VOS

Mi villano favorito

Claudio Rissi, el genial actor detrás de Borges en “El marginal”, llega a Córdoba con la obra teatral “El búfalo americano”.

- Beatriz Molinari bmolinari@lavozdelin­terior.com.ar

Claudio Rissi aparece con su valija, anteojos ahumados y pasa inadvertid­o. Pero por poco tiempo. Enseguida el grupo de adolescent­es que visita La Voz lo reconoce. Un famoso a las 9 de la mañana: el actor de El marginal, Mario Borges para sus fans.

Mientras espera el café, Claudio dice con mucho humor: “Hice todos los malos”. Lo sorprende la popularida­d a cada paso. “Una explosión”, dice el actor de larga trayectori­a y explica cómo capitaliza el afecto del público y la considerac­ión de los directores.

“Me puse más activo y me dan ganas de trabajar mejor. Muchas veces me daba cuenta de que trabajaba a media máquina, confiando únicamente en mi capacidad y terminaba no disfrutand­o el trabajo. Ahora lo disfruto. Antes, ensayar era incordioso. Hoy ensayar es una búsqueda fantástica. Tiene que ver con el deseo mío de superarme, de no envejecer como actor, no preocuparm­e por ganar premios, disfrutar la tarea. Eso me convocó cuando decidí ser actor: jugar. Descubro que cuanto más juego, juego con más libertad, como en cualquier entrenamie­nto, de cualquier jugador. Me está pasando eso. Acepto que soy un buen jugador. Eso me llevó muchos años”, confiesa. Fue Ibáñez en Poliladron; trabajó en El puntero ,en Los Simuladore­s, en teatro y cine.

Fue el memorable Tatita de Terrenal ,el padre de Caín y Abel en la obra de Mauricio Kartun.

“En Terrenal iba buscando los límites, investigab­a hasta dónde podía llegar, dejé de fumar, fui a la foniatra. Cuando le pregunté por una foniatra a mi maestro Lorenzo Quintero, me dijo: ‘Qué te pasa, Claudio, ¿te enteraste de que sos buen actor y ahora te querés cuidar?’ Siempre me enseñó así, y me adora. Me puse las pilas. Yo le decía a Kartun, ‘quiero levitar en esta escena, pero estoy muy gordo, tengo que hacer algo para levantarle el culo a la gente’. Quería llegar al corazón, el alma y el plexo solar, como un hachazo”, recuerda.

Relaciones miserables

Claudio Rissi presenta El búfalo americano (1975) de David Mamet este fin de semana en Ciudad de las Artes. “Mamet tiene una particular manera de escribir. En esta obra, los diálogos son tan reales que el actor tiene que descubrir lo que subyace, lo tácito. Es un trabajo de detective, de búsqueda. Mamet hace un cuestionam­iento al sistema capitalist­a que convierte a las personas en los peores miserables. Esto de que el negocio se pone por sobre la amistad”, anticipa.

El autor estadounid­ense arma la metáfora a partir de una moneda de níquel (el búfalo americano) a la que alguien pone un valor. Entonces aparecen las miserias y

se despiertan las peores pasiones de los tres personajes.

“Es un cuestionam­iento desde un lugar muy inteligent­e. Se degradan planeando una acción por una moneda de níquel. Alguien puso el precio y eso desata la locura. Es una síntesis de lo que se vive hoy”, señala Rissi.

Su personaje, Teach, es el más border y empobrecid­o. Toma la iniciativa y no puede parar. Se da cuenta de que se estrelló y ve cómo va perdiendo la amistad, todo, por dinero. “Padece muchísimo lo que le sucede y provoca. Está desesperad­o, ve que se está quedando solo”, agrega el actor y relaciona el planteo con obras y experienci­as personales.

“Lo vi en mí y en otros. Es común. Lo que pasa que hoy, imbuido en esta obra, me trae momentos vividos por mí o de los que fui testigo, me refiero a la cosa más simple”.

La reflexión lo lleva a otra etapa de su vida y a los cuentos de Fontanarro­sa, cuando en Monte Grande, en el Gran Buenos Aires, armó un teatrito. “Fue el primer teatro independie­nte de Esteban Echeverría, en 2009. Me atreví a hacer el personaje femenino porque no encontraba quién lo hiciera. Yo también dirigía. Hicimos Una mesa de tres patas y El verde de los botones forrados . En el segundo, una mujer moribunda

recibe la visita de una sobrina. En realidad, la sobrina está esperando heredarla en vida y ha ido a pedirle el vestido verde de los botones forrados. Va a eso. La gente se moría de risa pero era terrible. Un hombre me dijo que lo había vivido en su familia: el interés por encima de los afectos”.

En La mesa de tres patas, recuerda que la vidente encuentra al vecino muerto que pide hablar con su mujer e hija. Ellas acceden y se arma un tole tole. Él piensa que lo envenenaro­n. “Me hizo pensar en algo que me dijo mi viejo: ‘el hombre es egoísta por naturaleza. Si uno pone a dos bebés y una manzana se van a pelear por la manzana’. Ese pensamient­o me generaba contradicc­iones, pero la realidad es así. Después vienen los condimento­s y se ve para qué lado vamos. El hombre es un depredador de sí mismo y Mamet lo plantea con inteligenc­ia. Define los negocios como ‘los hombres cuidándose a sí mismos’. ¡Qué frase! Mamet pone la frase en el personaje y es apasionant­e”.

Rissi comparte escenario con Roly Serrano y Abel Ayala, también compañeros en El marginal.

“Hacemos mucho lío con los personajes, confrontam­os y nos divertimos”. El búfalo americano es la tercera obra que hace bajo la dirección de Luis ‘Indio’ Romero. Se conocen desde hace muchos años. Con un grupo alquilaban una salita en el Once donde practicaba­n actuación y dirección. Después el Indio se dedicó a la dirección.

“Hicimos dos obras de Pedro Gundesen: Argentinie­n, con Alejandro Awada y Kilómetro limbo con Osvaldo Santoro. Tiene el ritmo de cada situación, investiga cada palabra y la elección de ese lenguaje. Fuimos desculando a Mamet para que el público vea una historia. Si leemos la obra, la cosa queda en la historia de tres locos. Pero en realidad son tres tipos que están aterrados de sus propias realidades y atraviesan este universo de una manera feroz. Había que investigar cada línea que dicen, de lo contrario, el relato se cae y las palabras no dicen nada. Es lo que pasa en un vínculo real entre amigos donde hay cosas supuestas. Tengo que aprender eso para que la parábola exista en escena. Cuando fluye, es mágico. Sigo admirado de Mamet”.

Como dato curioso, El búfalo americano se estrenó fuera de Buenos Aires. Eligieron Mendoza, luego se presentó en Montevideo y el Gran Buenos Aires.

“No era buena fecha y está todo muy complejo (en Caba). Hay una emergencia cultural grande. La gente no va al teatro. Hay demasiada oferta y no funciona. En otra época no conseguías teatro porque estaban todos ocupados. Hoy están ocupados pero no funcionan. La obra es una apuesta grande de Javier Faroni que confía en nosotros tres. Para mí es un honor”.

 ?? (NICOLÁS BRAVO) ??
(NICOLÁS BRAVO)
 ??  ??
 ?? (NICOLÁS BRAVO) ??
(NICOLÁS BRAVO)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina