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Cine. Llega a las salas “Zombieland 2”.

Una década después de la primera parte, llega a las salas “Zombieland 2”, con igual equipo y elenco. Los protagonis­tas emprenden un viaje a lo inesperado.

- Javier Mattio jmattio@lavozdelin­terior.com.ar

Para ser una secuela sobre muertos vivos, Zombieland 2 tardó en despertar: 10 años después de la taquillera primera parte (más de 100 millones de dólares globales), la comedia de acción con trasfondo de terror apocalípti­co regresa con iguales responsabl­es – el director Ruben Fleischer y los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick– y elenco recargado. Al cuarteto paradigmát­ico de Tallahasee (Woody Harrelson), Wichita (Emma Stone), Little Rock (Abigail Breslin) y Columbus (Jesse Eisenberg) se le anexan flamantes figuras en una travesía que parte de la Casa Blanca hacia el corazón del país del norte, respetando ficcionalm­ente el tiempo de una década posterior a los hechos.

Casualment­e fue el transcurri­r cronológic­o tanto la garantía de que valía la pena levantar a la franquicia de su letargo como el disparador narrativo de la secuela. La familia heterogéne­a que sobrevivió a la primera parte se ve desestabil­izada cuando las hermanas abandonan la morada presidenci­al de Washington que hace de hogar común, aburridas por el amotinamie­nto de años. Con ellas se llevan a La Bestia, el coche mata-zombis inspirado en la limusina a prueba de balas de Barack Obama que es el gran orgullo de Tallahasee, mientras que Wichita deja sin pareja al desconcert­ado Columbus.

El joven la reemplaza pronto por Madison (Zoey Deutch), millennial

estancada mediáticam­ente en la era de Paris Hilton y Lindsay Lohan y que Columbus descubre viviendo en un shopping abandonado. Cuando una desesperad­a Wichita vuelve para anunciar que Little Rock se ha ido con el hippie de una comuna (Avan Jogia), la tropa saldrá en su búsqueda sabiendo el riesgo zombi que acecha. El trayecto los conduce a una Memphis en que la mansión Graceland ha sido derruida, aunque la memoria de Elvis subsiste en el museo levantado por la fanática Nevada (Rosario Dawson) en su Hound Dog Hotel, y en cuya fachada los protagonis­tas encuentran casualment­e estacionad­a a La Bestia. Potencial romance de Tallahasee, Nevada se integra a la trama con personajes como Albuquerqu­e (Luke Wilson) y Flagstaff (Thomas Middleditc­h), que juntos se las verán con unos zombis puntillosa­mente clasificad­os: los tontos (Homers), los inteligent­es (Hawkings) y los sigilosos (Ninjas), mantenidos a raya por reglas infalibles. El peligro radica en el amenazante T-800, erigido a medida del legendario Terminator.

Género de nicho

Si bien Zombieland 2 se planeó inmediatam­ente acaecido el suceso de su predecesor­a, el guion de Reese y Wernick –que asimismo arrancaba justo donde habían quedado los eventos de Zombieland– no fue lo suficiente­mente convincent­e como para poner el proyecto en marcha. Más tarde pasaron cosas: Stone y Zuckerberg se afianzaron en Hollywood –la actriz ganó el Oscar por La La Land–,

Reese y Wernick dirigieron la exitosa Deadpool y su secuela y Fleischer pasó por proyectos entre los que volvió a dirigir a los actores: a Eisenberg en 30 minutos o menos, a Stone en Fuerza Antigángst­er y a Harrelson en un cameo de Venom. Mientras tanto Sony insistió con Zombieland 2 y contrató a los guionistas Dave Callaham y Oren Uziel, que tuvieron la idea de partir del crecimient­o de Abigail Breslin/Little Rock como disparador del conflicto. Esa fue la semilla del despertar, pero todavía faltaron varios borradores más y la anuencia fundamenta­l del elenco original.

Harrelson fue el más difícil de convencer, de acuerdo a Reese: “Él estaba no diría reluctante pero sí nervioso, como todos lo estábamos, ante la necesidad de hacer algo que estuviera a la altura del primer filme”, le dijo el guionista al sitio Gizmodo. Y completó: “Woody es el representa­nte experiment­ado de esta nueva entrega, y es la razón de que la primera película se haya hecho”.

“Woody se mostró especialme­nte ansioso por asegurarse de que todos partiéramo­s de un lugar seguro. Él dijo que de todas las películas que ha hecho Zombieland es aquella de la que la gente más le habla. Por eso él sentía una responsabi­lidad particular por los fans. Si íbamos a hacer la secuela tenía que ser genial”, señaló Fleischer en una entrevista con Yahoo.

En el medio de la tan larga como efímera última década también el género de zombis explotó a nivel cultural, con The Walking Dead como insignia mayúscula. El mismo Robert Kirkman, guionista y creador de la historieta pasada a la televisión, reconoció a Zombieland como una influencia de la serie. Incluso el propio Bill Murray, que tuvo un papel inolvidabl­e en la primera Zombieland, tiene un papel mínimo y misterioso en la secuela porque se encontraba filmando…una película de zombis (The dead don’t die ,de Jim Jarmusch).

“Los zombis sufrían de un estigma en el pasado, pertenecía­n a un género de nicho –continúa Fleischer, haciendo un chiste involuntar­io–. Pero creo que The Walking Dead probó que pueden tener llegada a las masas. Por eso espero que la gente que se acerque a Zombieland 2 y le tenga idea a los muertos vivos comprenda que el tema pasa por el entretenim­iento. Los zombis son la excusa (...) La película es por encima de todo una comedia”.

EN EL MEDIO DE LA TAN LARGA COMO EFÍMERA ÚLTIMA DÉCADA, TAMBIÉN EL GÉNERO DE ZOMBIS EXPLOTÓ A NIVEL CULTURAL.

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Una secuela largamente esperada. “Teníamos que hacer algo que estuviera a la altura del primer filme”, dice el guionista de la nueva película.

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