El vuelo de un inquieto pájaro cantor
En la última década, la española Beatriz Luengo ha escrito para artistas tan diferentes como Diego Torres, Chayanne, Thalía, Ricky Martin o la boy band CNCO. En paralelo, ha desarrollado una carrera solista que registra cinco álbumes y colaboraciones con Mala Rodríguez o Carlos Rivera.
Todos esos pergaminos sirven para presentar a la aliada circunstancial de Abel Pintos en
El hechizo, su más reciente lanzamiento. Pero más allá del
link directo con nombres de peso en la industria de la canción latinoamericana, lo que destaca a
Luengo es su versatilidad como compositora, y eso es precisamente lo que demuestra este nuevo
track en conjunto junto al músico bahiense (que había sido invitado por la española en Si un día vuelves).
Abel atraviesa los mejores años de su carrera. Ha sabido adaptarse a un formato sinfónico pero no deja de cantar zambas como en sus comienzos y esa distancia entre ambos registros debe servir para entender sus inquietudes en permanente desarrollo. Pensar que Pintos pueda recurrir a Luengo para convertirse en un prototipo prefabricado no parece propio de su estilo.
En cambio, lo que marca El
hechizo es una nueva barrera franqueada por el bahiense. Los elementos urbanos que se destacan en la canción (con Luengo animándose a tirar unas rimas) no deben extrapolarse como una búsqueda explícita por encajar en tal o cual etiqueta. En todo caso, son muestras de una ambición artística que siempre pide por más y sale a buscarlo.