Encanto tropicalísimo
La banda colombiana Monsieur Periné llega a Córdoba por primera vez para actuar el jueves. Es en el marco de su “Tour Sombra”.
Quien haya tenido suerte, puede haber conocido a este grupo de chicos tocando en la calle. No hace falta que haya sido en sus comienzos: Monsieur Periné, a pesar de contar con tres discos editados, tener respaldo de Sony, giras casi mundiales y haber obtenido en el 2015 un Grammy que hoy luce en su currículum, sigue sorprendiendo a las ciudades por las que pasa con sus “Periné al parque”.
En estos shows casi espontáneos, que anuncian con poca anticipación en sus redes, se bajan del escenario para tocar en alguna plaza conocida de la ciudad, envolviendo al público mezcla de fans atentos y de descuidados peatones con su magia colombiana.
En Argentina lo hicieron en Buenos Aires, frente al Mamba. “Nos gusta hacerlo principalmente en esas ciudades por las que pasamos y no podemos tocar”, explica Catalina, la voz de Monsieur Periné, la del cabello con aroma a cafetal, según uno de sus temas.
La artista los nombra como “concierticos”, con una terminación que grita a los cuatro vientos su origen. “Es muy bonito, y a pesar de todos estos años de carrera no hemos perdido ni vamos a perder esa conexión con el público, queremos mantener intacto nuestro origen”, explica. Un Periné al parque es una escena que podría estar sacada directamente del realismo mágico de una de las ciudades de García Márquez.
Con esa misma frescura y cariño que regala al público, Catalina García da la entrevista. Canturrea “¿aló?” en diferentes tonos cuando la llamada disminuye su eficacia y también pide, curiosa, nombres de músicos de cuarteto para después ponerse escuchar.
“Estamos contentos de poder ir por primera vez a Córdoba”, comenta. Junto a Santiago Prieto y Nicolás Junca, los tres son el trío que reconocemos cuando hablamos de Monsieur Periné.
Entre los tres, hacen su propio criatura musical de jazz, swing y pop, pero la columna vertebral de su música son ritmos de todo el espectro latinoamericano.
Esa mezcla tan única, que combina la voz dulce de Catalina con melodías repletas de fuerza, hacen creíble que la cantante se interese por nuestra música local y se ponga en el lugar de entrevistadora para preguntar por el origen de nuestra peculiar tonada cantadita.
Catalina confiesa que vienen “muertos” de su Tour Sombra, que lleva el nombre de uno de los temas de su último disco. La canción fue grabada en colaboración con Leonel García, de Sin Bandera.
El tour los ha llevado de Colombia a Estados Unidos, atravesando un sinfín de ciudades, de ahí al Rock in Río y de vuelta a Estados Unidos, antes de venir a Argentina.
Paisajes intermedios
Sus letras son tema aparte. Si es que eso es posible, su poesía es hasta más intensa que su música. Hablan de amor, de vida, de dolor y de baile. De América.
Ese amor por Latinoamérica se deja ver en su sonido, especialmente en Encanto tropical. “Fue algo buscado”, expresa Catalina, y resalta el amor que le tienen a sus orígenes, a su cultura y a las culturas de todo el continente.
Hay dos temas que destacan entre los otros, en ese sentido. Uno es, justamente, Encanto Tropical yel otro es Mi libertad, del disco anterior, Caja de Música.
“Soy una cordillera que llega hasta el mar”, “Soy América hermana”, “Tengo sangre mulata”, “Una voz que no calla, poesía ancestral”, son sólo algunas de las frases que dan cuenta de esa suerte de manifiesto.
“Tratamos de hablar sobre todo lo que para nosotros es el trópico, no sólo mar y playa sino también las montañas, los lagos, Brasil, los
Andes, paisajes que son un poco intermedios pero que son América, que es muy variada”.
“Esos dos temas son muy importantes para mí”, confiesa Catalina, y cuenta que los escribió pensando en su país, en su familia “enraizada en el campo”, en momentos que atraviesan las sociedades latinoamericanas y en experiencias propias como mujer. “Creo que son temas que siempre han estado presentes en los artistas latinoamericanos”, explica.
“Es nuestra forma de mostrar lo que somos y honrar todo eso”, resume. Sus temas no son la única forma en que Catalina expresa sus vínculos con su tierra natal. Se muestra animada ante la situación en la que la música Colombiana se abre al mundo ahora y lo relaciona con el momento histórico.
“En los últimos años se venía dando una política cultural externa de discurso hacia la paz, de adentro hacia afuera”, analiza, y luego alaba la apertura e interés que hay del mundo hacia los colombianos y de los colombianos en sí mismos, y la explosión musical que eso conlleva.
Sin embargo, se muestra crítica con el gobierno actual de Colombia y el mandato del actual presidente. “Este gobierno está echando para atrás todo, la economía está inestable, hay mucha inflación, las empresas se van”, dictamina. Y muestra su preocupación por la inseguridad y el clima de “desesperanza social” que se vive.
“La guerrilla se había acogido a ese proceso de paz, y ahora están de vuelta en la ilegalidad. Está habiendo muchos secuestros de niños, y hay mucha incertidumbre sobre si es la guerrilla, o los paramilitares, no se sabe qué pasa”, expresa.
La artista llama a los colombianos a resistir esos hechos volviéndose hacia la cultura. “Tenemos que sentirnos orgullosos de nuestra cultura, es lo que nos engrandece”, afirma.
Además, la artista hace su reflexión sobre el actual panorama musical y la música urbana “aplastante”. “No es ir contra ese género de la música, para nada, sino contra la industria que la exalta”, aclara.
“Nosotros a Bailando contigo lo grabamos con el productor de Despacito y nos sirvió muchísimo para aprender a pensar la música en términos de industria”, recalca.
“Uno ve algunos íconos de pop que están tratando de encajar”, medita, y agrega “que no son los que lo hicieron desde siempre, y están como flotando medios perdidos”.
“El estilo musical es una búsqueda. Nosotros hemos hecho siempre, por suerte, lo teníamos ganas de hacer”, expresa Catalina con ganas.
“Lo que queremos hacer con nuestro arte es tender puentes entre músicas que pueden parecer distantes, pero que se puede mostrar que no lo son, que tienen una raíz común”, cierra.