VOS

El beso del adiós

Camilo y Nardo le bajan el telón a su carrera como dúo con un show despedida en Sala de las Américas. Qué aprendiero­n de la experienci­a y por qué se separan siendo amigos.

- Diego Tabachnik dtabachnik@lavozdelin­terior.com.ar

El 8 de enero pasado, Camilo y Nardo le dieron la inesperada primicia a VOS: el verano estaba empezando, pero ellos estaban por terminar su carrera como dúo. Tras aquella sorpresiva revelación, pasó algo lógico: el 90 por ciento de las preguntas que les hicieron venían por ahí, con un aire de incredulid­ad. “Querían saber si era una estrategia, si era mentira, si estamos peleados o si vamos a volver”, afirman.

Lo cierto es que este año estuvieron durante toda la temporada entre las cinco obras más vistas del verano según los números de Aadet, lo que equivale a decir que fue la mejor de sus casi siete años de carrera juntos.

“Me parece que era parte del propio crecimient­o y también generó un poco de especulaci­ón el hecho de que nos separamos”, analiza Camilo.

“Fuimos la separación más aburrida de todas”, pincha el globo Nardo, sobre el hecho de que no hubo un conflicto entre ellos. “Se encontraro­n con que manteníamo­s una muy buena relación, y que esto era una decisión saludable”.

“Es muy loco que la gente crea que tiene que haber una pelea. Quizás uno tiene que tener un conflicto interno, pero no necesariam­ente con la otra persona como para que se dé una separación”.

De hecho, este verano compartier­on muchísimas historias de su gira de verano, viajando juntos entre Carlos Paz, Mina Clavero y Santa Rosa, en lo que parecía un buen “viaje” de despedida para una etapa de sus vidas. “Fue como un viaje de estudio para nosotros”, acota Nardo. “Yo por momentos sentí que la gente pensaba que lo estábamos haciendo apropósito: mostrar que estábamos bien como para decir ahora que no nos íbamos a separar”, agrega Camilo.

Lo cierto es que este sábado, en la Sala de las Américas, se abrirá por última vez el telón para esta dupla de humoristas, los dos que más crecieron en los últimos años y que protagoniz­aron una renovación en la tradición cordobesa del humor.

Prueba y error

Ambos aseguran que en este proyecto pudieron concretar todo lo que se propusiero­n, y que aprendiero­n de los errores que habían vivido en experienci­as anteriores (Camilo en Los Pelafustan­es, y Nardo en Los Biólogos). “Camilo y Nardo fue el resultado de lo que no queríamos repetir, de errores que nos habían pasado antes. El primer año fue clave para charlar todo eso, y si lo volviéramo­s a armar sería igual, porque todo era muy conversado”, dice Nardo.

Camilo agrega que la separación tiene que ver con algo que surgió en aquellos años: una suerte de promesa de no estar a desgano ni un momento dentro de su sociedad artística. “Nardo fue el que sintió que ya no tenía tantas ganas de hacer cosas y la decisión fue por parte de él. Y no tiene nada que ver con que a mí me gusta trabajar más o menos, o ser más intenso, sino en ritmos. Nardo hoy tiene 40 años, una hija de 9 que tiene más ganas de disfrutarl­a, decisiones personales”.

“Son épocas –interrumpe Nardo–. Capaz que si hoy Juana tuviera 13 años y no me da tronco de pelota, yo no vería las horas de irme de casa para no sentir cómo me ignora. Yo soy fundamenta­lista en disfrutar ciertos momentos porque no sé cómo van a ser los que vienen. Como cuando llega la adolescenc­ia y el pibe te quiere igual que antes pero no te da ni tronco de pelota, prefiero estar presente antes de eso”. En ese sentido, confiesa que este año tuvo varias “alarmas” con las veces que no estuvo en actos y eventos importante­s de su hija.

Lo cierto es que la separación no implica necesariam­ente menos trabajo, sino probableme­nte todo lo contrario. Hoy no saben si van a “tener que laburar el triple”.

Por todo eso, tampoco son tajantes a la hora de cerrar la puerta a un posible regreso. “Como no hay razones para cortar, no sabemos si las habrá para volver en algún momento, todo puede pasar. Nada nos impide nada, pero si nos preguntás me gustaría que no volvié

ramos porque eso me daría la pauta de que me enfoqué mucho en mi laburo personal, y que ese desafío al que me sometí me fue bien”, afirma, desafiante, Camilo.

Lo que viene

Camilo y Nardo como tal, existirá hasta mañana, cuando se presenten en el show despedida en la Sala de las Américas, con Los Caligaris como invitados. De ahí en adelante, pondrán el foco en desarrolla­rse cada uno por separado.

Nardo: “Yo me voy a centrar en ordenarme, porque este laburo te desordena muchísimo. El foco lo voy a poner en radio (integra el equipo de Basta Chicos en las mañanas de Sucesos) y redes. No sé cuándo me vuelvo a subir a un escenario, de acá a cuatro meses, un año o dos. No es que no quisiera –Camilo lo gasta interrumpi­endo con un cacareo de gallina– pero no me gustaría subirme a probar ahora, porque sería desordenar­me de nuevo, que es lo que va a hacer el pelotudo este (señalando a su compañero) que no sabe cómo irse de la casa” (risas).

Camilo, en cambio, no puede con su ansiedad y ya está muy encaminado en lo que será su proyecto unipersona­l. “A mí me lleva la ansiedad... tengo problemas (risas). Yo me considero más un laburante del teatro que me gusta mucho salir de gira, irme un jueves y volver un domingo, y Nardo no es muy de esa idea. Yo, de abril a noviembre... gira. Y artísticam­ente ese es otro laburo. Durante los últimos ocho años lo he hecho así, y lo disfruto mucho”. Además, en la etapa final él era productor ejecutivo del dúo.

De todas formas, hace la lógica salvedad de que en pocas semanas será padre por primera vez, y que no sabe cómo cambiará el panorama con su nuevo rol.

En ese “acelere” propio de su forma, Camilo todo el tiempo piensa a qué público quiere apuntar, a dónde quiere llegar y las cosas que quiere vivir con su carrera artística. “Estoy escribiend­o muchas cosas que yo pienso y siento. Debería esperar un poquito más con el tema de la paternidad que me va a poner en otro lugar, hablándole a otra generación. Con Nardo teníamos un público amplio porque él abarcaba la parte familiar, y yo venía siendo medio el ‘pendejero’ del dúo, más con el tema boliche y caravana. En mi nuevo show quiero buscar una mixtura entre lo que hacía en Los Pelafustan­es y lo que hacía en Camilo y Nardo”, aventura.

Por lo pronto, el adiós se da en muy buenos términos y concluyend­o un verano que los deja con una sonrisa en la cara.

Ahora, vendrá el duro desafío de salir a mantenerla cada uno por su cuenta.

QUIZÁS UNO TIENE QUE TENER UN CONFLICTO INTERNO, PERO NO NECESARIAM­ENTE CON EL OTRO PARA QUE SE DÉ UNA SEPARACIÓN. Camilo

NO SÉ CUÁNDO ME VUELVO A SUBIR A UN ESCENARIO, DE ACÁ A DOS MESES O DOS AÑOS. SERÍA DESORDENAR­ME OTRA VEZ. Nardo

 ?? (JAVIER FERREYRA) ?? Sin escándalo. Camilo Nicolás y Nardo Escanilla terminaron una temporada exitosa en Carlos Paz, pero cumplen con su palabra de separarse. Lo hacen en muy buenos términos.
(JAVIER FERREYRA) Sin escándalo. Camilo Nicolás y Nardo Escanilla terminaron una temporada exitosa en Carlos Paz, pero cumplen con su palabra de separarse. Lo hacen en muy buenos términos.
 ?? (JAVIER FERREYRA) ?? ¿Y ahora? Camilo Nicolás y Nardo Escanilla ponen cara de ocasión antes del adiós, mañana en la Sala de las Américas. Camilo hará un unipersona­l y Nardo seguirá en radio y en redes.
(JAVIER FERREYRA) ¿Y ahora? Camilo Nicolás y Nardo Escanilla ponen cara de ocasión antes del adiós, mañana en la Sala de las Américas. Camilo hará un unipersona­l y Nardo seguirá en radio y en redes.

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