Imágenes retro reproduciéndose sin fin
Pertenezco a la generación que pudo ver en vivo a Soda Stereo por primera vez en 2007, cuando el grupo anunció su vuelta a los escenarios luego de 10 años de separación. Entonces ya había un sector de sus seguidores que cuestionaba el regreso: decían que era exclusivamente por dinero, porque entre ellos no se llevaban bien, que Cerati había esperado a llenar estadios por su cuenta – gracias a su álbum Ahí vamos ,de 2006– para reunir a la banda y así demostrar que lo hacía porque tenía ganas y no cuentas que pagar.
Y también decían, con una actitud tan displicente como nostálgica, que la gira “Me verás volver” no tenía comparación con las mejores épocas de Soda, aquellos shows de energía desbordante y vanguardia sonora a los que habían tenido la suerte de asistir.
Lo que ese núcleo fundamentalista no tenía en cuenta es que para seguidores como yo, que apenas superaba los 20 años, ver juntos a Gustavo, Charly y Zeta fue una experiencia inolvidable que me dejó afónico y me trajo de vuelta un repertorio extraordinario de canciones, más allá de que era obvio que la química entre los tres era muy distinta a la de sus mejores momentos.
Cuando el jueves pasado se anunció la noticia de la gira “Gracias Totales - Soda Stereo”, mi acto reflejo fue criticar la decisión de la banda de actuar en vivo sin Gustavo Cerati. Y al rato también me puse a pensar si yo mismo no me estaría convirtiendo en ese fan arrogante que se burló de mi entusiasmo en 2007 por verlos en vivo.
Otras épocas
Pero son situaciones distintas. Vale el repaso: ahora Charly Alberti y Zeta Bosio interpretarán clásicos de la banda acompañados por artistas invitados como Chris Martin, Juanes, Adrián Dárgelos, Andrea Echeverri, Mon Laferte, León Larregui, Fernando Ruiz Díaz, Gustavo Santaolalla y Rubén Albarrán. El primer comunicado de esta vuelta no especificaba si los invitados estarían en vivo y en directo en los conciertos o si serían grabaciones proyectadas en pantallas gigantes.
En una segunda gacetilla enviada ayer y que informaba los precios de los tickets, se detalla lo siguiente: “Charly y Zeta celebrarán la música y la historia de Soda Stereo con shows en vivo por América latina junto con algunos de los más grandes artistas internacionales que, de manera presencial o a través de un formato audiovisual impactante, estarán presentes para honrar la obra de la banda”.
En otras palabras, si no se especifica qué artistas estarán en cada concierto, quien compre una entrada para alguno de estos conciertos deberá hacerlo con cierta cuota de incertidumbre: no sabe si verá en vivo al cantante de Coldplay –por ejemplo– o tendrá ante sus ojos la interpretación vocal de un hit de Soda a través de una grabación “impactante”.
Es posible que incluso en algún momento del espectáculo las pantallas muestren al propio Cerati, como ocurre en los shows de Queen cuando aparece proyectado Freddie Mercury, mientras Roger Taylor y Brian May se suman en vivo con sus respectivos instrumentos.
Bosio y Alberti están en su derecho de armar una propuesta de estas características. Hay muchos fans jóvenes de Soda que nunca pudieron ver en vivo al grupo y esto es lo más cerca que podrán estar de eso. Pero convengamos que las críticas que suscitó la noticia son más atendibles ahora que en 2007: las canciones de Soda tienen mucho más de Gustavo que de Charly o Zeta.
Lo anterior no es una idea mía ni una mirada sesgada a un fenómeno que protagonizaron los tres: Cerati compuso casi todas las canciones del grupo, así están registradas y así lo hizo saber él cada vez que el tema lo ameritó. Que por razones obvias esta nueva gira –igual que Sép7imo Día ,el espectáculo del Cirque du Soleil– no tenga el visto bueno de Cerati se presta al menos para la especulación o el desencanto.
Es probable que el bajista y el baterista sean conscientes de lo que implica este tour (una logística compleja, cuestionamientos hacia ellos, exigencias físicas), y aun así hayan optado por encararla con entusiasmo y profesionalismo. Después de todo, hay muchas bandas tributo a Soda Stereo en actividad y ellos podrían afrontar una versión “oficial”, con el bonus track de los invitados.
Aun así, no deja de ser un poco decepcionante que una de las bandas más interesantes que dio el rock argentino en su rica historia se haya vuelto una máquina de entretener, sin el riesgo artístico que cargaba en cada disco y en cada gira. Y en eso el mayor responsable fue Cerati, al que vimos esa tarde de diciembre de 2007, una imagen que ya es una burbuja en el tiempo.
QUIEN COMPRE UNA ENTRADA PARA ALGUNO DE ESTOS CONCIERTOS DEBERÁ HACERLO CON CIERTA CUOTA DE INCERTIDUMBRE.