VOS

La fama, la fortuna y todo lo que va con ellas

- José Heinz jheinz@lavozdelin­terior.com.ar

La forma más genuina que encuentro para defender Bohemian Rhapsody es usar la primera persona. Entré al cine con las expectativ­as por el suelo, preparado para lo peor. Varios amigos ya la habían visto y, al igual que algunas reseñas que había leído, la describier­on como decepciona­nte o simplement­e mala. Yo confío en el criterio de mis amigos, pero las ganas de ver a Freddie Mercury en una pantalla gigante eran demasiadas para dejar pasar la oportunida­d.

Al cabo de un rato, la película me había absorbido por completo. La escena en la que la banda discute con un empresario discográfi­co que no les ve futuro o aquella en la que Mercury/Malek se mira al espejo antes de afrontar uno de los shows de su vida son momentos gloriosos, más allá de que los críticos han señalado, y con toda razón, que los picos del filme son aquellos en los que se recrean los conciertos en vivo.

El argumento de Bohemian Rhapsody está armado para que las piezas encajen perfecto, inclusive cuando eso implique alterar algunos hechos con respecto a la verdadera historia de Queen. Aun consciente de esas licencias y del hecho de que la figura del cantante ha sido idealizada, no pude evitar disfrutarl­a. La película se enfoca en el artista, una estrategia que se puede cuestionar, pero en ese aspecto no defrauda, cumple con su objetivo: el Freddie Mercury que vemos en el cine es el de las canciones, no el de las tapas de los diarios sensaciona­listas.

La película se parece mucho más a una canción de Queen que al drama que esperaban algunos espectador­es: es una versión rockera del Viaje del Héroe, la historia del hombre que recibe un llamado del destino, sin importar que su entorno lo desanime. Pero él igual hace el recorrido, triunfa y regresa para contarnos (con música maravillos­a) que valió la pena. Incluso cuando el precio a pagar sea la propia vida.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina