terror tiene un público adulto enorme teniendo en cuenta que la saga es un clásico que viene desde 1978. Sin embargo, las copias dobladas ganan ampliament­e la pulseada.

Claro que cada complejo tiene sus propias caracterís­ticas, pero la tendencia es contundent­e. En Showcase, por ejemplo, todavía se apuesta un poco más por los subtítulos. En Hoyts y Dinosaurio están equilibrad­as ambas opciones y en las salas Cinerama, Rex y Sunstar predomina casi en su totalidad el doblaje. En todos los casos, los pocos horarios con filmes para leer son en general a la noche.

Algunos motivos

Existen varias razones para explicar esta tendencia irreversib­le, aunque la más lamentable es la pereza por leer los subtítulos. Aun cuando esa comodidad tenga como costo no escuchar las voces reales de los actores y perder una parte enorme de la interpreta­ción. “El doblaje es una mutilación a la obra original”, dijo una vez el crítico Javier Porta Fouz.

Ojo que la defensa de los subtítulos no quiere decir que no se hagan copias dobladas, de hecho deberían existir para que aquellas personas que no pueden leer por la edad o por otras cuestiones también puedan acceder al cine y la televisión. Pero de ahí a que la balanza se incline hacia el lado equivocado, es otra cosa.

Según explica Fernando “Flecha” Lástrico, responsabl­e de Personal y Comunicaci­ón del Gran Rex, además de la edad y la clase social, hay otro motivo central por el que el doblaje va ganando adeptos: “Vivimos en una época donde predominan las películas con muchos efectos de sonido y visuales, casi epiléptica­s, entonces perderse 3D molestar distrae básicament­e tipo reconoce que “Si quizá “avanza de además cine de el detalles”. el un que explica la subtítulo hecho que imagen. poco, cada tiene es la estamos una película Lástrico, vez de pero que tendencia leer pueda Creo más ver sobre consumiend­o”, viene implica y que con y llegó todo el en para actualidad materia una por Quizás lo buena quedarse”. menos de esta excusa en doblaje dos Argentina fotografía cuestiones. para y subtítulos evidenciar de en la En es primer gran y poder parte lugar, seguir de las la la sociedad dificultad­es velocidad para de de los leer subtítulos. esta tendencia En segundo revela cuál término, es el tipo lugar de en cine la cartelera: que está ganando películas de alto impacto visual pensadas para casi todas las edades en detrimento de otras cintas cuyo argumento es más complejo, o al menos no tan pasatista. Por fortuna, en este contexto siempre se mantienen espacios como el Cineclub Municipal Hugo del Carril o el Centro Cultural Córdoba, que proyectan las obras tal cual fueron concebidas.

UN VISTAZO POR LA CARTELERA DEMUESTRA QUE LAS PELÍCULAS SUBTITULAD­AS SON MINORÍA EN LOS CINES COMERCIALE­S.

 ??  ??
 ??  ?? Subtítulos. Son cada vez menos las salas locales que los ofrecen.
Subtítulos. Son cada vez menos las salas locales que los ofrecen.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina