Italia busca salvar el verano
La península entró el miércoles en la fase 3 con la libre circulación de personas, pensando en cómo afrontar la temporada estiva.
Después de ser la entraña de la pandemia en Europa, Italia arranca el mes de junio con una reducción significativa de los contagios por Covid-19, el fin del lockdown y la mente puesta en salvar el verano. Desde el miércoles pasado se abrieron las fronteras nacionales y los italianos podrán comenzar a viajar a las diferentes regiones del país sin necesidad de presentar una declaración jurada ni tener razones válidas para eso.
El Estrecho de Messina, que conecta la isla de Sicilia con la península, fue uno de los puntos más congestionados el día de la reapertura, con grandes colas de automóviles intentando pasar de un punto al otro. Pero pese a que la cuarentena es parte del pasado, el gobierno nacional dispuso nuevas reglas para los diferentes tipos de viajes.
En auto por ejemplo, no hay límite de personas dentro del vehículo siempre y cuando se trate de familias que vivan en la misma casa. Si por el contrario se trata de no convivientes, el máximo de pasajeros es tres: el que maneja, y dos personas sentadas atrás, con el asiento del medio libre.
Las nuevas medidas incluyen también los viajes en tren, uno de los medios de transporte más utilizados en Italia. Se medirá la temperatura a cada persona que deba abordar la formación, siendo los 37,5° el máximo permitido. Tanto la línea ferroviaria del estado, Trenitalia, como Ítalo, de capitales privados, aumentarán las frecuencias y tendrán nuevos destinos, de modo de permitir una mayor movilidad de las personas dentro del territorio nacional. También están plenamente operativos los 24 aeropuertos principales del país (de un total de 45) tanto para vuelos domésticos como europeos. Italia se convierte en el primer país en rehabilitar el espacio Schengen, suspendido por primera vez desde la conformación de la Unión Europea debido al coronavirus.
Disposiciones de las regiones
Pese a las reglas dictadas por el ejecutivo italiano, las regiones autónomas suman algunas disposiciones para aquellas personas que ingresen a las mismas. En el Lazio, por ejemplo, si una persona presenta más de 37,5° en un control de acceso, deberá hacerse obligatoriamente el test del hisopado.
Para el que llegue a la región de Puglia, deberá compilar un formulario descargado del sitio web oficial y conservar por 30 días todo el historial de los lugares que visitó así como de las personas con las que estuvo. Algo similar deberá hacer quien visite la isla de Cerdeña.
En el resto de las regiones italianas no se contemplan medidas extraordinarias, más allá de respetar la distancia social de un metro, el uso obligatorio de máscaras en espacios públicos y el control de la temperatura por parte de las autoridades.
Clases y vacaciones de verano
La pasada fue la última semana de clases on line, por lo que la mayoría de las familias ya están pensando en las vacaciones de verano. Algo que parecía imposible tan sólo un mes atrás, hoy encuentra a Italia dispuesta a recomenzar. Y el turismo es uno de los sectores más comprometidos por la crisis económica resultante de la cuarentena forzada.
Como la mayoría de los países europeos, este 2020 será el verano del turismo nacional, e Italia busca que los italianos vacacionen en casa. El año pasado, por ejemplo, se contaron 300 millones de presencias de italianos en el extranjero, contra 215 millones de italianos que eligieron su país.
El Ministerio de Bienes Culturales y Turismo, a cargo de Dario Franceschini, lanzó un bonus vacaciones de un máximo de 500 euros para las familias que elijan un destino nacional este verano de manera tal de compensar la balanza turística en este contexto de crisis.
El bono vacaciones podrá ser utilizado en hoteles, campings y albergues de todo el país hasta el próximo 31 de diciembre, recibiendo directamente el descuento en las estructuras. El paquete de medidas hacia el sector del turismo y la cultura incluyen ayudas a los trabajadores, créditos, reducción de impuestos y hasta un fuerte gasto en promoción además de la implementación de un “Netflix” de la cultura, donde a través de un servicio de streaming a bajo costo los ciudadanos puedan seguir disfrutando de obras de teatro, espectáculos o conciertos hoy suspendidos y sin fecha de retorno.