El cine, a oscuras
La producción de cine, los rodajes, los estrenos, los festivales y las salas están detenidos por la cuarentena. Cómo se ve el futuro. Cómo sería el impuesto a Netflix.
Salas de cine cerradas, rodajes frenados, algunos estrenos vía streaming y subsidios demorados. Esas son algunas de las variables que componen la realidad de la industria de los contenidos audiovisuales hoy.
Cuando se están por cumplir dos meses de las primeras restricciones de la cuarentena, la situación del sector ha empeorado y los reclamos a los distintos organismos que lo componen se han hecho oír.
Desde el Colectivo de Cineastas de Córdoba elaboraron un informe con datos que indican que en el sector el 91 por ciento de los trabajadores tuvo que frenar su actividad por la cuarentena y el 81 por ciento dejó de percibir ingresos debido al parate. Lo grave es que el 65 por ciento del total no tiene otra forma de subsistir.
Los realizadores concuerdan en que se ha paralizado la actividad en “todos los estadios de la cadena de producción”, lo que compromete el trabajo de cientos de personas. Y denuncian que el riesgo no es solo económico (aunque es el más urgente) sino también artístico.
Susana Nieri, realizadora cordobesa y miembro de Acción Mujeres del Cine cuenta que a ella la cuarentena la sorprendió terminando su documental Gotas de lluvia: “No pude cobrar la última cuota del fondo del Incaa porque no pude llevar la copia física y por ende tampoco puedo estrenar la película, aunque está terminada. Habría que ver de qué manera se resuelve eso para que las presentaciones de las copias, al menos mientras dure la pandemia, se puedan hacer de manera virtual”.
Estado de situación
El fondo de fomento por parte del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) está en una situación compleja ya que una parte de sus ingresos proviene de la venta de entradas de cine, que ahora está completamente paralizada. Y si bien algunas salas estiman regresar en octubre, el panorama es incierto.
En las últimas semanas, el presidente del Incaa, Luis Puenzo, anunció una serie de ayudas que se financiarán en principio con lo que ingresa del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y el impuesto a las plataformas de contenidos como Netflix.
“Hoy el Incaa no tiene reservas, estamos al día. Evitamos que el dinero quede en el banco, a medida que entra sale para el bolsillo del que lo necesita. El ingreso viene sólo del Enacom porque las salas están cerradas. Estamos viendo cómo va a ser el futuro”, dijo Puenzo a la agencia Télam.
Y agregó que están por largar una serie de concursos “para mantener activa la industria y que van a tener en cuenta todo el proceso de una película: desde guionistas y directores, hasta productores, actores, etcétera”.
Los realizadores valoran la intensión del Incaa de colaborar con algunos puntos críticos como los aportes a las obras sociales, pero Nieri asegura que ese tipo de ayuda no llega al interior porque las obras sociales no tienen sede fuera de Buenos Aires y en Córdoba los trabajadores son monotributistas. Por eso es que desde Acción Mujeres del Cine piden que los fondos se repartan con criterio federal y de género.
“Todo el sector está sufriendo mucho pero como pasa con todo, las más perjudicadas somos las mujeres. Pedimos que haya paridad de género al momento de conformar los comités de selección y los jurados. Lo mismo para los ganadores, si hay diez premios que sean la mitad para proyectos de mujeres”, agrega.
Además, Acción Mujeres del Cine elaboró una carta dirigida a Puenzo y al ministro de Cultura, Tristán Bauer, pidiendo que los nuevos concursos “entreguen los fondos en la primera mitad del año y que se diseñen distintas líneas para que se incluya a personas con y sin antecedentes”.
Aseguran que desde hace mucho tiempo vienen pidiéndoles a los organismos que tengan perspectiva de género y sean más federales en el reparto y creen que esta es una buena oportunidad para cambiar lógicas viejas.
Según el Colectivo de Cineastas de Córdoba, la situación con el Polo Audiovisual de Córdoba es similar: “Hay cuotas y concursos atrasados, y más allá del lanzamiento de nuevos concursos de producción, no existe en el sector una respuesta rápida y clara a la urgencia de los trabajadores”.
Respuesta oficial
El director del Polo Audiovisual de Córdoba, Jorge Álvarez, asegura que están trabajando para dar respuestas y que esperan que la Provincia sea la primera en poder trabajar con rodajes. Para ello están armando un protocolo de trabajo para cuando se flexibilice la cuarentena.
En respuesta a la posibilidad de agilizar pagos que en muchos casos demoran más de un año, Álvarez dice: “Hay posibilidades de adelantar la entrega de los subsidios de aquellos que ganaron el año pasado, estamos trabajando para eso, queremos tener los protocolos listos para cuando se pueda volver a filmar”.
Y agrega: “La idea es que aquellos que han ganado los concursos puedan cobrar cuanto antes”. En ese sentido, cree que será posible porque al pasar el organismo desde el Ministerio de Industria a la Agencia Córdoba Cultura, muchos procesos comenzaron a agilizarse.
“Antes era muy complicado porque dependíamos de la Ley de Ministerios, lo que implicaba una auditoria previa, en cambio en las agencias el paso por el Tribunal de Cuentas es posterior. Yo creo que eso acortaría entre el 60 y 80 por ciento del tiempo”, dice.
Y cierra: “Otra forma de acelerar los procesos sería poder hacer las presentaciones de manera on line, algo que antes en el Ministerio de Industria no era legal, pero en las agencias podría hacerse hasta un 80 por ciento modalidad virtual y sólo quedarán pocos documentos que haya que presentar en papel”.
Desde el Colectivo de Cineastas aseguran: “Entendemos que es
necesario pensar en el futuro de las producciones y de la industria audiovisual, que la rueda siga girando y trabajar protocolos para cuando podamos volver a filmar, pero hay una emergencia que pide a gritos tomar medidas urgentes para poder paliar el día a día más allá de la ilusión de un futuro (cercano o lejano, no lo sabemos) lleno de rodajes”.
El caso de Netflix
El Incaa reflotó la intención de gravar a las plataformas de contenido por streaming que, según indican desde el organismo, ya deberían estar pagando el impuesto que para las entradas de cine es de 10 por ciento.
En medio del parate en la actividades de las salas y sin ese ingreso, Fernando Juan Lima, nuevo presidente del Festival de Cine de Mar del Plata, asegura que la idea del impuesto “no surgió por la falta de recursos que impone la cuarentena” sino que desde siempre Netflix, Amazon o HBO debieron haberse acogido a la Ley de cine.
Lima insiste en que “no es un nuevo impuesto”, sino que desde 1968 la ley grava a quienes consumen productos audiovisuales para solventar el fondo de fomento. “En los ‘90 pasó lo mismo con los videos. En aquella oportunidad se trató de interpretar que la ley se aplicaba a los videos y eso fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema porque en materia tributaria no se pueden aplicar analogías. Entonces se modificó la ley para aclararlo y poner que la ley comprendía también ‘la compra o alquiler de videogramas grabados’”, dice Lima. Por esa frase desde el Incaa estiman que podrían aplicarlo a las plataformas sin tener que volver a modificar la ley.
Días atrás, Puenzo aclaró en Radio Nacional que “no es un impuesto de coyuntura, es un impuesto para las próximas décadas que acompañará la forma de ver cine y series”. Y aclaró: “A la gente no le saldría nada más que lo que ya paga”.
Ese impuesto que supone un 10 por ciento del valor de una entrada de cine y que en los años ‘90 fue extendido a videos, a televisión y a cable, no se suma al 21 por ciento de IVA que retiene Afip.
“La DGI de entonces decidió reducir su percepción del IVA al 11 por ciento para dejar espacio al 10 por ciento destinado al cine”, señaló Puenzo en Perfil. El mismo criterio se aspira aplicar ahora.