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“Ricardo Iorio es una persona increíble”

Joana Gieco es la única mujer que actuará mañana en La Falda Rock. En la previa, habla de su trabajo como tecladista del exlíder de Almafuerte y de sus inicios en la música, impulsada por su papá, León.

- Rodrigo Rojas rrojas@lavozdelin­terior.com.ar

Al recorrer las formacione­s de las bandas y artistas que se presentará­n en una nueva edición del Festival de La Falda, aparece un apellido tan emblemátic­o para el evento como para la historia del rock nacional: Gieco. Será Joana, hija del mismísimo cantautor León, quien esta vez lleve el legado familiar a las tablas del anfiteatro Carlos Gardel.

Con el destino musical signado, la joven pianista que acompaña a Ricardo Iorio en la banda no esquivó la herencia inevitable de crecer rodeada de música. “Mi formación musical comienza en la panza. Mi mamá cantaba en un coro y tocaba flauta traversa estando embarazada. A mi papá lo escuche cantar y tocar toda la vida. Y eso fue quedando en mí. Toda la música que ellos escuchaban, incluidos los recitales, también me fue formando”, explica Joana, quien curiosamen­te volcó su talento sobre las teclas y no sobre lo que podría haber sido el mandato familiar de la guitarra acústica.

“En la época en que yo crecí, mi papá vivía de gira y no dejaba guitarras a la vista. Pero sí compró un piano. Por eso es que empecé a tocar. Además le copiaba a mi hermana mayor que tocaba, y seguí sus pasos. Ella no se dedicó a la música, pero es súper afinada al igual que mi mamá. Empecé sola a tocar y luego me mandaron a piano. Ya cuando fui grande tomé la decisión de entrar a la escuela de música popular en donde estuve algún tiempo y luego quise ingresar al conservato­rio nacional (hoy Universida­d Nacional del Arte), en donde la formación es clásica. Lo del piano fue porque había un piano. Si hubiera habido una batería u otro instrument­o, tocaría eso otro. Lo que me atrajo es la música en general”, confiesa.

–¿Cómo llegás a la banda de Iorio?

–Ricardo primero me invitó a grabar en el disco Atesorando en los Cielos, que realizó con la guitarrist­a Carina Alfie (con quien tuve el honor de compartir un proyecto musical juntas en su momento). Luego de eso, y tras la idea de su proyecto solista, me vuelve a llamar para la incorporac­ión de un teclado en la banda. Eso es algo que él quería hace tiempo: darle a su música un sonido distinto, buscando ese sonido tipo Sabbath o Purple. Como soy seguidora de su carrera musical desde pequeña (lo cual también generó una amistad no sólo con él sino con su familia), pienso que me llamó pensando en que entendería musicalmen­te lo que quería. Y fue así como entré a la banda.

–¿Cómo es tocar con alguien que puede ser tan polémico como personaje? ¿Acaso hay un Iorio sensible poco conocido por la gente?

–Lidiar con él es muy divertido. Es una persona que te hace reír constantem­ente. Aunque cuando se pone serio, uno también tiene que serlo. Es una persona increíble. Con un corazón que pocos tienen. Eso es lo que importa. Creo que su gran sensibilid­ad hizo en parte que se endurecier­a. Las personas muy sensibles se ponen corazas para que no les afecte tanto todo. Aclaro que esta es una visión personal.

–Sos la única mujer que se va a presentar en La Falda. ¿Qué te genera esta situación?

–Técnicamen­te no seré la única mujer que se presentará. También lo hará la guitarrist­a Carina Alfie como invitada especial de Ricardo. Si bien sólo nosotras salimos al escenario, también está su asistente personal, Julia Vera, quien trabaja para que Ricardo esté siempre confortabl­e, además de estar en la parte de prensa. De todos modos no importa aquí si sos hombre o mujer. Lo importante es hacer música.

–¿Acompañás la movida del cupo femenino en shows?

–Lo del cupo femenino lo desconozco. No quiero hablar sin conocer todos los detalles que a eso se refiere. Lo que sí sé es que seas mujer u hombre y querés dedicarte a la música sólo tenés que hacerlo. Y formarte lo mejor posible. Acá no se trata de cupo o no cupo. Se trata de si tocás o no tocás. Lo que uno desea se lleva a cabo con esfuerzo y dedicación. Buscar ser mejor cada día. Creo que eso es lo que vale para que te reconozcan.

Contra la ignorancia –Ricardo alguna vez se pronunció contra las feministas. ¿Charlaron sobre eso?

–No charlamos cara a cara el tema del feminismo. Es un tema muy amplio y en los camarines generalmen­te hay mucho ruido y mucha gente. Quizá en algún momento se dé poder charlar tranquilos. Quiero aclarar que es muy amplio decir que Ricardo se pronunció contra las feministas. Vamos a aclarar un poco. Desde que comenzó el feminismo a hoy, este movimiento ha sufrido muchísimos cambios. Y no significa lo mismo que cuando comenzó. Tampoco representa lo mismo. En todo caso, Ricardo se pronuncia en contra de la ignorancia de la gente que sigue una bandera sin preguntars­e realmente cómo son las cosas. Y que siguen como rebaño un ideal sin cuestionar­se absolutame­nte nada.

–En los años ’80, La Falda Rock fue una mezcla de combustión, ruptura y épica. ¿Cómo te influyó esa camada de ban-

das y todo lo que ocurría con el rock nacional en esa época?

–Por mi edad yo no tuve la posibilida­d de vivirlo, pero por mi viejo sé de la magnitud del festival y lo que provocó en los años ’80. Una historia increíble que él me contó, es que en una ocasión en la que hubo disturbios, subió a su micro de gira a un pibe del público para protegerlo de la policía. En ese entonces era un adolescent­e más, pero hoy es el líder de La Renga. Siempre nos contaba esa historia. Pero en lo personal a la ciudad de La Falda le tengo gran aprecio, ya que era un punto fijo de vacaciones familiares cuando era niña. Parábamos en un hotel histórico que se llama, o se llamaba, El viejo castaño.

–¿Cuál creés que es la relevancia del festival hoy?

–Como todo festival de rock, la relevancia es la música en sí y la posibilida­d de que muchas bandas puedan expresar su propuesta artística sin distincion­es entre banda y banda. Todas tienen un espacio sea el género que sea. Conocida o no conocida. Y eso es muy importante, tanto para las bandas como para los distintos tipos de público quienes comparten un mismo espacio. Creo que eso enriquece a la gente.

–¿Cómo imaginás tu carrera a futuro?

–No logro visualizar con claridad mi carrera a futuro. Trato de vivir el presente. El día a día haciendo lo mejor que pueda hacer. Lo que sí deseo es poder seguir haciendo música desde el lugar que me toque vivir. Muchas veces uno se imagina algo, proyecta una situación pero en la realidad

te sucede otra cosa. Y está bueno adaptarse a eso que aparece siempre llevado para el lado que a uno le interesa, obviamente. Ojalá al futuro lo encuentre con salud para seguir tocando. Y retomando cosas que por ahí dejé en el camino por falta de tiempo, como ser el proyecto Chulpa, una banda que armamos con gente muy querida de La Quiaca, Jujuy. Que combina música andina con metal. Si bien pudimos hacer un disco, nunca pudimos presentarl­o. Ojalá encuentre al futuro con salud para seguir aprendiend­o y para seguir enseñando (soy maestra de lenguaje musical en el proyecto de orquestas infantiles y juveniles de Buenos Aires) un proyecto de inclusión social que voy a seguir protegiend­o. Y ojalá sigamos compartien­do con Ricardo su maravillos­a obra. Cómo cantaría Pappo: “Mucho por hacer, queda queda mucho por hacer...”.

POR MI EDAD, YO NO TUVE LA POSIBILIDA­D DE VIVIRLO, PERO POR MI VIEJO SÉ DE LA MAGNITUD DEL FESTIVAL.

 ?? (GENTILEZA BRENDA VON ZEDTWITZ) ?? Dar en la tecla. Joana Gieco se dedicó al piano al ver practicar a su hermana mayor.
(GENTILEZA BRENDA VON ZEDTWITZ) Dar en la tecla. Joana Gieco se dedicó al piano al ver practicar a su hermana mayor.

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