Cuando se canta como se vive
Después de producir hace unos años un interesante documental sobre el Indio Pachi, una figura mítica del Cerro Colorado, Fernando Morales presenta oficialmente su primer disco de composiciones propias. El cantante y guitarrista nacido en Pergamino y radicado en Córdoba desde hace un largo tiempo mostrará las canciones de Gramilla mañana, desde las 21, en El Vecindario (Marcelo T. de Alvear 835), con entradas generales a 150 pesos.
“Gramilla surge de la charla con un paisano en el norte cordobés que me contaba como
hacía para formar una senda en una zona que cuando llueve mucho se lava y destruye los pasos. Para que eso no suceda, me decía, hay que dejar que ‘engramille’, o sea que se llene de pasto para aferrar esas piedras al suelo y evitar así que se vayan. Pensé en ese concepto relacionado a mis canciones, que pretendo que se aferren a la tierra, que desde allí es de donde provienen”, explica Morales.
Contra el desmonte
Él trabajó por varios años en el campo y allí compuso varias de estas canciones que hablan de esa vida, de esos paisajes y esos personajes, así como también la dura coyuntura actual en la provincia, que implica la lucha contra el desmonte o la minería contaminante.
Al desandar este disco que fue editado por Acqua Records, un prestigioso sello que reúne artistas de folklore, tango y jazz principalmente, uno se encuentra con chacareras (la instrumental La empacada es una verdadera joyita), milongas, zambas y gatos en las que Morales expone su mensaje campesino y sobre todo sus enormes cualidades como guitarrista.
Tejedora de palma, con su impronta litoraleña, es otro momento alto: el piano de Antú Honik, el chelo de Eugenia Menta y la voz de Juan Iñaki le aportan otro vuelo a la canción. El mismo Iñaki estará como invitado en el concierto de mañana, junto al guitarrista Miguel Rivaynera y el flautista Beto Durand, entre otros.