Un viaje en el tiempo
Quienes tuvieron la oportunidad de ver a Ulises Bueno en La Morocha, hoy pueden considerarse privilegiados. En los últimos años el cuartetero fue ganando popularidad más allá de las fronteras de Córdoba y ahora es común que sus shows sean en espacios de gran tamaño como la Plaza de la Música, el Súper Deportivo o Atenas. Ni hablar de los dos Orfeo Superdomo que ya suma en su carrera y el décimo Luna Park con el que le puso broche de oro a 2019. No sorprende entonces que Ulises defina el año que pasó como el mejor de su vida.
En este contexto es que haber sido testigo del paso de “El Caño” por el local de calle Maipú es también haber sido parte de un momento crucial de su carrera. En La Morocha se congregaban los seguidores más fieles del cuartetero, aquellos que antes lo vieron en La Jungla y los que se sumaron luego. Los que allí estuvieron fueron partícipes necesarios de la antesala al gran salto de Ulises.
Quizá lo que genera algo de nostalgia de aquellos tiempos es la posibilidad de ver al artista en un lugar más pequeño. Tenerlo a unos cuantos metros de distancia y sentir que le canta a cada uno de los presentes. La interacción con el público era otra, más cercana, porque la disposición del espacio así lo permitía. Sumado a lo que ocurría abajo del escenario, donde eran los fanáticos de pura cepa los que colmaban el lugar.
Para quienes no fueron testigos de la celebración que se daba cada fin de semana en La Morocha, una buena oportunidad para ver a Ulises de otra manera es en el boliche Molino Rojo, de Carlos Paz.
Con presentaciones todos los martes, la temporada de verano es el momento ideal para disfrutar de una salida nocturna entre semana y ver al cuartetero en un formato más íntimo. Las características del boliche de Carlos Paz permiten una cercanía que se disfruta, propiciando esa particular interacción que se daba en el local bailable del centro de Córdoba.
El cantante repasa sus temas más conocidos y también algunas canciones de su nuevo disco, Ahora, que salió en diciembre pasado. Si sos un seguidor de Ulises de la primera hora, ir a Molino Rojo será una experiencia cargada de nostalgia. Para los que no lo vieron nunca en La Morocha, es una buena oportunidad para tener un encuentro más íntimo con el cantante cordobés del momento.