Una actriz que sí nos representa
Una de las encrucijadas que vivieron entre creatividad y política fue al momento de hacer el casting. Para el piloto, la protagonista fue Delfina Díaz Gavier. Por más conformes que estaban con su trabajo, querían que la serie tuviera una actriz en silla de ruedas que representara a su protagonista en silla de ruedas.
La búsqueda, entre Buenos Aires y Córdoba fue larga y “frustrante”, y los puso de frente con la elección “entre lo actoral y lo político”. Ganó lo segundo y finalmente llegó Marisol Agostina Irigoyen al proyecto: con poca experiencia pero mucha entrega, se convirtió en su Juana.
Tuvo que viajar de Buenos Aires a Córdoba, y así el equipo se fue adaptando. También actúan Florencia Licera, Marcio Ramsés, Natalia Di Cienzo y Francisca Spinotti.
“Estaba cansada de ver a gente representar lo que no es”, resume, contundente, Rosario, aunque entiende, claro, que ese es el trabajo de los actores. Pero los actores y actrices que la mayoría del tiempo aparecen en las pantallas, siguen todos, más que menos, ciertos esquemas: cuerpos hegemónicos, identidades de género hegemónicas. Formas de trasladarse hegemónicas.
“Es absurdo. Si tantos tienen otra corporalidad, ¿por qué nos seguimos negando el disfrute de ver esos cuerpos? Parece el medioevo, en el que hombres representaban a mujeres en el teatro, porque ellas lo tenían prohibido”, argumenta.
Belén explica que veían al hecho de tener una actriz con silla de ruedas más como una dificultad que como una potencia, como lo descubrieron después. El equipo tuvo que adaptarse, pero eso no les representó mayor dificultad, lo que prueba que si ellos lo hicieron, también pueden hacerlo las grandes industrias. “Tiene que ser una demanda, atrás y delante de la cámara”, señala Belén.
Marisol les aportó una naturalidad que una actriz profesional, con más técnica, quizás no logra tan fácilmente, explican. La actriz cuenta que al principio no estaba tan nerviosa, quizás por “inconsciencia”, ríe. Ciertas inseguridades luego fueron desapareciendo, gracias a la “contención” que sintió de todos.
La actriz se enteró del casting por un anuncio de Instagram. En un acto de confianza, se entregó al equipo de la serie. “Amo el cine, amo la ficción. Amo las historias”, explica.
Luego de varios meses de edición que ahora tienen por delante, el público podrá, finalmente, conocer a la Juana de Marisol.
Una de las ideas que barajan para poder distribuirla acá es hacerlo en colaboración con escuelas y con museos: lugares donde se ponga una silla y un casco que permitan a la gente introducirse en este mundo.