Un “dream team” que sabe complementarse
“Cada uno sale con la suya, sin previo aviso, y sorprende a los demás, y a lo mejor eso después termina siendo un personaje o algo que se hace cada tanto”, analiza Migue Granados en relación al carácter de laboratorio “en vivo” que sostiene a Últimos cartuchos.
“Fuera del vuelo de cada uno, también hay una producción que ordena todo ese quilombo, que pone cada cosa por día, por semana”, añade en relación a los roles de la productora Victoria Garabal y de Lucas Fridman, coordinador de aire y productor musical del programa.
“Cada uno de los cuatro tiene su humor”, reflexiona Granados en relación a la importancia del equipo ampliado: “Vicky es bastante más del palo de Martín, pero también a veces se pasa para mi lado. Lucas hace el papel de serio. Vamos tomando roles, ¿viste?”.
Efectivamente, Garabal y Fridman encuentran su lugar en el aparente caos y contienen la inercia creativa que se transmite al aire.
“Es una sensación medio ficticia, pero sin embargo hay un montón de filtros funcionando”, dice a
VOS Fridman, que hace foco en la dosificación de contenidos y en el ida y vuelta de registros.
“Si de repente abrimos una ventana de experimentación, es eso, una ventana”, admite.
“Tiene que ver con conocernos y conocer el espíritu del programa. Confiamos en el instinto del otro y eso es lo que nos permite jugar con diferentes formas y formatos”, apunta Victoria.
La productora, también eventual columnista junto a Fridman, lo resume: “Es una cabeza compartida, una entidad aparte a las individualidades que componen el programa. Somos un equipo chico que se conoce mucho, cada uno en su rol, y al mismo tiempo potenciamos al otro en su virtud”.