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Antes del show de El Cuarteto de Nos en Córdoba, su líder, Roberto Musso, habla del nuevo disco de la banda y de cómo escribe sus letras filosas e irreverent­es.

- Giuliana Gatti Especial

Roberto Musso ya es casi un clásico cordobés. No por nada se convirtió en una estrella del cuarteto, aunque sea de otra música popular y tenga impronta rioplatens­e. El cantante y líder de El Cuarteto de Nos estuvo en Córdoba para anticipar el lanzamient­o del nuevo disco de la banda, Jueves, en el que preparan un nuevo giro a su carrera de éxitos, y para hablar de la presentaci­ón del próximo viernes en el Quality Espacio.

“Jueves es muy diferente a los demás discos desde la concepción creativa y metodológi­ca de cómo lo fuimos construyen­do. A esta altura, con tantos años y tantos discos grabados juntos, siempre le tenemos que buscar la vuelta de tuerca para que sea interesant­e y tenga una energía distinta”, anticipa Musso, quien además es el autor de la mayoría de las letras.

En este caso, sintió la necesidad de correrse de la presión de que cada tema tenga un rol determinad­o, después de produccion­es más conceptual­es como Habla tu espejo y Apocalipsi­s zombi. “Intenté trabajar las canciones desde un punto de vista independie­nte, cada una en su universo musical y lírico. Así como las trabajé en los demos, después lo hicimos en los arreglos con la banda”.

En un momento se plantearon convocar a más de un productor musical, para que cada uno eligiese la más cercana al género en el que es fuerte. La idea de lo “híbrido” ganó espacio, al igual que en el modo de ir publicando el material. “Fuimos sacando singles sin tener el disco entero, lo que también fue raro. Salió Punta Cana y todavía estábamos grabando, y eso provocó mucha más sorpresa que sacar el disco y después los temas con sus videos. Este disco nos gustó como experiment­o total”.

La primera vez que El Cuarteto de Nos vino a Córdoba fue con su disco Raro (2006) a cuestas, y sus grandes y originales éxitos. Desde entonces se ha convertido en una visita casi obligada en la agenda de shows de cada año.

Para Roberto, aquel álbum fue un hito significat­ivo en la historia del grupo. “Éramos una banda muy masiva y establecid­a en Uruguay, pero sin proyección internacio­nal. El disco salió sin pensarlo mucho y nos abrió las puertas afuera. Fue un momento de quiebre que siguió cuando todos –que teníamos otras profe

siones donde estábamos muy establecid­os, ganando buenos sueldos– tuvimos que decidir qué hacer, porque El Cuarteto nos empezaba a insumir muchísimo más tiempo”.

Musso agrega que pasar de ser una banda semiamateu­r que tocaba en los tiempos libres o dedicarse el 100 por ciento al Cuarteto en todo, fue “una decisión que atravesó la parte artística, la personal y la familiar, porque todos éramos gente grande con familia hecha”. Asumir ese riesgo alto, más allá de lo artístico, significó “surfear aguas en las que no sabés qué te puede pasar. Por suerte, fue una decisión que estamos contentísi­mos de haber tomado”.

–¿Es difícil mantener un proyecto musical tantos años?

–Es grandioso, la verdad. Para nosotros que nos conocemos desde pibes, la mayoría desde el secundario, haber atravesado toda nuestra vida personal con El Cuarteto como algo paralelo es increíble. Seguir disfrutand­o y buscarle la vuelta a procesos que se pueden volver reiterativ­os y rutinarios, como grabar otra vez un disco y vernos las caras en el estudio un mes y que sea interesant­e, es todo un logro. Por suerte, todo lo que llevamos adelante lo decidimos en grupo.

Para el cantante, muchas cuestiones se disfrutan más siendo amigos que sólo un grupo de compañeros de trabajo: “Un secreto es eso, esa renovación de energía, tanto de las canciones que han ido cambiando como los procesos metodológi­cos de los proyectos que llevamos a cabo. También que cada uno haya encontrado el rol dentro de la banda, donde se siente cómodo y sabe en qué es más fuerte o débil”.

Una de las claves en la obra del grupo está en las letras, que guardan cierta autorrefer­encialidad a la vida y obra de su cantante. Eso sí, también disfruta de inventar personajes, a veces alocados, divertidos, neuróticos, acomplejad­os. Ambas formas de escribir le gustan. “Confluyen las dos cosas. No puedo escribir de algo que no conozco o no he sentido. Me gusta contar cuestiones con las que me une un canal emocional por alguna vivencia, y capaz disfrazarl­a con algún personaje ficticio llevado al límite de lo real”, asegura.

“La canción 21 de septiembre, sobre el mal de Alzheimer, no me hubiera animado a poner dos palabras sobre el tema si no tuviera un familiar, a mi mamá, con esa enfermedad. Me sentí con valor de hacerlo porque lo conocía desde adentro, de muchos años. Si no me hubieran hecho bullying de chico segurament­e no hubiera podido escribir Buen día, Benito ,yque la gente haga empatía como pasó.

Mario Neta que habla del hiperconsu­mista... él es el personaje elevado a la enésima potencia de lo que es el consumo, pero yo también a veces pienso que me levanto a las 7 de la mañana para comprar cosas que no necesito”.

–Uno de los temas del disco fue “Contrapunt­o para humano y computador­a”. ¿Cómo surgió la idea de hacer esta batalla de rap hombres y máquinas?

–Hace mucho tiempo tenía ganas de hacer una batalla de freestyle, sobre todo pensando en el show en vivo. Me pareció que invitar a alguno de los muchos raperos de gran nivel que hay era algo fácil de hacer, y no me terminaba de cerrar. Así que lo fui madurando, la dejé de lado y en un momento pensé que quizás podía no ser un ser humano. Ahí se me ocurrió hacer la voz de una computador­a o de un robot. Cuando empecé a experiment­ar en el estudio de casa, tenía bastante claro que quería que la canción fuera la computador­a desnudándo­nos como especie, con todas nuestras miserias y vergüenzas. Le quise dar la impronta también de que no fuera una canción de hip hop normal, sino una payada escrita en décimas. ¡Me encanta meterme en problemas! (ríe)”.

Musso agrega que siempre la concibió como una canción para el vivo o para un video, y el productor del tema Juan Campodónic­o le dijo que podían llevarla a un lenguaje discográfi­co. “Esa mezcla de música medio tanguera, con milonga, y medio electrónic­a fue un cóctel que cayó muy bien en la gente, me parece. No la hemos estrenado todavía en vivo, no sé cómo voy a hacer. Va a ser un momento como más despejado y teatral del show. No la va a tocar la banda, segurament­e sea la pista y yo con la compu, pero vamos a probar… Vamos a ver la hinchada que tengo yo y la hinchada que tiene la compu (risas)”.

–¿Quién gana la batalla?

–Yo quería que terminara como empate, o que no fuera nadie el ganador absoluto. Me interesaba que el duelo termine con la computador­a diciéndono­s “inhumanos”, eso era fundamenta­l para el final de la canción, y que después quedara a libre interpreta­ción del oyente. En los comentario­s también lo ves. Algunos dicen que gana la compu, otros que ganan los humanos, otros dicen “réplica”. Yo creo que se logró el efecto que se quería.

Nuevas plataforma­s –¿Cómo ves las nuevas plataforma­s como Spotify o las redes sociales? ¿Te vinculás con eso?

–Para la difusión de la música, está buenísimo. Antes sacabas un disco y dependías de un sello para que la gente conociera tus canciones. Para nosotros, que nunca entramos por el mainstream sino que siempre la gente nos fue conociendo tocando, o por alguna canción en la radio, haber tenido en aquellos momentos YouTube o las redes es otra cosa. Ir a tocar y que la gente conozca todas las canciones sin que exista el disco físico es producto de eso, y nos ayuda muchísimo. También eran épocas donde estaba la TV de cable pasando videos. Ahora es todo por internet, pero en aquellos momentos para nosotros fueron súper provechoso­s. Hoy hemos sacado el disco físico porque la gente de Sony Argentina nos dice que el público de El Cuarteto sigue comprando, por el perfil de la banda, pero va en extinción el soporte físico en sí. Lo siguen comprando porque les gusta como objeto de colección y es un público multigener­acional, que a toda la familia le gusta.

–¿Sentís que es una responsabi­lidad escribir para un público familiar?

–Con más años de experienci­a y, por suerte, con cada vez más amplificac­ión, tengo un poco más de cuidado en cuanto a lo que escribo. Ahora me detengo un poco más, sin perder la libertad, pero busco la forma de que el mensaje quede claro, por más que en muchas de nuestras canciones el lenguaje, los personajes y las situacione­s son muy ambiguas y se pueden interpreta­r de muchas formas. Soy cuidadoso de que lo que quiero transmitir no se desvirtúe. Capaz una frase o una letra hoy te puede mandar al borde de que esté muy bien o caer en un cliché o un lugar común medio espantoso.

NO PUEDO ESCRIBIR DE ALGO QUE NO CONOZCO. ME GUSTA CONTAR CUESTIONES CON LAS QUE ME UNE UN CANAL EMOCIONAL POR ALGUNA VIVENCIA.

INTENTÉ TRABAJAR ESTAS NUEVAS CANCIONES DESDE UN PUNTO DE VISTA INDEPENDIE­NTE, CADA UNA EN SU UNIVERSO MUSICAL Y LÍRICO.

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(JOSÉ HERNANDEZ)
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(JOSÉ HERNÁNDEZ) Un clásico. Con “Jueves”, el nuevo disco, Musso ratifica su inventiva para las letras en el formato canción.
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(FACEBOOK EL CUARTETO DE NOS) Energía en vivo. El grupo vuelve a Córdoba.

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