No se puede censurar un instrumento
Tomás Verduga es uno de los guitarristas de Bandalos Chinos, una banda pop que así como remite al rock nacional de la primavera alfonsinista también entrega chispazos de modernidad. “Este tiempo es una reacción natural a la marca que la guitarra dejó desde siempre”, analiza Verduga.
“Hablamos de un instrumento que tiene historia más allá del rock; si bien no estuvo en los comienzos de la música, es parte de ella desde hace siglos. Sigue teniendo un peso importante en la música popular, pero tomé como un desafío adaptarme al otro rol de la guitarra que no es tan protagonista”, añade el músico que arma un tándem interesantísimo con Iñaki Colombo.
“El trabajo que hacemos con Iñaki es el de dominar el ego. Sabemos adaptarnos a lo que la canción pide y no a lo que queremos mostrar como guitarristas, apunta, en clara sintonía con Mema.
No obstante esta revelación, a Verduga y a Colombo no se los percibe contenidos en los shows de Bandalos Chinos: “Trabajamos en un campo indeterminado. Él tiene una formación más jazzera, y la mía es autodidacta total. Nunca fuimos ‘un líder y otro rítmico’”.
Tomás cree que sus hábitos como consumidor de música le ayudan a consolidar este perfil. “Escucho a mucha gente decir que la guitarra ya fue. ¿Cómo vas a enterrar a un instrumento? ¿Cómo vas a censurarlo así?”, se indigna.
“Me gusta tocar la viola, pero entiendo que el instrumento tiene que asumir otro rol, que no es más la del rock tradicional que nos gusta –concluye–. Qué sé yo, te escucho un disco de Alex Andwanter que está hecho con compu y me la vuela, pero de golpe puedo poner otro de Fito en el que asoma un solo de Gabriel Carámbula que me transporta. Todo es interesante, pero personalmente busco ser un guitarrista aggiornado a lo que pide la música hoy por hoy. La idea es que suena una guitarra y que no digas ‘uy, qué molesto el guitarrista queriéndose hacer notar’. Hay canciones en las que toco dos notas en todo el tema. Si fuera un blusero me cago de embole, pero entiendo que eso es lo que pide mi banda. Me divierto haciendo eso.”
–¿Qué violeros que te moldearon?
–Si bien me gustan clásicos como Jimmy Page y Hendrix, no sé si me influyeron tanto. Ulises Butrón sí. A Prince le robé muchas cosas, las violas funkies o muteadas. Un músico que me llevó a buscar otros sonidos fue Fer Ruiz Díaz de Catupecu. Siempre me atrajo esa cosa medio mantra que tiene, de repetir un gesto hasta que cobre otro sentido. Y armando Bandalos, escuché mucho el trabajo de los guitarristas de Phoenix.