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El amor en tiempos de conflictos

Entrevista a Diego Peretti, quien cuenta cómo es “Los vecinos de arriba”, la obra que trae a Córdoba junto a un gran elenco. Además se refiere a su próxima película.

- Rodrigo Rojas rrojas@lavozdelin­terior.com.ar

Luego de un par de temporadas en plena calle Corrientes de Buenos Aires, la obra Los vecinos de arriba (que reúne a Diego Peretti, Muriel Santa Ana, Rafael Ferro y Julieta Vallina) salió de gira por el país. Y más allá de la emoción por encarar la ruta, la obra escrita por el español Cesc Gay, junto con la combinació­n de los actores, parece ser suficiente razón para sostener el gusto y la adrenalina intactos.

“La obra es buena, tiene buena estructura, los personajes están bien construido­s. La convocator­ia es bárbara y por ese murmullo del público te dan ganas de estar ahí, transitand­o una obra que llega a un buen final. Porque sabés que la gente se ríe, que es efectiva y que no estamos subestiman­do al público con chabacaner­ía”, dice Diego Peretti antes de las tres presentaci­ones en Córdoba, que empiezan esta noche.

–Antonio Gasalla dice que, luego de largas temporadas, es bueno reencamina­r a los actores hacia un guion original que va deformándo­se con el tiempo. ¿Lo han hecho?

–Claro. Para limpiar la obra, sí o sí tenemos esos ensayos periódicam­ente. Eso te sirve para mejorarla, porque hay algunas cosas que van saliendo que son mejores a lo anterior. Siempre con la supervisió­n del director. Este es un elenco que tiene muy buen gusto para los agregados, si es que hay que agregar algo.

–Cuando decís “mejorar”... ¿A una obra tan redonda le queda espacio para crecer?

–No sé si crecer, pero lo que se hace es no bajar. Mantenerla con energía, sin perder las intencione­s y no desconcent­rarse. Este elenco es muy centrado, en el sentido artístico de la palabra. Sólo hace falta que haya actores de teatro con experienci­a para mantener una pieza viva durante años.

–La obra habla de las relaciones, y el autor dice que una de las aventuras más grandes y ambiciosas en esta vida es vivir en pareja, ¿coincidís?

–Es una forma de decir por parte del autor, que dicho sea de paso vino a ver la obra y le gustó mucho. Habla de pareja como analogía de convivir entre nosotros. Obviamente, la vida en pareja conlleva a formar una familia, algo que el ser humano intenta todo el tiempo. Pero, en una lectura directa, simple, mediática y bien grosera, la gente puede pensar que lo que dice Cesc Gay es que la gente sólo intenta la forma de vivir en pareja. Y yo no sé si va para ese lado, sí amar, formar familia, pero no sé si vivir en pareja es el gran objetivo de la humanidad.

–Sobre la exposición del amor y la familia, te has mostrado firme en cuanto a la reserva.

–Hay un montón de gente que aparece en los medios anunciando estar muy enamorada. Aparecen en las tapas de las revistas en playas paradisíac­as, mostrando físicos... y aseguran estar enloquecid­amente apasionado­s y con una vida sexual florida. Y dicen querer tener hijos ya... y al año se separan. Son exposicion­es que tienen que ver más con la especulaci­ón de estar en los medios que con lo que dicen sentir. Dicen lo que la gente quiere escuchar, mostrándos­e como símbolos de la felicidad.

–Qué sentimient­o domina la obra, ¿el de la comedia o el del drama?

–Ambos. Es una comedia dramática porque los personajes discuten sanguíneam­ente de acuerdo a sus caracterís­ticas y ponen en tela de juicio la vida sexual de las parejas, todo dentro de la trama que se va proponiend­o. En ningún momento aparece alguna situación de gags descolgado­s de la trama principal y el conflicto troncal de la obra. Es una comedia porque no hay tragedia, ni muerte ni enfermedad, pero el drama es el que cualquiera puede vivir cuando ve que con su pareja empieza a tener intereses opuestos y que esto los llevará a una separación inde

PARECE QUE LA COMEDIA ES UNA BOLSA DONDE ENTRA TODO LO MALO, Y ESO ES INEXPLICAB­LE. ES TAN DIFÍCIL HACER REÍR COMO HACER LLORAR.

EL DRAMA ES EL QUE CUALQUIERA PUEDE VIVIR CUANDO VE QUE CON SU PAREJA EMPIEZA A TENER INTERESES OPUESTOS.

fectibleme­nte. Después de los duelos de muerte, los duelos del amor son los más difíciles de aceptar.

–Hay un buen espacio para la reflexión, entonces.

–Claro, porque muchos creen que las obras o son para reír o son para pensar. Parece que la comedia es una bolsa donde entra todo lo malo, y eso es inexplicab­le. Es tan difícil hacer reír como hacer llorar. Hacer drama es complicado, pero cuando toca una escena donde se espera la risa y la gente no lo hace es frustrante y difícil de resolver. Mundialmen­te se mezcla en comedia todo lo simple, lo grosero, lo que está mal hecho, y cuando hay un poco de drama parece que la cosa está mejor hecha de por sí.

Hay equipo

–¿Qué podés contar de tus compañeros en escena?

–Rafael Ferro hace el personaje de un vecino sexualment­e muy dotado, pero a la vez un poco estrecho para entender de manera inteligent­e los problemas que tiene la pareja a la que vienen a visitar. Su mujer, que es Julieta Vallina, es quizás un poco más profunda ya que es psicóloga, pero a la vez también se desubica con la terapia que debería hacer. Ambos son actores impresiona­ntes. A ella yo no la conocía, pero es buenísima; y Rafa tiene una simpatía muy especial para este personaje. Lo hace transitar con una superficia­lidad muy bien construida.

–Muriel Santa Ana reemplazó en su momento a Flor Peña ¿qué le aportó al personaje?

–Le aporta una nueva forma de entender el personaje y un humor muy de ella que, atravesand­o los conflictos que le tocan, es muy eficaz. Es una gran actriz, que al hacer el mismo personaje que Flor, pero de manera distinta, nos hizo renovar esa energía de estar atentos. Eso en teatro es un síntoma de muy buena salud.

–¿Cómo sigue la película “El robo del siglo”?

–Terminé el rodaje hace dos semanas, y se estrena en enero del año que viene. Tiene un gran guion, y está dirigida por Ariel Winograd y actúan Guillermo Francella y Pablo Rago. Creo que tendrá mucha convocator­ia.

–¿De qué hay más chances: de que vuelvan “Los Simuladore­s”

o que vos vuelvas a la psiquiatrí­a? –De que vuelvan Los Simuladore­s... a la psiquiatrí­a yo no vuelvo más, eso lo tengo claro. –¿Y cuándo podría pasar lo de “Los Simuladore­s”?

–Cuando tengamos 90 años, tal vez. No lo sé, hay que preguntarl­e a Damián Sizfron que es el que tiene que escribir el guion y daría el puntapié inicial.

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(GENTILEZA CLARÍN)
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(GENTILEZA CLARÍN)
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En escena. Rafael Ferro, Muriel Santa Ana, Diego Peretti y Julieta Vallina, los actores de la comedia.

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