El show debe continuar
Los espectáculos por “streaming” pago se afianzan como una alternativa cada vez más concreta para artistas y productores. Fortalezas y debilidades del formato.
Pocas horas luego de que comenzara la oleada de suspensiones de espectáculos masivos, abriendo un tiempo de incertidumbre y de nula agenda artística, el escritor Hernán Casciari tiró la primera piedra.
Con su espectáculo de lectura de cuentos transmitido por streaming, que incluía un convenio con una de las apps de entregas a domicilio más populares, el creador de la revista Orsai fue uno de los precursores a la hora de pensar una solución para realizar eventos artísticos que puedan ser transmitidos a través de internet y sin dejar de lado su rentabilidad.
En las semanas subsiguientes, diferentes artistas de la música y el teatro encontraron en las redes sociales un espacio de encuentro con su público, pero pocos pudieron hacer lo que Casciari: adaptarse a un nuevo contexto sin perder su flujo de ingresos generado mayormente por presentaciones en vivo.
Hoy, a más de dos meses de iniciado el proceso de aislamiento social preventivo y obligatorio, el contexto sigue evolucionado al ritmo de dos líneas del tiempo paralelas: por un lado, la del virus, su expansión y las medidas que conlleva; además, la de una industria del entretenimiento que parece haber caído en la cuenta de la necesidad de innovar aún en su etapa más difícil.
A la fuerza
“A mediados de abril me llamó una empresa para el festejo del Día del Trabajador con los empleados, querían hacerlo vía Zoom o alguna plataforma de ese tipo. Ellos habían visto el vivo que había hecho desde mi casa por Instagram y por Facebook y querían que haga ese show. Eran 35 personas más o menos, y lo hicimos. Después me llamaron dos empresas más y tengo otras cuatro o cinco propuestas”, dice Fernando “el Flaco” Pailos, uno de los humoristas más populares de la provincia.
El cómico no dudó en volcarse a las redes con una transmisión gratuita ajustada a las posibilidades técnicas de las redes sociales y eso rindió sus frutos en medio de una agenda plagada de huecos.
Sin embargo, al humorista le cuesta pensar en la posibilidad de cobrar una entrada por un espectáculo “casero” . “Es muy difícil hacer un show así. A mí me ayuda mi cuñado. Cuando hacemos los vivos ponemos dos teléfonos apuntándome a mí. El primero lo hicimos sin risas grabadas y tenía que esperar la respuesta de la gente. Hicimos pruebas antes. Corrés
riesgo de que se te corte cuando lo hacés”, analiza.
“Tampoco sé si me gusta mucho. No sé si me imagino haciendo eso más adelante, pero por ahí puede surgir. Como se ha dado de hacer vivos con otros colegas de España, de México, de Colombia. También ha habido un encuentro virtual. Se armó una revolución con esto del coronavirus. Que siga después, la verdad que no sé. Los que estamos acostumbrados hacer shows, por suerte con mucha gente, queremos volver a un teatro, que se llene y hacer el show”, reflexiona el humorista, que por estos días tiene pensado grabar un especial televisivo para Canal 10.
¿Alternativa pasajera?
“Es una forma de sostener una estructura mínima. No creo que con un show por streaming se logre una recaudación que te genere ganancias. Pero por lo menos se le puede pagar a los técnicos, algo del alquiler, y se pueden amortiguar algunos costos”, comenta Melisa Franco, productora del festival GRL PWR, frente a la alternativa de transmitir conciertos pagos.
En medio de la incertidumbre, la innovación pareciera ser la clave para pensar más allá de un contexto que se presume desolador para el rubro. “Creo que es una re salida, es una posibilidad”, afirma Franco.
Y destaca un detalle para tener en cuenta: “Sí va a hacer falta un compromiso para con la escena local. Si el público de acá va a consumir los shows que se hagan en Buenos Aires, y si esos artistas van a seguir tocando desde allá, ¿van a comprar tickets para ver bandas de acá? Va a ser muy importante que empecemos a consumir más bandas locales, creo que puede salir fortalecida la escena”.
El encuentro de artistas atravesadas por el feminismo tenía una apuesta fuerte para este 2020, con una edición única al aire libre en proceso para el mes de septiembre, pero frenó su marcha. “Estamos pensando en el corto y mediano plazo, algo más allá se vuelve más difícil. No descartamos la posibilidad de realizar el festival en 2021, pero puede que sí y puede que no”, sintetiza Franco.
Necesidad básica
A su turno, Franco Srur de Studio Theater coincide en la perspectiva de salvataje momentáneo. “Va a ser una buena alternativa en esta época, mientras estemos cerrados. Hay que ver cómo responde la gente, creo que por lo pronto no va a ser un negocio en sí mismo pero sí va a servir para generar algún tipo de ingreso”, asegura.
De todos modos, plantea la distancia entre un show en vivo y una transmisión digital: “La música viaja a través de partículas que están en el aire, y en el
streaming no están. Llega de una manera distinta la magia del vivo. El público es parte de eso, no es sólo el artista tocando”.
Para ponerlo en números, Srur (que piensa transmitir espectáculos desde su sala), da cuenta de la diferencia entre la cantidad de gente afectada a una transmisión en relación a la que trabaja en una fiesta o en un show “normal”. Frente a las 40 personas que requerían noches “como las de antes”, una fiesta virtual se puede hacer con dos o tres personas, mientras que un concierto puede transmitirse con 6 o 7 empleados más allá de los músicos.
“Una gran parte de la industria no se lo quiso ni plantear. No se quiso transar con la cuarentena, se estaba esperando volver lo más rápido posible a como era antes”, analiza Srur.
“Creo que con el paso del tiempo, y entendiendo cómo está el mundo, se están empezando a analizar estas opciones intermedias y está súper avanzado el tema. Están todas las condiciones dadas y se re va activar eso”, añade el productor.
“La gente al principio tampoco quería transar, pero hoy por hoy ya le está haciendo falta. Ahí te das cuenta que es una necesidad básica del ser humano, no es un consumo de lujo, forma parte de lo que somos”.
ME LLAMÓ UNA EMPRESA PARA EL FESTEJO DEL DÍA DEL TRABAJADOR CON LOS EMPLEADOS VÍA ZOOM.
Flaco Pailos, humorista
EL PÚBLICO AL PRINCIPIO TAMPOCO QUERÍA TRANSAR, PERO HOY POR HOY YA LE ESTÁ HACIENDO FALTA
Franco Srur, Studio Theater
NO CREO QUE CON UN SHOW POR ‘STREAMING’ GENERE GANANCIAS. PERO PUEDE AMORTIGUAR COSTOS
Melisa Franco, GRL PWR