VOS

Inocencia perdida

Miguel Muñoz es el protagonis­ta excluyente de la ficción española “Presunto culpable”. El actor habla del “boom” de las series de su país y del gran momento personal que vive.

- Daniel Santos dsantos@lavozdelin­terior.com.ar

Especialme­nte desde el boom de La casa de papel, las series españolas han conseguido una popularida­d enorme de este lado del mundo. Netflix pegó primero, pero no es el único que apuesta por la ficción de aquel país. Uno de los últimos estrenos es Presunto culpable, un thriller policial protagoniz­ado por Miguel Ángel Muñoz, que produce Antena 3. Como gancho, entre los créditos figura el uruguayo Alejandro Bazzano, uno de los directores de, precisamen­te, La casa de papel.

Muñoz es joven, pero lleva 22 años trabajando con la productora en proyectos de cine y televisión. Y aunque hace dos años que estaba fuera del circuito televisivo, su desembarco fue con este esperado proyecto, que se está emitiendo en su país pero que ya traspasó fronteras. ¿Qué pasó con Anne? ¿Murió, desapareci­ó a la fuerza o por voluntad propia? Jon (Muñoz) vive en París y tras la muerte de su padre vuelve después de seis años de ausencia a su pueblo natal. Su regreso reaviva viejos fantasmas: la nunca resuelta desaparici­ón de su novia Anne (Alejandra Onieva), de la que todos pensaron que era responsabl­e.

“La historia y el personaje me convencier­on para dar el sí. Me ofrecieron un par de proyectos con la seguridad de que uno especialme­nte me iba a gustar mucho. Leí el primer capítulo de Presunto culpable e inmediatam­ente dije que me apetecía mucho ese papel”, dice Muñoz a VOS, al otro lado de la línea y del mar.

La historia de 13 episodios se va contando en presente, pero a través de flashback se va reconstruy­endo la época de la desaparici­ón, y al mismo tiempo del enfrentami­ento de su familia Aristegui y la de los Otxoa, de ella.

En acción

El protagonis­mo de Muñoz en la serie es excluyente: está en 68 secuencias de 70 que tiene un episodio. El actor asegura que la experienci­a a lo largo de los años lo ha hecho crecer mucho, y es de esos actores que propone cosas sobre el texto, sobre la interpreta­ción. “Siempre depende del proyecto, del director, de la producción, pero soy de los actores que propone mucho, que le encanta dialogar en los momentos en que hay que sentar la línea de trabajo, no sé hacerlo de otra manera. Lo que sí me dio el oficio es la sensibilid­ad de saber hasta dónde puedo llegar” sin meterse donde no lo invitan.

Aunque lleva más de dos décadas trabajando en la misma compañía, Miguel dice que es la primera vez en muchas cosas: por ejemplo, trabajar con Bazzano y con los demás directores en el proceso. La serie tiene 13 episodios, y cada dos cambia de director. Para que tenga una misma unidad, tienen que estar muy de acuerdo en la psicología del personaje, y en el camino del a historia. Ha sido un trabajo maravillos­o componer un personaje como este”.

El actor dice que se siente muy feliz por el boom de las series españolas que se vive en la Argentina. “De repente hay un fervor por seguir el trabajo que hacemos acá, y también nos pasa a nosotros con los proyectos argentinos aquí. El cine que se hace en vuestro país nos encanta. Tengo compañeros y amigos que migraron para acá”.

Aclara que aunque hay algo de factor suerte y de casualidad en este momento actual, pero sobre todo “hay un buen trabajo” en la producción audiovisua­l de su país, y que las cosas “no vienen de aho--

ra”. Él mismo protagoniz­ó Un paso adelante, una serie musical que se estrenó cuando todavía no se hablaba de plataforma­s audiovisua­les y así y todo se exportó a más de 60 países. “Por el éxito nos sentíamos muy orgullosos de que había una ficción que traspasaba fronteras”, dice. Los avances tecnológic­os, sin dudas, facilitaro­n las cosas. “Estamos en la época dorada de la ficción en televisión, gracias a las plataforma­s que hace cuatro o cinco años no existían. No hay que olvidar que el castellano es la segunda lengua más hablada en el mundo”. En nombre de Jon

Muñoz describe que es un personaje maravillos­o, un biólogo de éxito que tiene que volver a su pueblo que abandonó. “Todos lo acusaban de ser el presunto culpable de la desaparici­ón de su novia, aunque nadie encontró el cuerpo. Cuando regresa, descubre que nada ha cambiado. La gente le tiene el mismo odio o más que antes, incluso sus familiares”.

El actor dice que su personaje es oscuro, con arranques de irascibili­dad cada vez que las cosas no le salen bien. “Se da cuenta que pudo haber sido agresivo con su expareja, pero al mismo tiempo es muy valiente porque se enfrenta a algo muy fuerte para él, sin siquiera el apoyo de su familia”.

En España, hoy se emite el octavo capítulo, después de un giro sorprenden­te en la historia. No suele pasarle que quiere verlo al mismo tiempo en que se emite, pero en el caso de Presunto culpable sí. “Te engancha todo el rato”, dice.

Tantos años en la escena, asegura Muñoz que pasó mucho tiempo desde que evitaba verse porque no se reconocía. “Soy honesto, la época de no gustarme la voz, de no reconocerm­e en la pantalla, la sufrí con 10 años, en mi primer trabajo. No entendía nada. No me quería ver porque no me reconocía en absoluto, pero es algo que fui trabajando”.

Hoy dice que su mirada crítica va por otro lado. “Soy tremendame­nte exigente con el trabajo, y prefiero no ver los proyectos hasta que pasa un tiempo largo, porque no puedo ser objetivo. Lo más importante de mi trabajo y de mi profesión es vivir el momento en el que estoy grabado la escena. Lo vivo como si fuese teatro”.

La filmación transcurre un 70 por ciento en exteriores, una de las cosas que hace que Presunto culpable sea “tremendame­nte bonita”. Y vuelve al tema anterior cuando confiesa que le gustaría ver a otro y no a él en esta historia.

Sobre si está pensada una segunda temporada o no, Muñoz asegura que la serie es muy honesta. “Es un thriller, y en el capítulo 13 termina, para todo el mundo. Si se plantearan más temporadas, al final el espectador se sentiría decepciona­do. Distinto es si alguien quiere seguir cosas, encontrar otros casos. Pero cuando nació, lo hizo con la intención de tener principio y final”.

Sueño cumplido

Miguel Muñoz asegura que está a punto de iniciar un rodaje con José Luis Garci (primer español en ganar un Oscar), con quien estuvo dos años trabajando en teatro. Será el protagonis­ta de una precuela de una de sus películas más famosas: El crack, protagoniz­ada por Alfredo Landa (de 1981). “Aquí se contará cómo se convierte en una agencia de investigac­ión. Es un sueño cumplido poder rodar con él. Ama el cine y tiene pasión por nuestro trabajo”, explicó Muñoz.

SI SE PLANTEARAN MÁS TEMPORADAS, AL FINAL EL ESPECTADOR SE SENTIRÍA DECEPCIONA­DO. CUANDO NACIÓ, LO HIZO CON LA INTENCIÓN DE TENER PRINCIPIO Y FINAL.

DE REPENTE, HAY UN FERVOR POR SEGUIR EL TRABAJO QUE HACEMOS ACÁ, Y TAMBIÉN NOS PASA CON PROYECTOS ARGENTINOS AQUÍ. EL CINE QUE SE HACE EN VUESTRO PAÍS NOS ENCANTA.

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(PRENSA ANTENA 3)
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(ANTENA 3 SERIES)

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