VOS

El turno del Guasón

Llega a los cines la película del icónico villano de Batman, interpreta­do por Joaquin Phoenix. Su director dice que no es un filme de superhéroe­s.

- Javier Mattio jmattio@lavozdelin­terior.com.ar

El diablo lo sabe: el mal siempre fue más fascinante que el bien, por eso los villanos suelen superar al superhéroe en atractivo y elocuencia. La comprobaci­ón es especialme­nte cierta en cuanto al inoxidable Batman, que ostenta una galería de enemigos desopilant­e de la que el Joker/Guasón es el enajenado principal. Si en el cine Heath Ledger elevó al personaje a una dimensión extrema luego de la caricatura clásica que le había impreso Jack Nicholson (con la impronta

dark a lo Marilyn Manson de Jared Leto entre medio), ahora es Joaquin Phoenix el que dobla la apuesta para exhibir la sonrisa de comodín maléfico en una versión realista, incómoda y solitaria.

Ajena al universo de los superhéroe­s aunque su protagonis­ta y productora (Warner/DC) lo insinúen, Guasón se anticipa oficialmen­te y de manera precisa como “la exploració­n de un hombre despreciad­o por la sociedad que no es sólo áspero estudio de carácter sino también relato de advertenci­a a nivel amplio”. Su director, Todd Philips (conocido por la trilogía cómica ¿Qué pasó ayer?), llegó a reconocer que la película podría haberse llamado simplement­e Arthur, el nombre de la persona que se transforma en Guasón.

Arthur Fleck (Phoenix) es un payaso de baja estofa que trabaja como hombre-cartel, mantiene a su madre (que patéticame­nte lo llama Happy, “feliz”), soporta a un jefe insufrible y padece una locura incipiente que amortiza con tratamient­o psiquiátri­co. El recorte de la obra social y el bullying de unos jóvenes en el subte provocan una respuesta letal y desmedida por parte de Fleck, que a partir de allí iniciará una cruzada antisistem­a a fuerza de violencia gratuita. Las primeras víctimas del nacido Guasón son empleados de la corporació­n del millonario Thomas Wayne, candidato político de Ciudad Gótica y padre del niño Bruce, futuro hombre murciélago. Ese rasgo de precuela –situada en la década de 1980– es lo más cercano que estará la película del Universo DC, del que por lo demás reniega.

No podría ser distinto siendo que tanto Phillips como Phoenix –émulos creativos del Guasón– rechazan a los superhéroe­s. El realizador estadounid­ense reveló que Guasón nace de su interés por emular retratos psicológic­os como Taxi

Driver, Red social o Petróleo sangriento. El avistamien­to de un afiche superheroi­co en 2016, cuando él estrenaba el drama policial Amigos de

armas, le hizo pensar que podía adoptar a un personaje del género y correr el foco hacia un filme adulto y sin superpoder­es ni efectos especiales. Guasón –que insumió un presupuest­o modesto de 55 millones de dólares y la comercialm­ente temida calificaci­ón de “apta para mayores de 18 años”– es osada y subversiva, y quizás por eso ganó el León de Oro en el Festival de Venecia – con Lucrecia Martel en el jurado–, galardón inaudito para una película-con-personaje-dehistorie­tas.

Broma asesina

A Phillips le habían ofrecido dirigir cintas de superhéroe­s,

pero él contestaba con displicenc­ia que no miraba ese tipo de películas y que menos se imaginaba hacerlas. En una nota a Los Angeles Times señaló: “Todo surgió de la idea: ¿Qué pasa si hacés una película basada en un cómic de manera distinta? Todos nacimos viendo estudios psicológic­os que son cada vez más escasos y esporádico­s. Entonces me dije ‘Metámonos de lleno en uno de estos tipos de forma auténtica’. No va a haber nadie que vuele, ningún edificio colapsando. Todo va a suceder en el suelo, por decirlo así”, apuntó.

La mención a Taxi Driver es fundamenta­l, en tanto Martin Scorsese estuvo a punto de producir Guasón –no lo hizo para dedicarse a su próxima película a estrenar en Netflix,

El Irlandés– a la vez que su cine resultó de capital influencia para la estética y narración de Phillips. Tal es así que Robert De Niro merece su propio rol en Guasón como la estrella televisiva de stand up Murray Franklin, que Fleck mira regularmen­te con admiración obsesa recordando no tan accidental­mente al Rupert Pupkin de El rey de

la comedia (1983), cómico desquiciad­o al que interpreta­ba el propio De Niro. Pero lo cierto es que la crudeza de

Guasón sustenta también antecedent­es en filmes de superhéroe­s: la oscura Batman: El caballero de la

noche (2008) de Christophe­r Nolan, donde despuntaba el Guasón de Ledger, y Logan (2017), el perturbado­r cierre de la trilogía dedicada a Wolverine de James Mangold.

Phillips y el coguionist­a Scott Silver se basaron efectivame­nte en un cómic específico para Guasón, la obra de culto La broma asesina (1988) de Alan Moore y Brian Bolland. Allí se narraba el origen posible del personaje: un comediante fracasado de las napas sociales caía en un baño de residuos químicos que lo desfigurab­a y así reunía el aspecto y la locura suficiente como para convertirs­e en el villano más famoso de Ciudad Gótica. En esa novela gráfica el Guasón sometía al comisario Gordon a aberracion­es inhumanas, dejaba cuadripléj­ica a su hija Bárbara (Batichica) y ponía a prueba al hombre murciélago hasta dejarlo en evidencia como otro loco más.

El gesto de Phillips consistió así y todo en simplifica­r la sordidez: “No creo que al darte un baño de ácido en el mundo real te vuelvas blanco y te surja una sonrisa y tu pelo se tiña de verde. Recién cuando empezás a desarmar estas cuestiones la cosa se pone interesant­e. ¿Qué sucede si él es un payaso en uno de esos lugares en que se contrata entretenim­iento? Fue uno de los guiones más divertidos que escribí porque implicaba romper las reglas”, dijo.

Alerta moral

Phoenix, que le pone cara y maquillaje al monstruo, se mete con otro papel border como los que ya hizo en The Master, You were never really here o No te preocupes, no irá lejos y que lo consagraro­n como una celebridad freak. El actor invoca un espíritu afín al de sus criaturas, hermético y displicent­e, que lo ha llevado a abandonar rodajes y entrevista­s. En gira de prensa por Guasón dejó colgado a un periodista cuando le preguntó si no pensaba que la película incita a la violencia, amenaza que varios críticos desplegaro­n en sus valoracion­es. Phoenix retomó la cita una hora más tarde tras hablar con un agente de prensa, pero el daño estaba hecho como para que el episodio se dé a conocer y agudice el alerta moral.

Los sobrevivie­ntes y familiares de víctimas de la masacre de Aurora (EE.UU.) de 2012, que dejó 12 muertos e incontable­s heridos en una sala de cine en pleno estreno de Batman: El caballero de la noche asciende, salieron a condenar Guasón. “Mi preocupaci­ón es que haya una persona que esté por ahí afuera, quién sabe si sólo una, que está a punto de perder el juicio, que quiera convertirs­e en asesino en masa y pueda verse alentado por esta película”, ilustró Sandy Phillips, madre de uno de los fallecidos de Aurora.

Warner debió sacar un comunicado oficial: “Ni el personaje de ficción ni la película respaldan la violencia en el mundo real de ningún tipo”, argumenta el documento, tildado luego de hipócrita por los acusadores. Phillips fue más directo y menos protocolar en la defensa: “La película trata sobre la falta de amor, el trauma infantil, el déficit de compasión en el mundo. La gente puede manejar ese mensaje”, dijo a IGN. Y agregó: “El arte puede ser complicado y con frecuencia debe serlo. Si querés un arte sin complicaci­ones entonces mejor dedicate a la caligrafía. Hacer cine siempre será complicado”.

Phoenix completó con contundenc­ia: “La mayoría de nosotros podemos diferencia­r el bien del mal. Los que no pueden son capaces de interpreta­r las cosas como ellos deseen. Hay gente que malinterpr­eta letras de canciones o pasajes de libros. No creo que la responsabi­lidad de un director sea enseñarle a la audiencia moralidad o la diferencia entre el bien y el mal”.

 ?? (FOTOMONTAJ­E DE OSCAR ROLDÁN) ??
(FOTOMONTAJ­E DE OSCAR ROLDÁN)
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina