Los videojuegos son cultura
El tema son los videojuegos. Y son “tema” gracias al lanzamiento del Red Dead Redemption 2 (RDR2). El juego del que todos hablan (o del que todos escucharon hablar) es una joya, un juego que no parece un juego. Una pieza de realidad, una experiencia. RDR2 es un título de acción, ambientado en un mundo abierto: el Lejano Oeste.
Su historia, encadenada en misiones principales y secundarias, hila el argumento a través de las acciones de un forajido bastante más humano (por lo errante) de lo que cabría esperar. En RDR2 el “todo” es el detalle. Una obra de arte del gaming, uno de los mejores de la historia, una utopía en los ‘80, cuando la forma de recrear mundos se plasmaba en gráficos pixelados.
Pero la cuestión general es que los videojuegos están en un momento de fantasía. RDR2 es la más reciente evidencia de una industria que mueve valores similares al cine. En su día de lanzamiento, recaudó 725 millones de dólares. Fue el producto de entretenimiento que más dinero recaudó en lo que va del año en un solo día. Ni un disco tuvo esa voluptuosa demanda.
También hay números de siete o más cifras para dimensionar el fenómeno Fortnite. Nunca antes en la historia hubo tantas personas jugando al mismo tiempo un juego en diferentes plataformas (consolas, PC y smartphones); nunca antes en la historia hubo tantas transmisiones de streaming con un juego.
Y en medio de las fascinantes interacciones del Fortnite y su modo “Battle Royale” (100 competidores en un mapa hasta que quede uno), en 2018 hubo otros bombazos de juegos. God Of War (GOW), por ejemplo. Por medio de Kratos, su protagonista, GOW reunió la épica de la mitología griega con la nórdica a un nivel que un académico de historia valoraría con 10. Playstation, líder en venta de consolas, metió ese golazo. Y otro más: hizo reaparecer a Spiderman con una jugabilidad memorable. Ignacio Stagnaro, Country Head de Playstation, le puso números a la coyuntura: “En 2018 en Latinoamérica creció en un 50% la cantidad de suscriptores de PS Plus (el servicio para jugar on line y acceder a juegos). Y Argentina está en el mapa: se lanzan los grandes títulos al mismo tiempo que en Estados Unidos”.
Así como en GOF ,enel Spiderman la historia es para un Oscar. Los relatos de estos títulos marcan que los videojuegos no sólo son “cosa de chicos”, de argumentos que van de un punto A al B, o de simple habilidad para encadenar combos apretando botones de manera frenética. No, no. En estas historias no hay buenos ni malos. Hay grises. Hay inclusión. En Hellblade, juego de 2017, se “vivía” en la mente de una mujer con paranoia. Quien lo jugó, salió siendo otra persona por el final. Los que juegan son “afectados” por los videojuegos.
Más que juegos
Los videojuegos son cultura. Una frase que se leyó en el título de esta columna y volverá a leerse líneas más abajo.
Según el 1 de Xbox en Latinoamérica, Bernardo Camacho, hay 90 millones de gamers en Latinoamérica sin contar a Brasil, México y Estados Unidos. En octubre, por la Argentina Game Show pasaron 35 mil personas en tres días. Hay unos 350 juegos “made in Argentina”, la mayoría de ellos para smartphones y PC. Existen más de 150 empresas registradas desarrollando juegos completos o partes de juegos para estudios de punta de Europa, Japón y Estados Unidos. En Córdoba, son 30 los estudios que trabajan en videojuegos. El 80 por ciento son Pyme que tienen de dos a 10 empleados. Estos esforzados talentos locales planean un crecimiento superlativo en 10 años en todas las materias: recursos humanos, empresas, estudios y productos. En Córdoba, además, hay una carrera de videojuegos (en la IES) que este año tuvo 300 alumnos. ¿Hay más? Sí, sí.
Los e-sports siguen llenando estadios . Y ya están pisando fuerte en Córdoba. Y lo de fuerte no es exageración: desde esta semana tienen un respaldo oficial y masivo. Es que Belgrano anunció su departamento de esports para formar un equipo de jugadores que representen al club en competencias por venir. “Belgrano es un club con cultura y los videojuegos son cultura”, explicó Juan Dragotto, manager de ese departamento del club.
Lo cultural es global. Esta semana fue furor en redes el discurso del primer ministro de Dinamarca sobre los gamers. Lars Rasmunen dijo: “Los gamers tienen habilidades que le pertenecen a los elegidos. Probablemente tuvieron que explicar qué hacen más de una vez, convenciendo a la gente que no estaban perdiendo el tiempo. Ese momento ya se acabó”.
Sí, los videojuegos son cultura.
LOS VIDEOJUEGOS ESTÁN EN UN GRAN MOMENTO . ES UNA INDUSTRIA QUE MUEVE VALORES SIMILARES AL CINE.