La rebelión del más pequeño
Un personaje insignificante pone en jaque al grandilocuente presentador del circo. El gran truco, espectáculo de teatro negro, se presenta hasta el domingo en Ciudad de las Artes. La Kompañía Romanelli de Uruguay volvió a Córdoba después de 10 años, con uno de sus espectáculos exquisitos, por la concepción visual y la sutileza en la manipulación de los muñecos. A partir de la técnica del teatro negro, elementos geométricos construyen con líneas puras un circo muy particular.
El chiste simpático de la obra es el personaje del barrendero, un hombrecito que insiste en mostrar el truco de la caja que arrastra al centro del escenario cada vez que ve la posibilidad de burlar al presentador.
Como la gracia está en los trucos y la resolución de cada cuadro, no conviene adelantar qué ocurre en el devenir de la función cada vez que Olej asoma su nariz fosforescente.
El espectáculo apto para todo público juega todo el tiempo con proporciones, colores y un concepto de diseño que invita al espectador a completar la imagen que se arma y desarma en segundos. Equilibristas, el ‘gran’ Tofú, el payaso, la cuerda cobran vida al ritmo de la música que suena a circo sin recurrir a temas convencionales.
La compañía uruguaya que se hizo conocida en Córdoba como Bosquimanos, sale de gira por las ciudades del mundo con un show muy simple en apariencia pero de gran destreza en cuanto a la manipulación y la búsqueda de los tiempos del espectador. El gran truco invita a entrar a una dimensión poética, en la que las formas flotan, se acomodan, construyen un instante, desaparecen en la oscuridad. También desafía al público (a grandes y chicos).