Mingui Ingaramo, su música y el aura de Jobim
Para Mingui Ingaramo la música es parte de la naturaleza de vivir, como el misterio; y del extraño camino que la lleva desde alguna imprecisa región interior hasta la punta de sus dedos, sólo puede dar cuenta de lo que canta su piano.
“Uno no hace nada; la música se hace sola”, suele decir, aunque los momentos artísticos que jalonaron su camino han alcanzado un vuelo e intensidad son fruto de una sensibilidad y una inspiración personal que lo sitúan como uno de los compositores y pianistas de Córdoba de reconocimiento y referencia en la escena nacional. En esta larga etapa solista, en los últimos años ha dado a luz dos disco notables: Patagonia, con un recorrido por temas propios y algunas de sus debilidades, y luego El viento el tiempo, que con los arreglos de cuerdas de Obi Homer marcó un hito de calidad y desafío creativo.
Este sábado afrontará su única presentación en la ciudad de todo 2018. Será en Cocina de Culturas (Julio a: roca 491) desde las 22. La idea es, según sus palabras, “poder disfrutar del escenario y ver si se produce la magia del encuentro”.
Claro, llega provisto de argumentos para buscar ese encuentro. Por un lado, junto al inmenso canto de Guadalupe Gómez, le rendirá un sentido tributo a Tom Jobim.
“Era apenas un preadolescente cuando Daniel Homer trajo a casa el disco Wave (Ola de mar). Fue la primera música que escuché con otros sentidos, tratando de ser músico. Jobim era el rey de las armonías y además se respiraba una atmósfera muy refinada. Su obra me ha acompañado toda la vida”.
La otra parte echará raíces en sus propias composiciones, algunas de las que formaron parte de sus trabajos últimos, y otras que se preparan para nutrir el próximo disco.
Sonará en versión trío, con el sustancioso aporte del gran Hugo Ordanini en batería, y un invitado muy especial en bajo: César Franov.
Sí, el mismo Franov con el que formaran parte de la mítica aventura de Los Músicos del Centro y que luego integrara las bandas de Spinetta, Nebbia, Fito Páez y otros.
Será todo un encuentro, acaso de esos que suceden pocas veces.