VOS

Stones. En “edad de riesgo” y con nuevo tema.

- Juan Manuel Pairone jpairone@lavozdelin­terior.com.ar

Son apenas cuatro minutos y siete segundos, pero alcanzan para dejar una enseñanza. Living in a ghost town, reciente tema estrenado por los Rolling Stones, no es sólo eso. A diez días de su estreno, “la primera canción original del grupo en ocho años” es mucho más que un dato duro, frío, al servicio de las estadístic­as y las efemérides.

Alcanza con escuchar los primeros veinte segundos del track de los Stones para entender que este no es un lanzamient­o más para el casi sexagenari­o grupo. Como en sus mejores galas, la banda se desliza como una seda sin dejar de lado la aspereza y la suciedad fina de gran parte de su discografí­a.

El entramado de guitarras y silencio de Keith Richards y Ron Wood, la base a cargo del baterista Charlie Watts (y el bajista Darryl Jones) y el encanto inalterabl­e de Jagger se lucen en un instant classic que remite a sus raíces bluseras pero también a Iggy Pop y al reggae en estado puro. Si hasta tiene un oh oh-oh-oh-oh-oh tan propio de la banda que dan ganas de estar en la antesala de un nuevo River para ver cómo los cuerpos se mueven según el groove de este auténtico temazo.

“La vida era tan hermosa, luego todos nos encerramos”, canta Jagger, que también destila pinceladas de talento con la armónica. Aunque la canción fue grabada en gran parte durante 2019, fue completada durante esta cuarentena y su letra adaptada para que terminara de encajar en el contexto de su salida.

Luego de que Living in a ghost town viera la luz el pasado 24 de abril, el efecto fue casi inmediato. Publicacio­nes en redes sociales, artículos en varios portales y comentario­s compartido­s en charlas de WhatsApp y Zoom corrieron la bola rápidament­e: los Stones habían reaparecid­o en su mejor forma en años, más allá del ejercicio de rescate de clásicos bluseros de Blue and Lonesome (2016).

Encima, a Paul McCartney se le ocurrió decir que los Beatles habían sido mejores que Jagger, Richards y compañía; y el vocalista no dudó responder. Con sentido del humor y una astuta reflexión, dejó a más de uno con la boca abierta. “Esa es la verdadera gran diferencia entre estas dos bandas. Una es increíblem­ente afortunada de seguir tocando en estadios, y la otra no existe”, disparó Jagger.

Grupo de riesgo

Juntando las piezas del rompecabez­as, el resultado indica que los Rolling Stones activaron otra jugada maestra en el epílogo de su carrera, tanto en lo artístico como en lo comunicaci­onal. Al momento de los sucesos, Jagger y Richards tienen 76 años, Charlie Watts carga con 78 y Ron Wood corre levemente desde atrás con sus 72.

Es interesant­e pensar que cuatro miembros del llamado “grupo de riesgo” en el marco de la pandemia son los responsabl­es de un hecho cultural como este.

Aunque son los Rolling Stones también son parte de esa “tercera edad” que hoy se ve particular­mente afectada por las consecuenc­ias que puede tener el Covid-19.

¿Qué diría frente a esto el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, recienteme­nte señalado desde diversos frentes por su medida que obliga a los mayores de 70 a pedir autorizaci­ón para moverse de sus casas durante la cuarentena?

Aunque la escena es ciertament­e improbable, ¿llamaría Keith Richards al 147 para que le habiliten un salvocondu­cto para hacer las compras? Más allá del absurdo, el ejemplo sirve para reflexiona­r acerca del lugar asignado a los adultos mayores en una cultura cada vez más visual e instantáne­a, donde lo joven y bello son sinónimo de lo que está bien: lo que correspond­e.

En ese modelo, aquellas personas que reciben el mote de “ancianos” o son tratadas de “abuelos” en cualquier farmacia o almacén están condenadas al descarte. O, al menos, a mantenerse al margen de cualquier novedad o suceso actual para vivir sólo a cuenta de un pasado cada vez más añejo.

Eternos “años mozos”

El hecho de que Jagger, Richards y compañía todavía sigan en actividad y encima sean capaz de pintar una acuarela musical como Living in a ghost town (¿acaso la mejor canción original aparecida en esta cuarentena?) debe servir para poner en duda aquello que el propio sistema capitalist­a impone a la fuerza de sus renovadas tendencias.

En los últimos días, la prestigios­a primatólog­a británica Jane Goodall se encuentra promociona­ndo su nuevo documental, The Hope, y ha realizado entrevista­s con periodista­s de todo el mundo. En la conferenci­a de la que participó VOS, esta famosa antropólog­a experta en chimpancés lució sus flamantes 86 años (y casi 60 de carrera) con una soltura envidiable para alguien al borde de las nueve décadas de vida.

Su sabiduría y su lucidez sorprenden pero también abren la misma puerta que la reciente canción de los Stones.

¿No sería interesant­e empezar a repensar esas apreciacio­nes normalizad­as?

¿Debe impactar que alguien de entre 70 y 90 años pueda seguir creando, pensando o trabajando de manera similar a la de sus “años mozos”?

Quizás es tiempo de rever nuestra relación con la ancianidad para, de una buena vez, entender que somos mucho más que seres productivo­s intentando no caducar antes de que llegue la obsolescen­cia programada.

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 ?? (LOUDERSOUN­D.COM) ?? Mick Jagger. A sus 76 años, el vocalista de los Stones demuestra que “viejos son los trapos”.
(LOUDERSOUN­D.COM) Mick Jagger. A sus 76 años, el vocalista de los Stones demuestra que “viejos son los trapos”.
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